Opel Manta es (fue) un desconocido para nosotros ya que no formó parte del portfolio de la marca en su breve paso por Argentina. Se trata de una coupé derivada del Ascona y que se fabricó en 2 generaciones, desde 1970 hasta 1988. Por otro lado, el título, con cierto ironía, presenta una verdad conocida por todos: cualquier nuevo desarrollo de producto en la actualidad, debe tener sí o sí 2 palabras en su génesis: SUV y eléctrico. La primera puede sufrir alguna pequeña mutación, la segunda por ahora no. Más adelante podrían llegar de manera más generalizada los e-fuels, hidrógeno (no como pila de combustible) y algún otro desarrollo que permita imaginar un futuro algo por fuera de la movilidad eléctrica.
Por otro lado, la conformación de Stellantis, le ha dado a algunas de sus marcas un horizonte de sobrevida y hasta de prosperidad, impensado antes de su creación. Hemos escrito bastante al respecto. Es cierto que Opel ya había comenzado a «ver la luz al final del túnel», de la mano de la ex PSA que la compró hace unos años, con Crossland, Grandland y el nuevo Astra. Claro, tantas posibilidades por sus múltiples marcas y modelos, que se agruparán en solo algunas plataformas (la STLA en diferentes escalas) pero con no pocas alternativas estéticas. Y así como se está poniendo a punto el retorno del Lancia Delta, por ejemplo, Opel está trabajando en un nuevo Manta-e, cuyo nombre se debe a su motorización eléctrica.
Y aunque no será exactamente un SUV, al menos como los tenemos visualmente asociados (grandes 4×4), no será tampoco una coupé clásica como su abuelo. Mutará hacia un formato más orientado al mundo SUV, como el DS 4 o el mismo Lancia Delta. Tomará la plataforma STLA Medium, la que permite autonomías de hasta 700 km y potencias hasta 245 CV, valores más que interesantes. El Opel Manta-e será fabricado en Italia, junto con las próximas generaciones de Peugeot 3008 (eléctrica) y DS 7 Crossback (E-Tense). Llegaría hacia 2025, un año después que el 3008 de 3a generación.