Los seres humanos somos subjetivos, y por más «objetividad» que intentemos aplicar a nuestras acciones, siempre estarán teñidas de nuestros gustos, intereses, historias y otros aspectos de nuestra personalidad. Pero no solo se trata de cuestiones -aun involuntariamente- tendenciosas. También aparecen lógicas tendencias subjetivas motivadas por el entorno. Y entre ellas, una que suele aparecer es referida a la «opinión previa», al concepto anterior.
Y nos ha pasado. Probar un modelo sobre el que tenía muy altas expectativas previas, y sin embargo, aun siendo eficiente, al manejarlo, sentir que toda esa expectativa estaba sobredimensionada, que «no era para tanto». Y también en sentido inverso, autos que no despertaban en mí gran interés, pero que, al manejarlos me sorprendieron. Y esto, de una forma u otra, tiende a incidir en la evaluación. Se trata de estar atentos para minimizar está injerencia involuntaria.Sinceramente, sin haber manejado previamente Tiguan, y con la retina grabada con la generación anterior, el modelo alemán no despertaba en mí un interés particular. Por el contrario, pensaba en una propuesta un tanto insípida. Esto comenzó a cambiar cuando llegó el restyling, que a mi juicio, mejoró la estética exterior -aun con cambios menores- en gran escala, sobre todo en el frontal. Y entonces empezó a caerme mucho mejor, pero faltaba la prueba de fuego: justamente, probarla.
La evaluación se inició con un viaje Buenos Aires – Córdoba en el que ya comenzó la conquista, con un excelente andar en ruta y un bajo consumo, haciendo del traslado un verdadero placer, no tan distante del conseguido en sedanes más caros y premium. Y siguió luego al probarla por distintos caminos y situaciones, pero vamos al test para analizar estas cuestiones.
Desde lo estético, Tiguan -como casi todo VW- tiene un perfil muy bajo, sin estridencias, sin «llamadores», como queriendo gritar «vení a descubrirme, soy mucho más de lo que aparento».
De todos modos, tras el restyling reciente, se muestra mucho mejor, con una trompa «muy VW» pero moderna y sobria. La cola muestra un aire a Suran, y en general su diseño es fluído.
En aquello de buscar similitudes, encuentro alguna referencia estética a sus primos Audi Q3 y Q5, lo que no debería sorprender teniendo en cuenta que comparte plataforma con VW Golf, Audi A3 y Q3 entre otros. Con ópticas -delanteras y traseras- de generoso tamaño, aunque conservadoras, cuenta con un sector lateral en negro que se prolonga sobre ambos extremos. La monotonía se quiebra por las barras cromadas en techo y en general Tiguan luce muy proporcionada, y en esto se parece bastante a Q5. También aparecen algunos detalles cromados en trompa y cola -diría- en justa medida, sin exagerar. Completan el perfil sus retrovisores de gran tamaño, aportando gran visibilidad exterior (en general), junto con la generosa luneta trasera. Un detalle vistoso aparece en el escudo VW, de grandes dimensiones. Finalizando el aspecto exterior, el parabrisas se muestra con una inclinación importante, aerodinamia. Cubiertas Dunlop 235/55R17.
Vamos a su interior, dominado por el negro, con una sensación -tal vez- algo triste, pero de gran calidad percibida y sobriedad. Ingresamos por unas puertas de generoso tamaño y gran ángulo de apertura, lo que facilita esta habitual tarea. Tablero clásico -como casi todo en Tiguan- y con una claridad de información absoluta. Los 4 -habituales- cuadrantes con agujas (velocímetro, tacómetro, combustible y temperatura) y el display central con abundante información respaldada por su computadora.
