Al igual que otros modelos prestacionales, aunque en caída desde hace tiempo por el furor de SUVs y pick ups, siempre Golf R muestra motivos para estar atentos a sus novedades, dentro y fuera del mundo VW. Volkswagen renovó el Golf, presentando la 8a generación hace poco menos de 2 años. Luego, un año más tarde, incorporó las versiones Variant (rural), y finalmente presentó el Golf R, modelo más deportivo de la marca, que llegaba a muy interesantes 320 CV. Con estos antecedentes, era inminente la presentación de la versión R Variant, lo que está sucediendo en estos momentos. No deja de ser un hecho curioso y muy bienvenido, en este mundo actual del automóvil, que una marca mantenga este tipo de formatos.
Hace poco contábamos que no estaba asegurada una nueva generación de Golf (9a), al menos tal como lo conocemos y no se descarta que termine siendo totalmente reemplazado (en forma parcial ya está ocurriendo) por su primo eléctrico ID.3. Al menos por ahora, seguimos teniendo un Golf familiar prestacional naftero, con este R Variant que mantiene las características del R hatchback, un motor 2.2 TSI de 320 CV con un par motor de 320 Nm. Caja DSG 7 y tracción integral 4Motion. Conjunto que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos, solo 2/10 más lento que aquel. Llantas de 18″ o 19″ y una longitud de 4.63 m.
Estéticamente no presenta sorpresas. Sobria, elegante, con la dosis justa de deportividad (estética), con un logrado remate trasero, algo habitual en las rurales de Volkswagen y de Audi, especie en extinción por cierto. En el interior no hay cambios respecto al hatchback y aunque sus ventas serán bastante limitadas, no deja de ser una opción muy deseada en el mercado europeo. Lejos, lejísimos de Argentina, adonde no ha llegado aún esta 8a generación de Golf presentada hace dos años a nivel mundial, y no está tan claro que ocurrirá localmente con el exitoso mediano. Tampoco ha llegado al mercado brasilero. Veremos como sigue la historia de Golf 8 en la región.