BMW Serie 3 es el sedán más vendido y más «popular» de la marca alemana, si bien en algunos mercados Serie 5 también es protagonista. En la retina nos quedan recuerdos de aquel BMW 335i M-Package que probamos hace unos años. Claro, aquella versión era la más deportiva y prestacional (fuera del mundo M), y ahora, tras un salto cuántico, llegamos al otro extremo de la Serie 3 (en cuanto a las versiones disponibles en nuestro mercado), el 320i, variante racional, pero no por ello carente de pimienta, bien entendida. Un auto divertido para manejar no es -necesariamente- caro y potente; y acá, una prueba concreta: siendo el más barato de todos los Serie 3, resulta muy divertido y hasta diría adictivo para conducir.

Recordemos que Serie 3 nació en 1975, y aquella primera generación desembarcó en Argentina hacia 1979, en formato coupé solamente. Esta es su 6a generación. Comenzando por el diseño, el que puede ser definido como clásico y elegante, esta generación -F30- inauguró la trompa baja, con caída hacia adelante. Nadie espera una revolución estética en un BMW y quizás menos en un Serie 3 (tampoco en la 7a generación que acaba de ser presentada en Europa), por lo que los cambios siempre, ante una nueva, son racionales, acotados, acordes al «espíritu BMW». Como decíamos, la trompa es baja, la parrilla «doble riñón» no es tan protagonista y las ópticas se vinculan a través de ella. Sector bajo en negro brillante, deportivo, pero sobrio. Atrás, como en casi todas las generaciones, se muestra macizo, «gordo», con un diseño limpio y doble salida de escape (solo en la terminación). Las luces traseras son «grandes» para el nuevo estilo BMW, y el logo, bastante chico para los cánones actuales.

El perfil muestra su lado más clásico, con elementos comunes al anterior Serie 5. Se percibe el volumen central (el del habitáculo) como «tirado hacia atrás». Limpio, solo un pliegue a la altura de las manijas exteriores. Marcos en negro, como nos gusta; ausencia de cromados. Corto voladizo delantero, no tanto el trasero. Techo bastante curvo, sobre todo en su extremo trasero. Pasaruedas «bien lleno» y leyenda «Sport Line» en el lateral. Neumáticos Bridgestone Potenza 225/45 R18. Muy atractivas llantas, con un toque deportivo, sin exagerar. Atrás, más anchas, en medida 255 y con perfil 40.

Entremos al 320. Si bien siempre seteamos la butaca en posiciones bastante bajas, y esto complica el acceso al habitáculo (porque además, debido a lo anterior, también ubicamos el volante bajo), si bien no deja de ser una tarea sencilla para quienes no usen estas posiciones extremas. El interior es sobrio, dominado por el negro, con algún inserto en metalizado y en negro, ambos brillantes. Nos gustan más en opaco, pero no desentonan. Mantiene el tablero analógico histórico, resistiendo el avance de los digitales, aunque, por una simple cuestión de costos, en ésta, versión más accesible. Velocímetro y tacómetro, nivel de combustible y temperatura…. de aceite. Al medio, en un sector pequeño, computadora de a bordo, bastante básica por cierto, pero no es por costos en este caso (otros modelos y versiones más caras también la tienen) sino por filosofía. Volante con doble regulación y controles para Velocidad Crucero, Audio, Control por Voz y Teléfono, práctico. Atrás, levas de tamaño chico aunque, en rigor de verdad, casi nadie usa estas cajas en modo secuencial/manual. Iluminación de tablero en tono anaranjado rojizo, histórica en BMW.

La pantalla central es de tamaño «racional», como nos gusta. Muy práctica ya que cuenta con la clásica rda BMW entre asientos (de lo mejor en el segmento), que a su vez es táctil, con botones para algunas funciones, y además, es la pantalla es táctil, con lo cual resulta muy sencillo e intuitivo comandarla. En esto, los alemanes marcan el camino. El audio tiene buen sonido, sin descollar. Como es habitual en la marca, las posibilidades de seteo y configuración son muy altas, además de contar con el manual «on line» y varias animaciones para entender los principales sistemas, tipo «Youtube», excelente. También pueden definirse «perfiles de conductor», y se pueden importar y exportar. Los modos de conducción son ECO PRO (el más «ecológico»), COMFORT, SPORT y SPORT+ (el más deportivo), variando la rapidez de la caja, la asistencia de la dirección, la respuesta del acelerador, el climatizador. El sistema prevé que en algunas circunstancias (por ejemplo si se avería el DSC-Control de Estabilidad) se pasa automáticamente a modo COMFORT.

El sector central se completa con la «botonera» del audio (y carga CD…) y el climatizador, ambos clásicos de BMW, muy práctico sobre todo este último. Palanca de la caja Steptronic, ergonómica, a mano, y freno de mano «manual», como nos gusta, de recorrido corto y demasiado cerca del conductor. No nos hemos referido aún a la posición de manejo. Y no debería haber sorpresas, siendo un BMW y Serie 3. Cuenta con múltiples regulaciones, todas manuales, salvo el ajuste lumbar, eléctrico. Muy buena posición de manejo. Buen tamaño de butacas, de buena sujeción, con cojín extensible (para descansar las piernas en viajes largos), muy cómodas. Como detalle sutil, hilando fino, el volante queda algo cerca del conductor. Para destacar, la regulación de apoyacabezas en profundidad (distancia). Salvo hacia atrás, la visibilidad es muy buena en general. Y la calidad general no defrauda, es buena, aún siendo la versión de entrada de gama. Techo solar corredizo con persiana interior de accionamiento manual.

