Fiat Cronos. ¿El sedán del Argo? Sí. ¿Fiat dice que el 70% de su carrocería es diferente a Argo? Sí. Ambas son verdades. Cuenta con una trompa diferente, lateral en su mayor parte y la cola. Esto es la mayor parte de su carrocería. También es cierto que comparte plataforma con su hermano hatch, con las mismas motorizaciones, suspensiones, frenos, interior, equipamiento, etc. Y decimos esto para entender porqué esta nota del test del Cronos Drive 1.3 será (o al menos «debería ser») menos extensa que la de la prueba del Argo Drive 1.3. Con aquel modelo también nos creímos pilotos y recorrimos un prime del Rally Argentina 2018, Santa Rosa-San Agustín. Las conclusiones de este test no deberían ser muy diferentes a la de su hermano «corto». De todos modos, analicemos este sedán mediano de Fiat, muy atractivo.
Al igual que con Argo, en la presentación de Cronos Fiat mostró porqué tiene tantas expectativas en el nuevo modelo, que no la tendrá tan fácil: su principal competidor será el nuevo Volkswagen Virtus, que se presenta oficialmente en Argentina a la prensa el 20 de marzo. Aun así, aseguran, «Cronos será líder del segmento y tomará una interesante porción de mercado». Y justamente, como siempre, el mercado tendrá la última palabra. Durante la presentación, nos habíamos subido a Cronos unos pocos kilómetros, con algunas conclusiones iniciales, aunque, con gusto a muy poco (punto en contra para la marca que suele tener presentaciones muy interesantes, y ésta lo fue, aunque el test no tanto).
Estéticamente el resultado de Cronos, a nuestro entender, es muy acertado. Con una trompa algo menos deportiva y algo más elegante que la de Argo, el capot es diferente y avanza unos milímetros más adelante. Como resultado, se muestra más señorial, ayudado por el inserto simil metálico en la parrilla. Nos gusta más que el frontal de su hermano.
Atrás, como era de esperar, cambios -necesariamente- radicales. Aunque el «guiño estético» al Alfa Romeo Giulia es evidente, lo encontramos original y muy atractivo, con cola alta, ópticas «trabajadas» y buena inclinación de luneta. El perfil, esperable, muestra su costado más diferente, con un diseño algo más limpio que Argo y proporciones adecuadas. Generoso voladizo trasero. Detalle, curiosa resolución de ventanilla trasera. Cronos, a diferencia de Argo, equipa Pirelli P1 185/60R15.
Adentro, sin cambios, los mismos elogios y las pocas críticas que a Argo. Volvimos a disfrutar la pantalla táctil central, HD, con excelente resolución, visibilidad, y muy práctica. No nos cansamos de elogiarla. Reiteramos el aspecto «barato» y frágil de las 3 salidas de aire centrales. Y volvimos a comprobar la mejorable cantidad y capacidad de portaobjetos. De todos modos, insistimos, valen las apreciaciones realizadas en el test al Argo Drive 1.3. Nuestro Cronos 1.3 contaba con el pack Conectividad Drive, que agrega a los $ 329,900 de lista, otros $ 19,670 por Central Multimedia de 7″, otro puerto USB, Sensores de Estacionamiento Traseros, Llantas de Aleación y Antinieblas Delanteros; a nuestro juicio, absolutamente recomendable. Nuestra unidad era Rojo Marsala (raro color tirando a ¿ciruela?) raro pero muy vistoso. Equipamiento razonable, tirando a interesante (para el precio)
Una importante a favor respecto a Argo es que, el auxilio es homogéneo con las otras 4 cubiertas. El baúl cuenta con un gran ángulo de apertura, dejando una boca de carga muy cómoda, con una excelente capacidad de 525 litros. Vano motor con bastante espacio gracias al contenido tamaño del 1.3 Firefly. Sin demasiadas expectativas, en cuanto a percibir sensaciones muy diferentes respecto a Argo Drive probado, ponemos en marcha Cronos y encaramos los distintos circuitos de nuestras pruebas.
