
Un poco fuerte el título, es cierto. Sobre todo porque Volkswagen dedicó muchos recursos de distinto tipo (también económicos, y grandes) a instalar su «nueva» familia de eléctricos, que nació con el ID.3 en el otoño europeo de 2019, modelo que acaba de recibir su primer (¿y último?) restyling. Además, existen (o van a existir) ID.4, ID.5, ID.6, ID.7 y el accesible ID.2, algo así como el Escarabajo eléctrico moderno, también llamado a convertirse en «el auto del pueblo», si bien con tiempos que han cambiado y mucho respecto a aquellos del siglo pasado, antes de la Segunda Guerra Mundial. De todos ellos hemos hablado y en no pocas oportunidades.


Volviendo a la dupla Golf/ID.3, a mediados de 2021 nos preguntábamos si Volkswagen le había puesto «fecha de vencimiento» al Golf. Todo parecía indicar que el ID.3 era su reemplazo natural (y lo era). Sin embargo, obviando algunas notas anteriores, a fines del año pasado confirmábamos que efectivamente habría un Golf 9, eléctrico, claro, y que la misma Volkswagen lo había definido. Algo lógico, como hemos expresado, teniendo en cuenta el peso del nombre para el mundo del automóvil. Pero claro, entonces surge una pregunta obvia, ¿tiene sentido fabricar 2 autos similares, de tamaño parecido, de prestaciones equivalentes y hasta familiares en términos estéticos?


La respuesta es, claramente no. Además de ese razonamiento lógico, VW ha dejado entrever que ambos se fusionarán en un solo modelo. Y sí, si un nombre deberá prevalecer será el Golf, y no el ID.3, nombre hasta poco fonético. Entonces, ya sabemos que no habrá ID.3 segunda generación. Uno menos. Pero entonces, podemos avanzar con el análisis. A partir de la nueva generación Tiguan, que derivará en un Tiguan EV, de nuevo, ¿tiene sentido fabricar al mismo tiempo el ID.4, similar conceptualmente? (aunque no tanto como en el caso anterior). Y de nuevo la respuesta es, no, no tiene sentido. Entonces, casi le ponemos una X (de tachado) al ID.4 para el futuro, reemplazado por Tiguan EV.

Y si los 2 primeros eléctricos de la familia ID ya no estarán, ¿que sigue? Bueno, podemos avanzar. Si bien existe el ID.7, recientemente lanzado, sucesor eléctrico del Passat y convive con el nuevo Passat Variant térmico, tratándose también de un nombre caro a los sentimientos de la automotriz alemana y del mercado, podemos asumir que en el futuro no tan lejano, ID.7 se transformará en Passat «a secas», EV. Ya hemos descartado ID.3. ID.4 (casi que ID.5 también podría derivar en una Tiguan Sport) e ID.7. ¿Que queda? Bueno, ID.6 (mas bien pensado para el mercado chino) y el nuevo ID.2 mencionado. No tanto para justificar la vigencia de la familia ID.

¿Entonces?, ¿conclusiones?
Bueno, personalmente creo que ocurrirá lo siguiente. Efectivamente ID.3, ID.4/ID.5 e ID.7 desaparecerán, mutando hacia los icónicos Golf, Tiguan y Passat, nombres que no puede darse el lujo Volkswagen de mandar al baúl de los recuerdos. Con ID.2 pueden pasar dos cosas. O queda como parte de una nueva submarca accesible eléctrica de Volkswagen (con pocos integrantes, y todos más bien «low cost» para llamarlos de algun modo), o, también desaparecerá pudiendo adoptar el nombre Polo, otro bastante conocido como para dejarlo morir. ¿Y el ID.Buzz? Bueno, podría quedar dentro de esa nueva familia ID (distinta a la actual) o unificarse con Transporter/T1. Lo que creo que pasará es que, en el mejor de los casos, ID quedará con un protagonismo bastante menor del que imaginaron hace unos años.
