INTRODUCCION
En el mes de octubre que acaba de cerrar, Fiat Pulse terminó en el puesto 25 en el ranking mensual. ¿Interesante? Para nada, obviamente. No tengo dudas que Fiat no lo imagina lejos de los primeros puestos. Por citar uno de sus rivales, Volkswagen T-Cross está bastante más abajo, en el puesto 44. Pero, por citar otro, Renault Stepway está 15°. De todos modos, ambos tienen ya su tiempo en el mercado, mientras que Pulse no lleva más de 5 meses. Gran diferencia. No tengo dudas será protagonista del segmento y del mercado. ¿A que puesto llegará? No lo sé, obviamente, pero subirá varias posiciones en los próximos meses. En su Brasil natal, Fiat Pulse está en el puesto 12 en el acumulado del año, nada mal.

Ansiedad por la versión Abarth, con el motor 1.3 turbo de sus parientes italianos y norteamericanos, y también por la próxima llegada de su primo «deportivo», el nuevo Fastback, que ya se vende en Brasil en versiones 1 litro turbo y 1.3 turbo. Pero vamos al Pulse que nos ocupa en este caso, el que hemos probado por casi 20 días y unos 2,500 km, la versión Drive CVT, por debajo de la full Impetus con la misma caja pero con motor 1.0 turbo de 120 CV. Producido en Brasil, se especula con su llegada a Europa (tampoco confirmada) y seguramente irá canibalizando más o menos rápidamente a su pariente hatchback Argo. En Brasil, donde se produce, Argo está en la posición 10, interesante, solo superado por Mobi, dentro de Fiat. Y Cronos, el nuestro, está solo 7 puestos más abajo, algo muy meritorio siendo el brasilero un mercado no muy afin a los sedanes.

DISEÑO EXTERIOR
Uno de sus puntos fuertes, más allá de derivar de su modelo «padre», el Argo. Comparten mucho, pero creo que Fiat ha logrado presentar un modelo con identidad propia, personal, diferente y atractivo. Más bien sobrio, sin estridencias, pero armónico. Hay diferencias varias con Argo. Los pasarruedas de forma «más cuadrada» y con apliques plásticos, el remate trasero, el despeje al suelo, y sobre todo el capot y la sección frontal, más altos y verticales. En resumen, deriva del hatchback pero con personalidad propia. Bien por Fiat. En el sector frontal se destaca la parrilla, en negro con pseudo antinieblas en posición elevada (presentes en la versión Impetus). Opticas trabajadas (de diseño interior llamativo) y pequeña bandera de Italia, detalle chic.

Atrás se muestra «gordo», macizo, musculoso con sobrios pero muy logrados faros y un curioso sector «3D» debajo de la luneta, muy personal. Falsas salidas de escape, tan de moda y alerón de gran tamaño, muy bien integrado. Me llamó la atencion el mecanismo de apertura del portón, bastante bajo. Lateral muy parecido al Argo, de las puertas hacia atrás, pero con una resolución posterior diferente y muy distinta adelante, mucho más «SUV». Guardabarros y zócalos con aplique plástico negro, atractivo pero que, en general, no envejece bien. Mayor sección frontal. Techo bastante plano, algo que, sumado a una generosa distancia enre ejes, mejora la habitabilidad interior. Neumáticos Goodyear Eage Touring 195/60R16 para uso urbano/ruta.

El capot no llega hasta el extremo delantero, y no cuenta con aislante acústico en su parte interna. Motor bien presentado y con bastante espacio para «meter mano». La varilla y el sistema para trabar el capot resulta poco práctica. En contrapartida, el portón trasero resulta muy liviano para abrir. El volumen de carga es bastante contenido y la calidad de terminación es buena, algo digno de mención, en un sector habitualmente descuidado por las automotrices. Bandeja interior algo frágil, como es también habitual en la industria. Auxilio Continental temporal en medida 125/80R16. Siempre he criticado a estos neumáticos angostos y lo seguiré haciendo, aunque resulte algo más justificable en este caso, por el tamaño de Pulse y su espíritu más bien citadino.

PUERTAS ADENTRO
Con mayor despeje al suelo que Argo, el acceso es muy sencillo. Inmediatamente nos sentamos en unas cómodas butaca textiles (las prefiero por sobre las de cuero, más allá del refinamiento de éstas). Regulación manual de altura y buena posición de manejo. El volante regula solo en altura, entendible quizás en este segmento y precio. Mandos similares a otros modelos de la ex FCA. Incorpora una curiosa tecla Sport. Curiosa por su ubicación y por tratarse de un motor contenido y con caja CVT. Al accionarla «levanta en vueltas» al motor 1.3. La considero innecesaria en este caso, pero está para quienes quieran usarla. Interior en negro, sobrio, y con el infaltable negro piano, aunque solo en una franja central con los comandos de climatización (bien) y Traction Control Plus, además de las balizas. Curioso detalle el de la ruedita del climatizador; cumple dos funciones: velocidad del forzador y temperatura. Bastante práctico y bien resuelto.