Parte urbana, parte de tierra (en este caso el ex prime del Rally Mundial San Agustín-Villa General Belgrano), y los clásicos de asfalto por las serranías cordobesas, además de rutas más tranquilas. Lamentablemente, la caja penaliza un excelente comportamiento dinámico en ciudad, en ruta, en tierra en mal estado, en manejo deportivo; destaca en todo, pero la caja es de accionamiento gomoso y tira un poco abajo el excelente promedio. Notamos una capacidad interior (atrás) levemente inferior a la del Argo; no hemos medido las cotas, quizás es solo una percepción, no obstante es cómodo en las plazas traseras. El cinturón central es combinado (nos había quedado alguna duda en Argo) solo que poco práctico. Primeros kilómetros que nos permiten volver a experimentar virtudes (las más) y defectos (los menos) de este motor de 1.3L y 99 CV, Firefly, que en los papeles deja «gusto a poco». Es cierto, no es explosivo ni mucho menos, pero entendemos alcanza y sobra para un manejo normal, con un poquito de paciencia (se acostumbra rápidamente) a que por debajo de las 1500/1700 vueltas el motor no despierta.
Muy confortable en ciudad (mantiene distancia entre ejes de Argo), con un muy compromiso de suspensiones y una dirección eléctrica con asistencia justa para suavizar el manejo citadino pero a la vez dar seguridad en ruta. En ruta, a más de 120/130 km/h se pierde un poco de confort acústico, por un motor vueltero (3300 rpm a 110 km/h) pero sobre todo el efecto del viento sobre su humanidad. No es insoportable, ni mucho menos, pero se nota. De todos modos se viaja muy confortable y sereno; claro, si se buscan prestaciones y más «resto», debería elegirse el 1.8, que estamos probando al momento de publicar esta nota.
Lo exigimos (y al límite) en caminos complicados de cambios de dirección, curvas cerradas con cambios de altura, y responde bien, con alguna tendencia subvirante, lógica y unos neumáticos con un perfil no tan bajo (confort) que manifiestan su quejido en estas extremas condiciones, que seguramente ningún usuario sentirá en condiciones normales. Al Argo lo habíamos «metido» en el prime Santa Rosa – San Agustín (partes en mal estado) y como si fuera poco, luego, al viejo Camino del Cuadrado, destruido en partes, comprobando un muy buen confort y sensación de alta durabilidad.
Bueno, con Cronos fuimos un poco más bondadosos y recorrimos parte del ex prime San Agustín-Villa General Belgrano, sin preocuparnos demasiado por piedras y pozos, con una sensación de robustez poco frecuente en el segmento.
No sabemos, obviamente, cómo envejecerán Argo y Cronos, pero en cuanto a lo que transmiten, son muy robustos. Una negativa, los frenos. No en cuanto a su eficiencia, sino a la sensación; se perciben algo permisivos (ABS) y si bien no pierde la trayectoria, no los notamos tan estables en condiciones de panic stop.
Volvimos a verificar entre 15.5 y 16.5 km/l en ruta a 110 km/h, y en ciudad, como siempre decimos, es muy relativo para cualquier auto, pero se ubica entre 11 y 12 km/l siempre y cuando el tránsito no sea un caos por un piquete, o un fin de semana largo, obligando a arranques y paradas constantes. Valores interesantes que no permiten catalogarlo como miserable pero sí interesante. Las conclusiones finales son muy similares a las del test de su hermano Argo Drive y el precio es lógicamente más caro, de $ 329,900, unos $ 11,000 más que Argo (hoy). Quizás, diferencia algo exagerada, teniendo en cuenta que -casi- solo agrega un tercer volumen. Interesante opción de Fiat para quienes buscan un sedán familiar de buen confort de marcha, con un motor acorde a ese espíritu. Quienes busquen más «pimienta» tendrán el 1.8 con 130 CV, lo que podremos comprobar en el test que estamos realizando.