Si hay un modelo que merece un capítulo entero en el libro de la historia de automóvil, sin dudas, es el Volkswagen Golf. Con sus 8 generaciones desde que fue presentado en 1974, y con la 8a presentada en 2019. Dos años después nos hacíamos eco de los rumores (oficiales) acerca de la duda respecto a una nueva generación Golf, tal cual lo conocemos. Con su primo hermano eléctrico ID.3 tomando cada vez mayor protagonismo, lo mismo que su primo térmico T-ROC, digamos que el futuro del Golf se viene oscureciendo desde hace tiempo, incluso por sus propios parientes sanguíneos. Lo cierto es que Volkswagen pone a punto el «último» restyling del Golf, en sentido literal.
Aunque no hay una comunicación oficial respecto a que «no habrá un Golf IX», personalmente diría que no tengo dudas que este restyling marcará la última etapa comercial del exitosísimo mediano. Aunque es uno de los modelos que más me gustan de toda la industria automotriz, su fecha de vencimiento está firmada. Con un ID.3 en pleno auge, no tendría sentido desarrollar una nueva generación, con unas probables ventas reducidas (al menos en comparación con su histórica performance best seller), y con un mercado mutando hacia los eléctricos. De todos modos hay un restyling inminente, y como suele ocurrir con los alemanes y con Volkswagen en particular, no habrá grandes diferencias estéticas. Exteriormente casi nada, y en el interior sí, la adopción de la nueva pantalla central vista en sus hermanos eléctricos, y que también estará en la nueva Tiguan.