Pantalla táctil con una presentación totalmente amigable y sencilla, y buena resolución, algo a lo que ambos (VW y Audi) nos tienen acostumbrados. Lo único poco convencional del interior lo constituyen sus rejillas «dobles» circulares, originales. Muy buena -alemana- posición de manejo, con doble regulación (manual) de volante y butacas en cuero (cosido), de buen tamaño, aprobada sujeción, muy confortables y -la del conductor- regulable eléctricamente en distintos sentidos, incluído el ajuste lumbar.La terminación está en muy alto nivel, superior al promedio del segmento pero, también, acorde a su ¿alto? precio. Calidad percibida en altos estándares y algo que me llamó la atención, aún tomando tambien el mundo premium como universo: lo agradable que resulta el accionamiento de sus comandos, todo con una suavidad y precisión envidiables. Solo criticamos la ubicación de balizas, lejos, por encima de la pantalla táctil. El volante aloja mandos de Audio, Comandos por Voz, Computadora de a bordo y telefonía. Por encima del climatizador encontramos las teclas del ESP (desconectable), Park Assist (Asistente de estacionamiento que se hace cargo del volante durante la maniobra), alarma acústica de los sensores de estacionamiento y botón Start/Stop que reemplaza a la histórica llave. Freno de mano electrónico y tecla del sistema Auto Hold, para arranque en pendiente.Guantera refrigerada, portaobjetos varios, mesitas en respaldos (algo frágiles) y asientos traseros deslizables longitudinalmente y en inclinación (a través de una muy práctica correa) completan un interior práctico y modulable, solo penalizado por un baúl de buena capacidad pero piso alto, alojando el auxilio, que -dicho sea de paso- es temporal 145/80R13, solo apto para circular hasta 80 km/h. La presentación del bául, como de todo el interior, es realmente de nivel superior, y se anima a competir con el mundo premium. Claro, volvemos a expresar, su precio no está tan lejos de aquel mundo. Plazas traseras muy cómodas con salidas de climatización y toma de 12 V. El respaldo central se rebate conformando una práctica mesita y dejando a la vista el acceso interior al baúl.El equipamiento es muy interesante, en toda la gama, y en particular en nuestra versión Elegance. Luces LED permanentes, bajas y altas de Xenón direccionables, lavafaros, 8 Airbags, ABS, ESP (Control de Estabilidad), TCS (Control de Tracción), Espejo Electrocrómico, Butacas Calefacciondas, «enorme» Techo transparente, de apertura eléctrica (50% de toda la superficie, muy interesante), Apertura y Arranque sin llave (sensores en manijas de puertas y con varios modos de funcionamiento configurables), Audio, Navegador y TE en pantalla táctil, muy intuitiva, con muy buen sonido, Park Assist (para estacionar «casi» solo), Apoyacabezas regulables en altura e inclinación, Detector de Fatiga (alarma visual y sonora al detectar síntomas de cansancio en el conductor). Esto es lo más importante, además de lo mencionado en párrafos anteriores.
Vamos a la mecánica, otro de los aspectos destacados de esta Tiguan. Motor VW/Audi 2.0 TDI con 140 CV. ¿Lo positivo del motor? Casi todo. Aceleración, miserable consumo, alta tecnología, sereno, en fin, destacable. Como crítica podríamos -hilando fino- mencionar cierta pereza por debajo de las 3500 rpm y su sonoridad alta en la zona elevada del cuenta vueltas.
