
Alfa Romeo y Lancia, marcas míticas italianas, vienen siendo noticia en Automotiva. Simplemente (y afortunadamente) porque de la mano de la joven Stellantis tienen nuevas esperanzas, muy fundadas por cierto. Están definidos los pilares sobre las que se basarán. Motores eléctricos (más por obligación que por convicción, como casi todas las automotrices), formato SUV o crossover como carrocerías principales, y una clara evocación nostálgica a otros modelos y otros tiempos, inolvidables, felices, recordados, exitosos. Al fin y al cabo, si una marca centenaria no aprovecha su rica historia, ¿para que intentar revivirla y hacerla gozar de buena salud comercial?

Y sin dudas, del portfolio actual Alfa, dejando de lado al recién presentado Tonale, y a la espera del próximo SUV pequeño Brennero (algo así como un Renegade refinado) quien tiene más complicada su supervivencia es Giulia. No solo por no tener versiones eléctricas, ni siquiera híbridas, sino por tener formato sedán, tan alicaído en la industria automotriz actual, lamentablemente para quienes somos defensores de ese estilo. Al menos Stelvio es un SUV, para el que se está pensando en su sucesor, BEV claro. Por ahora ambos modelos esperan un restyling de medio término, pero su renovación total será en 2024. Pero, no todo está tan claro.

Hace unos días comentábamos que el futuro Giulia contará con motor eléctrico, y ahora, las especulaciones indican que podría pasarse al formato crossover, casi SUV. El próximo Giulia eléctrico (EV) llegaría en 2024 y tomaría la plataforma STLA Large EV de Stellantis. Hace poco, Jean Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo, indicó (hablando de la cada vez más débil vigencia de los 4 puertas) que «el concepto sedán seguirá existiendo, aunque está evolucionando». Y claramente una evolución podría ser hacia el mundo crossover, como ocurre con Ford Mondeo, quizás con Volkswagen Passat, y con varios otros que van mutando para no desaparecer. Veremos qué define la mítica automotriz italiana.






