Aston Martin. En el amanecer de este 2014 contábamos brevemente su historia y explicitábamos los modelos de su portfolio. Y mostrábamos el V12 Vantage, modelo que ya existía en las vidrieras de la marca británica. La novedad es que Aston Martin ha realizado una pasada en limpio del deportivo modelo, con leves modificaciones, pero suficientes para hacerlo más extremo, convirtiéndose en el roadster más rápido en la historia de la marca.
La versión que nos ocupa es el V12 Vantage S Roadster (tambien existe versión con techo), el más pequeño de la familia.
Con 4.38 m de longitud, es, además, el más deportivo del portfolio Aston Martin, completado con DB9 (4.72 m), Rapide (5.02 m) y Vanquish (4.69 m). Como su nombre lo indica, el V12 Vantage S cuenta con un motor V12 6 litros, 48 válvulas y 565 CV.
Para tener una idea de la magnitud de este simple número, el Porsche 911 turbo llega a los 520 CV, y la no menos espectacular Ferrari 458 Italia supera al V12 Vantage S…por 5 caballos. Con esta potencia y su peso -relativamente- bajo, llega a los 100 km/h en 3.9 segundos. Prestaciones para el infarto.
Con proliferación de aluminio y carbono en sus entrañas, el V12 Vantage consigue, sin embargo, un rendimiento en ciudad de 4 km/l, número bajo en términos absolutos, pero muy razonable teniendo en cuenta que muchos modelos con la quinta parte de potencia rinden solo el doble o menos que el V12 Vantage. Está equipado con cubiertas 295/30R19 y sus discos -ventilados- son de 400 mm; claro, para frenar un auto que llega a los 320 km/h, se necesitan «más que buenos frenos». Su equipamiento es altísimo en confort y seguridad, y destaca su suspensión adaptativa regulable en 3 modos: Normal, Sport y Track. Caja robotizada de 7 velocidades y elegancia en 360º.
Aston Martin V12 Vantage S roadster. Pedigree británico, deportividad inglesa, exclusividad absoluta.
