Alfa Romeo. Símbolo de la belleza italiana en el mundo del automóvil. Junto con Maserati y Ferrari (¿Lamborghini?), la trilogía que hizo de la estética y la deportividad su principal virtud. Alfa se encuentra en un proceso de cambio, que comenzó hace un tiempo. Que tuvo una primera etapa con MiTo (y su gran éxito; personalmente, creo, a pesar de su simpleza, el Alfa más lindo de los últimos tiempos), Giulietta, y los deportivos 8C y 4C, y otra más reciente, con el Giulia, y el Stelvio que nos ocupa en este caso.
Al igual que Giulia (de quien toma plataforma y algunos elementos mecánicos), Alfa Romeo Stelvio se está presentando en el Salón de los Angeles en una espectacular versión inicial Quadrifoglio Verde (QV) con el mismo motor (de origen Ferrari, todo dicho…) V6 de 2.9 litros, biTurbo, y con -nada despreciables- 510 CV. Luego llegarán otras motorizaciones como las de su hermano sedán -Giulia- como los nafteros de 200 CV y 280 CV y diesel de 180 CV/210 CV.
El sitio oficial de Alfa Romeo ya lo muestra como adelanto, y llegará a los concesionarios europeos, comenzado el año próximo.
Su pariente Maserati ya vende el Levante, más selecto, compartiendo el motor Ferrari, aunque quedándose -solo- en los 430 CV. Stelvio debe su nombre al famoso paso (cruce) italiano, que llega a los 2800 m snm, con un recorrido de 20 km muy sinuoso y técnico, elegido por amantes del automovilismo, motos y bicicletas.
Con una longitud de 4.68 m (apenas 2 cm más grande que el BMW X3 , como para tener una referencia), equipa una caja ZF de 8 relaciones, que permite (y realiza) pasajes entre cambios de apenas poco más de «una décima de segundo…). Cuenta con la tecnología Alfa Romeo en lo que hace a respuesta mecánica, con el Alfa DNA Pro que permite setear entre diferentes modos, Alfa Romeo Torque Vectoring, entregando torque a cada rueda de acuerdo a la necesidad del momento, Alfa Romeo Chassis Domain Control, combinando el DNA con la suspensión neumática.
Estéticamente, de un vistazo inicial ya podemos comprobar su «ascendencia Giulia», tal vez exagerada, dando la sensación de estar frente a un Giulia hatchback. ¿Exagerado comentario? Quizás. Lo cierto es que no se remite a un formato SUV clásico, con una apariencia más de SAC (los Sport Activity Coupé de BMW, como el X6 y el X4 que probamos recientemente). Frontal casi calcado al de Giulia, aunque más agresivo, más extremo. Sigo creyendo que es el sector menos personal (no por ello menos logrado) de Giulia (y Stelvio). Enormes ópticas triangulares y parrilla «Alfa», con grandes tomas de aire y disimulados antinieblas. Atrás, macizo, «gordo», musculoso, con ópticas más racionales (que nos recuerdan a algunos de sus primos Maserati), y 4 salidas de escape para aumentar la sensación de «tanque de guerra».
En el perfil comprobamos su baja vinculación al mundo SUV más ortodoxo, con enormes y muy atractivas llantas, perfil alto, «poco vidrio» y altura al suelo relacionada más a la competición que al «off road». Muy atractivo interior, muy italiano, sin perder vinculación con las tendencias modernas (no adherimos a muchas de ellas en el mundo del automóvil), como una gran pantalla central, aunque bien integrada al resto, sin parecer una «tablet adosada». Muy alta calidad percibida, con instrumentación analógica y deportiva, como todo Alfa que se precie de tal.
Nuevo Alfa Romeo Stelvio. Cuore Sportivo, Cuore italiano. Un Alfa que vuelve a las raíces de la marca, con prestaciones extremas (en el QV). Llegará a Europa en 2017, y si bien no hay información oficial al respecto, creemos, hay «alguna chance» que desembarque en Argentina hacia fines de 2017. Tal vez. Ojalá.
