A mediados de 2017 presentábamos el nuevo Volkswagen, titulando «T-ROC, ¿el SUV del Golf?«. Y no es que me crea una usina generadora de frases sino que en realidad, deriva del hatch y puede considerarse lógicamente como su versión SUV, algo así como Toyota Corolla Cross a Corolla, por buscar un ejemplo actual. Aunque en esos momentos, no tan lejanos, todavía el mundo SUV «no destruía todo a su paso», seguramente T-ROC se convirtió en la principal amenaza para Golf. Un par de años más tarde llegaría el espectacular R, con 310 CV. Finalmente, a fines de 2021 Volkswagen presentaba el restyling de mitad de ciclo.

Ciclo que está culminando (el de esta generación) ya que el próximo T-ROC II está en fase final de pruebas y será presentado este año. Hablamos del cuarto modelo más vendido en Europa, lo cual da una idea de la importancia del modelo para la marca alemana. Si bien ya ofrece variantes híbridas actualmente, la novedad pasaría por incorporar versiones PHEV, enchufables, beneficiándose con otras mejoras y avances ya presentados en el restyling de su hermano Golf. Aunque no hay drásticos cambios visuales (nunca los hay en Volkswagen, uno de sus atributos), pasa de la plataforma MQB a la MQB Evo.

Crecería algunos centímetros (¿10?), volvería a ofrecer el deportivo T-ROC R aunque menores chances aparecen para la continuidad del cabrio. No habría versiones puramente nafteras, ni diesel, claro, sino híbridas. Tampoco eléctricas ya que, como adelantó Volkswagen hace tiempo, T-ROC será el último modelo en la etapa previa a la electrificación, algo que ha cambiado en todo el mundo, pero, la tendencia final sigue. Visualmente se acercará a sus hermanos SUV Tiguan y TAOS, sin variaciones radicales. Mayor equipamiento en ADAS, y seguramente una muy buena performance comercial como el actual. Seguirá lejos de Argentina. ¿Seguirá?…