La noticia no debería sorprender ya que toda la industria automotriz, salvo China, está recalculando (hacia abajo) las previsiones anteriores de ventas de modelos eléctricos, y por lo tanto también de producción, obviamente. Dentro de esta realidad, a su vez, el norteamericano es uno de los mercados menos afines a la movilidad eléctrica, y que llevará más tiempo la implementación de dicha transformación, por varias razones, en oportunidades anteriores comentadas. Toyota, como otra, tuvo idas y venidas con el avance eléctrico. Akio Toyoda, descendiente directo del fundador, no estaba tan convencido de este abrupto cambio, a pesar del anuncio, hace unos años, de casi una veintena de nuevos modelos eléctricos.

Bajo una nueva conducción (aunque Akio sigue teniendo presencia, lógicamente), Toyota parecía reencausar sus inversiones nuevamente hacia el desarrollo de modelos EV, lo que muy probablemente ocurrirá, aunque algo más tarde que lo previsto. Para el mercado norteamericano, preveía lanzar en 2025 un nuevo SUV de gran tamaño, para 7 plazas, eléctrico, quizás denominado bZ5X, a fabricarse en aquel país ,y que también tendrá su correlato Subaru (como el Solterra). Aunque no ha dado de baja el proyecto, lo ha pospuesto para 2026. Lógica señal en sintonía con la realidad de los eléctricos hoy. Más aún, su inicial previsión de venta de 1.5 millones de EV para ese año, ha sido reducida a 1 millón, cifra nada despreciable de todos modos.