Tablero analógico en esta versión. Sí, siempre los hemos preferido más que los digitales, pero, factor acostumbramiento, uno termina extrañando aquellos, curiosamente. Algo confuso en lo que hace a temperatura del agua y nivel de combustible, encimados con los de velocidad y vueltas del motor. Computadora de a bordo en sector central, con display monocromático. Bastante completa con info adicional como horas del motor, temperatura del aceite, carga de batería, etc. ¿Casi nadie mira estos indicadores? Es cierto, pero están disponibles. Razonable configuración en cuanto a los diferentes sistemas del Pulse. La pantalla táctil central es de buen tamaño e incorpora navegador (de muy buena calidad de imagen), una rareza en estos tiempos, bienvenida, más allá de las aplicaciones como Apple Car Play y Android Auto. Audio de buena calidad y climatizador con mandos físicos y con una contra: la dirección de salida de aire solo se puede modificar desde la pantalla vía táctil. Cámara trasera con zoom y varios ajustes posibles, como luces, seguros, y varios más. Cargador wireless de celulares, algo interesante en una versión «base», lo mismo que el Sensor de Presión de Neumáticos. Elogios.

Una crítica: pocos portaobjetos y más bien chicos (salvo la guantera), sobre todo en este tipo de vehículos de uso diario y gran practicidad. Pomo de caja CVT ergonómico y un par de puertos USB, completando la consola central. Práctica guantera/apoyabrazos entre asientos. La visibilidad hacia atrás no es la mejor, y el comando para espejos exteriores es muy chico. Curioso tramado en contrapuertas, distinto. Resumiento el interior, buena presentación, sobrio, con un toque de diseño diferenciador, bien. La calidad percibida no es mala, aunque resulta bastante mejor en encastre que en materiales en sí; todos duros (lógico en este segmento) y que podrían ser algo mejores. También sencillo acceso a las plazas traseras, solo requiere atención el agacharse para no tocar el marco interno de las puertas, algo que se da en casi todos los autos, por otro parte. No sobra el espacio adentro. Contenido. Pies se pueden ubicar perfectamente bajo las butacas delanteras y la 5a plaza….. sí, es muy incómoda, como en casi todos. Bolsillo en respaldo, solo en la butaca derecha (¿?). Falta de salidas de aire pero puerto USB atrás. Muy buena altura a techo, y alfombras textiles: más refinadas…. y más sucias.

EQUIPAMIENTO
Lo considero algo justo, sobre todo en Confort, no tanto en Seguridad. Asistente de Arranque en Pendiente, Airbags laterales, controles de tracción y estabilidad (algo esperable en la actualidad), cámara de marcha atrás, Control de Presión de neumáticos y Traction Control Plus, como lo más destacable. Razonable. En Confort, barras en techo, cargador wireless, lo mismo que Android Auto y Apple Car Play, control de velocidad crucero, como lo más destacado. Quizás, para ser justos, habría que decir que por tratarse de una versión inicial, el equipamiento es bueno, «hasta ahí», ya que la Impetus incorpora varios ítems adicionales, en confort y en seguridad.

DINAMICA/COMPORTAMIENTO
Comienzo resumiendo que, el confort de marcha es muy bueno, digno de mención, Muy logrado equilibrio de suspensiones, con un motor al que no le sobra nada pero cumple, y una caja CVT con sus pros y contras. En ciudad, se puede circular con un confort a bordo digno de segmentos superiores. También en ruta, en el manejo normal, para un auto familiar. Buena tenida en manejo deportivo, con neumáticos de perfil más pensado para el confort que para exigencias en curvas. De todos modos, cumple, con un control de estabilidad no instrusivo. Muy bien en términos generales. Critico la caja CVT, siempre que pruebo un modelo con este sistema, no en manejo «normal», con gran confort de marcha, sino al exigirlo en ruta, en sobrepasos por ejemplo. En este caso, con un motor de contenidos 99 CV, la caja muestra patinamiento y da la sensación de moto con embrague centrífugo, solo en aceleraciones forzadas, cabe aclarar. Pero con caballos que no sobran, se nota más.

Muy buenas luces, excelentes diría y también elogios para los frenos, con un accionamiento algo brusco, hilando fino, pero con muy buen poder frenante. Reitero, para un manejo normal, en ciudad o ruta, tranquilo, el confort de marcha es muy bueno, destacable. Solo critico la sensación al tener que acelerar, por ejemplo en sobrepasos en ruta. Es más sensación que lo real, pero no me gusta, en general en las CVT y en este caso particular. Respecto al consumo, lo considero contenido. En ciudad se pueden lograr unos 12 y hasta algo más si las condiciones del tránsito y paradas no son caóticas. Bien. En ruta a 110 km/h, llega a 17 km/l, excelente valor sin dudas. A pesar de ser un motor de 8 válvulas y no el más moderno del segmento, los consumos son muy buenos.

CONCLUSIONES
Es el típico auto «promedio» como me gusta decir. Cumple en todo, sin destacar de manera sobresaliente en aspectos puntuales pero sin puntos flojos. De todos modos, a modo de resumen y como conclusión, me gustó su diseño, sobre todo la resolución del frente y del sector posterior, el diseño interior, su consumo contenido, su excelente andar y su precio, bastante competitivo ($ 4,431,000 al momento de hacer la nota, fines de octubre). Y no me gustaron algunas cositas. La caja CVT y sobre todo con este motor al que no le sobran caballos y por lo tanto los «vicios» de las CVT al acelerar de manera repentina, se muestran claramente. No me gustó el auxilio temporal, si bien es un modelo de uso más bien urbano. Y poco más. Sin dudas, para el uso familiar, quizás como segundo auto, se convertirá en un suceso comercial.