No, no es un titular sensacionalista. De hecho, nuestro título se basa en afirmaciones de los propios directivos de la automotriz alemana. Antes de pasar a estos comentarios, digamos que ya en oportunidad de la presentación del Volkswagen ID.3 algo así como «un Golf eléctrico», justo antes de la llegada de la 8a generación de aquel, nos preguntábamos si tomaría el protagonismo del Golf. Y no somos «adivinadores del futuro»; por el contrario, el ocaso del eterno Golf, uno de los modelos más importantes en la historia del automóvil, será inevitable y llegará más temprano que tarde. Esto es obvio, no hacen falta grandes ni complicados análisis.

Pero cuidado, no es solo un tema de Golf. También desapareció Ford Mondeo (con una historia bastante más corta y menos trascendente que el Golf, es cierto), los Peugeot 208 y 308 GTI y así muchos otros modelos. Aquí confluyen dos factores. Por un lado, independientemente del tipo de motor, hoy los consumidores, en general, prefieren SUVs y Crossovers, en detrimento de carrocerías más ortodoxas y populares en el pasado, como la del Golf. Y de hecho, hoy Volkswagen vende más Tiguan que aquel, y resultaba algo impensado hasta no hace mucho. Por el otro, la movilidad eléctrica avanza a pasos agigantados y no tiene techo. Hay países que ya han anunciado que dentro de pocos años no se permitirán vehículos con motores a combustión. Y no pocas automotrices prevén un portfolio totalmente eléctrico en poco tiempo.

Quizás por todo esto resulta poco sorpresivo el comentario de los directivos de Volkswagen, que expresaron que «si bien la actual 8a generación del histórico modelo tiene asegurada su continuidad, y también su renovación de mitad de ciclo, no hay certezas acerca de un Golf 9; todo dependerá de como sigan las tendencias del mercado». Y tampoco resulta inverosímil. Hoy, a pesar que las ventas del Golf siguen siendo buenas, las de su alter ego eléctrico ID.3 avanzan de manera vertiginosa. Con la continuidad de estas tendencias, tarde o temprano el Golf dejará de producirse, al menos como lo conocemos. Y no solo dentro de Volkswagen y con Golf, sino con muchos otros modelos. El nuevo Renault Megane es solo eléctrico, como botón de muestra.

Claro, no me animo a descartar un futuro Golf eléctrico en una jugada similar a la de Renault con el nuevo 5. Sería un homenaje a los primeros Golf, en modo parecido a lo que ocurre con el Hyundai Ioniq 5, homenaje eléctrico a los primeros Pony. Probablemente allí encuentre Golf su nicho, pero en todo caso ya no será un superventas como hasta ahora (cada vez menos). El eléctrico VW ID.3, nos guste o no, resulta tan práctico como el Golf, más eficiente, mucho más ecológico, y solo con alguna contra no del todo resuelta (autonomía por ejemplo), pero en breve hará que el mediano naftero pase al olvido, mal que nos pese. Hasta está preparando una versión deportiva de 329 CV.