Muy buena nota para la estanqueidad; lo probamos en caminos de tierra con muchísimo polvo en suspensión y casi no encontramos rastros de tierra en burletes. Vamos a las plazas traseras. El espacio no sobra como parecería indicar su tamaño exterior, pero es suficiente, salvo que el conductor (como en nuestro caso) ubique su butaca siempre en el punto más lejano, pero esto ocurre con casi todos los modelos, salvo RAM, y otros… Cojín de buen tamaño, piso alto/cojín bajo (obliga a flexionar las piernas un poco más), respaldo de adecuada inclinación. Cómodo, más para 2 que para tres, como en tantos modelos en la actualidad. El baúl cuenta con un generoso volumen, con boca de carga algo chica, compensando con piso más bien bajo gracias a la ausencia de rueda de auxilio (mal). Buena calidad en un sector en el que muchas veces las marcas aprovechan para abaratar costos. Abrimos el capot con el eficiente sistema de doble destrabe interno BMW y nos encontramos con un vano motor «bastante lleno», encapsulado, prolijo, repitiendo la elección de recipientes de líquidos en negro (como en el 530i que probamos), que impiden controlar sus niveles a simple vista (no nos gusta)

Vamos a la parte dinámica, y comenzamos poniendo en marcha este motor de 4 cilindros, 2 litros, turbo, con 184 CV, acompañado de una caja automática, Steptronic deportiva (tal su nombre) de 8 relaciones, y una rapidez de paso de marchas, increíble. Olvidamos comentar que el ingreso a Serie 3 es sin llave aunque sin sensores en puertas, algo entendible en esta versión de acceso. Arranque instantáneo con un sonido de escape que nos hace recordar al motor de 3 litros del ex 335i, con 306 CV). Realmente BMW ha conseguido un sonido más cercano al 6 cilindros, bien deportivo. Bien. Suavidad absoluta. En ciudad, el confort de marcha es total, tanto en términos de sonoridad como de suavidad. Y repite estas virtudes en ruta, uno de los ámbitos más favorables a Serie 3, históricamente. Colabora la dirección electromecánica Servotronic, muy suave en maniobras de estacionamiento (por ejemplo) y más firme en ruta y curvas de alta velocidad. Capacidad frenante acorde a lo esperable. Transmite total seguridad, acelerando, doblando, frenando. Todo lo hace de manera eficiente.

Sí, como todo BMW es algo «durito» sin ser un karting, ni mucho menos: tal eficiencia dinámica no podría llevarse bien con suspensiones blandas y confortables. Y los perfiles 45 (adelante) y 40 (atrás) no ayudan en tal sentido. Pero claro, todo tiene su correspondencia, y en este caso, el comportamiento deportivo es excelente, con una tenida en curvas de alta y baja velocidad, notable. Ante cambios bruscos en la dirección, y sobre todo en modo SPORT+, cambia su carácter, radicaliza su espíritu deportivo, y todo es eficiencia y seguridad, no nos cansamos de repetirlo. Una función muy interesante es la «planeo», que desconecta la tracción (trasera) en caso de no necesitarla, por ejemplo en bajadas, lo que contribuye al descenso del consumo. Y hablando de consumo, tema que resulta muy relativo y variable en ciudad, como repetimos en todos los tests, encontramos valores eficientes para un serie 3, con rendimientos del orden de 18 km/l a 110 km/h, aunque, en este caso, no pudimos realizar recorridos lo suficientemente estables y largos (en cuanto a desniveles) como para contar con valores con mayor trazabilidad. Eficiente.

Respecto al equipamiento, no descolla, claro. Para posicionar un modelo como acceso a la gama, además de dotarlo de motores menos potentes (aunque en este caso 184 CV resultan más que suficientes), hay que quitarle equipamiento, no hay magia en esto. Reglajes de butaca manuales, climatizador doble, sensores de estacionamiento atrás (no adelante) y butacas deportivas aparecen como lo principal, en lo referido al confort. En seguridad, además de los controles de estabilidad y tracción, los modos de seteo de respuesta mecánica (una tradición en el modelo, y de gran utilidad) y cámara de marcha atrás, iluminación LED, y no mucho más. De todos modos, el 330i, su hermano mayor, pero con motor de 2 litros también y 252 CV, no agrega mucho más equipamiento.

Respecto al precio, este BMW 320i Sport Line cuesta USD 51,900, algo más que la versión Executive. El 330i llega a los USD 65,900 en su variante Sport, claro, con 78 CV más. Creemos que el precio de 320i es interesante, aunque con un dólar por encima de los $40, se vuelve alto en pesos. De todos modos, como ejemplo, un Chevrolet Cruze full supera el $ 1,200,000, en una clara posición inferior en la comparación. En resumen, caro en términos absolutos (como casi todo en Argentina), razonable en términos relativos. Como resumen final, creemos, esta versión inicial de Serie 3 es la más equilibrada entre precio y prestaciones, con una mecánica (motor+caja+suspensiones) de probada eficiencia, con un andar muy bueno en cualquier condición (solo baja la nota en caminos de tierra; se lo siente algo frágil, hilando muy fino), atractivo diseño y un equipamiento razonable tal vez para su posicionamiento pero pobre. Interesante opción.