Alcanza los 180 km/h de velocidad máxima, algo más de 12 segundos para los 100 km/h, interesantes para sus 1600 kg, y un consumo que ronda los 11.5 km/l en ciudad y 13 km/l a 130 km/h, también elogiables. Como solemos expresar, el consumo -sobre todo en ciudad- es absolutamente subjetivo y variable, desde 2 sentidos: por un lado respecto al propio conductor y su forma de manejo (cambia drásticamente todo auto ante distintas formas de conducción) y por el otro respecto a las condiciones restantes (tráfico básicamente).La caja Tiptronic no es la que más nos gusta, aunque debemos reconocer que no es por defectos o vicios sino por una cuestión de gustos. Eficiente, cuenta con modos Automático, Secuencial y Automático Sport, que «estira» los cambios. Con 6 marchas bien escalonadas, su funcionamiento es adaptativo; puede cambiar a la siguiente marcha en mayores o menores rpm dependiendo del tipo de manejo, por lo tanto, no encontramos alta utilidad al modo Sport. Se pueden obtener funcionamientos más o menos deportivos dosificando el acelerador, independientemente del modo utilizado. Una particularidad de esta caja en modo automático: arranca en 2ª, produciendo algún leve tironeo. Si llegamos al corte no pasa de relación, queda esperando el cambio. En modo secuencial, sube cambios hacia adelante y baja hacia atrás, y si bien es una mera cuestión de configuración elegida, creemos que es más intuitivo en sentido inverso, cuesta acostumbrarse. Otra cuestión elogiable es la suavidad para bajar cambios al frenar (modo automático), casí no se perciben los rebajes.En cuanto al frenado, notamos un buen tacto de pedal y seguridad en la maniobra, aunque, ante «panic stops» percibimos alguna vibración, tal vez existente solo en nuestra unidad. Freno de mano eléctrico, muy práctico y Auto-Hold para arrancar más fácilmente en pendientes. La tracción 4Motion se encarga de repartir automáticamente la potencia entre ambos ejes, de acuerdo a las condiciones del piso, siendo normalmente «casi totalmente delantera» y llevando movimiento a la trasera si se necesita un mayor poder de tracción.
El andar de Tiguan es excelente. Como combinación de muy buena terminación, excelente planta motriz, caja suave, buena aislación, y muy buen equilibrio dinámico, manejarla es un placer, literalmente. Lo hemos hecho en autopistas, rutas semiurbanas, calles en buen y mal estado, caminos de tierra y alguna trepada off road, y realmente responde con eficiencia en todos estos estados aunque, si bien cuenta con el sistema 4Motion, no es una 4×4 verdadera, ni pretende serlo. Se pueden «tragar» cientos de km sin el más mínimo síntoma de cansancio, de lo mejor de Tiguan. Muy buena tenida direccional para un SUV light; la hemos exigido en curvas de alta y baja velocidad, y si bien ostenta alguna inclinación, dobla muy seguro. Solamente se escucha el quejido del caucho, debido a un perfil alto pensado más para el confort (que consigue de modo superlativo) que para la diversión en manejo deportivo.La gama de precios de Tiguan 2013, en lo que hace a versiones diesel, arranca en los $ 310.000 del Sport & Style, pasando por los $ 361.000 del Exclusive, $ 371.000 del Elegance probado, y llegando a los $ 377.000 del tope de gama Premium. . Tiguan no es barata. Audi Q3 (4.39 m de longitud, 3 cm menos que Tiguan) se ubica entre los $ 285.000 y los $ 325.000, claro, tomando el dólar al cambio oficial, y solo en versiones nafteras. Y aun tomando Q5 como parámetro, arranca en los $ 340.000, muy cerca de los valores de la Volkswagen. Independientemente de varias cuestiones que deberían ponderarse a la hora de comparar tan linealmente uno con otro, no deja de estar posicionada peligrosamente cerca del mundo premium.Conclusiones:
Aunque levemente influída por nuestra negativa prerrogativa anterior a la prueba, Tiguan es una excelente opción multiuso, con un confort de marcha envidiable, muy buena tenida, razonable desempeño off road, muy buena calidad de materiales y ensamble, buen espacio interior y alto equipamiento en confort y seguridad.
Dentro de lo negativo mencionamos su alto precio (más de USD 70.000 «oficiales»), aunque no tan alto si sopesamos equpamiento confort y tecnología, la -leve- pereza de su motor a bajas rpm y la ubicación de la tecla para accionar balizas, y poco más para criticar. Uno de los autos con mejor relación precio/producto de todos los probados por Automotiva.
Saaaalaaadito lo bombone para una Suran con anabolicos!
Suran? disculpe pero no tiene idea de lo que esta hablando..
a palabras necias, oídos sordos
Amigo!! Excelente Nota; Lo que dices de la Tiguan es 100% real, yo tengo una Elegance Naftera y realmente es más de lo que aparenta, es un vehículo poco llamativo pero al momento de manejarlo empieza a impresionar. Particularidad propia de los Autos Alemanes, abrazo