Abarth se convierte en marca puramente eléctrica en 2024. En este 2023 está finalizando la comercialización de sus últimos nafteros, los 595 y 695, con 165 CV y 180 CV, y algunas series especiales. Claro, no es fácil dejar desaparecer a icónicos modelos sobre la base del 500. En lo que a mí respecta, luego de haber probado el Abarth 595, puedo decir que es un modelo adictivo, y aunque no he tomado contacto aun con el nuevo Abarth 500e eléctrico, del que la marca del escorpión asegura que las sensaciones a bordo no defraudan, lo cierto es que el final de la Abarth «térmica», genera cierta melancolía. Hablamos de Europa. En nuestra región, Abarth ya vende su primer «SUV», el Pulse.
Teniendo en cuenta que Abarth había adelantado que en pocos años contaría con una gama eléctrica bastante completa, no resulta novedoso que esté preparando su segundo modelo eléctrico, sobre la base del nuevo Fiat 600e. En lo estético, como todo Abarth, europeo y brasilero, las diferencias visuales no serán drásticas ni mucho menos. Hablamos de lo habitual: alerón trasero, deflectores laterales y delantero, paragolpes, neumáticos más anchos, llantas específicas y calcos alusivas, además del la identificación de marca, claro. Puertas adentro aún más sutil: volante y algunos detalles menores. Claro, Abarth basa su magia, además de en lo visual, en la mejora mecánica, y ahí radica la duda respecto al próximo Abarth 600e.
Si bien Abarth 500e cuenta con 156 CV (mismo motor del Peugeot e-208, Opel e-Corsa y otros), menores a los 165 CV y 180 CV de los nafteros (todavía) actuales, en el caso de su hermano mayor, con mayor peso, suponemos contará con algún upgrade prestacional. No creo que instale (desarrolle) un motor nuevo, que hoy no tiene Stellantis, sino más bien una reconfiguración electrónica que le permite quizás pasar de los 156 CV a unos más rendidores 165/170 CV, por ejemplo. Suspensiones y frenos revisados y el artificial Sound Generator, para simular el escape de sus antecesores nafteros. No descarto que pueda llegar en un futuro a la Argentina, aunque sin chances por ahora.