Ford Explorer es más que una «institución» en el mercado norteamericano; un modelo de muy buenas ventas a lo largo de sus 6 generaciones, la última presentada en 2019, como modelo 2020. Algunas de ellas se vendieron en Argentina, y hoy se pueden encontrar algunas unidades usadas a precios bastante altos. Un modelo de larga tradición. Pero claro, en Europa, si bien se conoce, apenas si tiene trascendencia, en relación a su mercado original. Quizás esto tuvo que ver en la adopción de este icónico nombre para el nuevo SUV EV (eléctrico) derivado del Volkswagen ID.4.

Hace tiempo comentamos acerca de la sinergia entre ambas marcas. La alemana aprovechaba el desarrollo de Ranger y Maverick para sus nuevas pick ups Amarok y otra por debajo de esta, y Ford hacía lo propio con la nueva familia de eléctricos ID de VW, además del nuevo Tourneo, derivado del VW Caddy. Y tal como adelantamos, Ford presentaría un nuevo SUV derivado del VW ID.4, que no es otro que el nuevo Explorer eléctrico, para el mercado europeo, fabricado en Alemania. Muy buen trabajo de la marca del óvalo; pocos podrían adivinar su origen alemán. Han logrado un modelo con identidad propia, y no un clon, como ocurre en muchos casos.

Aunque obviamente compartirá motores con ID.4, en principio tendrán performances distintas. Presentaría dos opciones con tracción trasera: 170 CV y 350 km de autonomía, y 231 CV y 540 km. Por encima, otra con tracción integral (dos motores, uno en cada eje), totalizando muy interesantes 340 CV (pariente del VW ID.4 GTX) y un alcance cercano a los 500 km; nada mal. Estéticamente se muestra mucho más «cuadrado» que ID.4, y a mi juicio, más logrado, con algún guiño familiar al Mustang Mach-E que también se vende en Europa. Además de estos dos, luego llegaría otro más chico, derivado del ID.3, y que podría ser el próximo Puma EV, tal como habíamos adelantado. ¿Que sucederá en Estados Unidos? Poco probable que Ford deje de producir su icónico Explorer para cambiar de raíz y pasarse al nuevo EV. Veremos.