Volkswagen, como tantas otras automotrices (la mayoría, salvo las chinas) no la está pasando bien. A modo de ejemplo, ha anunciado una restructuración enorme en Alemania. Pero bueno, no deja de ser una de las compañías más importantes y más grandes del mundo, como grupo, con varias y prestigiosas marcas. El imparable avance chino, el parate (¿momentáneo?) de las ventas de EV (con una enorme inversión de Volkswagen para desarrollar modelos eléctricos) y otros factores, han hecho que esté en medio de tal restructuración. Pero cuidado, lejos de estar en una situación terminal. Ha hecho una gigantesca inversión en Rivian, una automotriz norteamericana con 2 productos eléctricos iniciales, la pickup R1T y el SUV R1S, ambos con tecnologías y avances realmente de punta. No menor inversión para (re) lanzar la marca Scout en Estados Unidos.
Scout arrancará con una pickup y un SUV también, aunque posicionados por debajo de Rivian. Sin ser low cost ni mucho menos, con precios de unos USD 45,000, están algo lejos de Rivian, con USD 70,000, si bien la novel automotriz presentará más adelante modelos más cerca de los niveles de Scout. Y el principal interés de Volkswagen en Rivian tiene que ver con su altísima tecnología y know how para el desarrollo de modelos eléctricos. No, no es que los ID.3, ID.4, ID.5 y el resto, sean modelos viejos o poco competitivos, pero no están a la altura de la marca norteamericana, y por eso, por ejemplo, será aquella la que tenga mucho que ver en el desarrollo del próximo Golf EV. Rivian cuenta con una plataforma eléctrica avanzada pero muy sencilla comparada con la de Volkswagen y por lo tanto más barata y más confiable. Y Volkswagen aportará todo el resto a la joven automotriz norteamericana.