Tiempos complicados se viven en el mundo, también en el del automóvil, y una de las razones tiene que ver con el tema de la movilidad eléctrica. Hemos hablado en varias oportunidades y con diferentes matices del tema, pero basta tener en cuenta que en los últimos años, la industria automotriz vivió una vorágine por los eléctricos, llegando a paralizar inversiones en térmicos (quizás razonable) e híbridos, y apostando prácticamente todo al mundo EV. Ese era el panorama hasta hace un año, diría. Pero, así como fue demasiado brusco el interés por erradicar motores a combustión, ahora parece que el proceso inverso (parcial y temporal), también está acrecentándose, haciendo que muchas automotrices retrasen el deceso de algunos modelos y/o presenten renovaciones no previstas de modelos movidos con combustibles fósiles.

Hace poco hablábamos del próximo GLC eléctrico (¿se seguirá llamando EQC, o GLC EV?). Es el turno del sedán, Clase C. A diferencia del SUV, no cuenta aun con variante eléctrica y, como adelantamos a fines de 2023, la marca alemana prepara la próxima generación eléctrica. A partir de lo comentado en el párrafo anterior, tengo mis serias dudas que implique el final del actual con motores térmicos e híbridos. Me atrevería a asegurar que el próximo restyling de mitad de vida de la actual generación lanzada en 2021, se demorará algo en llegar y estará vigente más tiempo, tal como expresó el CEO de Mercedes: «Habrá modelos térmicos mientras el mercado los siga demandando», algo que por ahora parece tener continuidad por largos años.

Incluso fue más allá y más apocalíptico (hablando de la movilidad eléctrica en general): «Si la venta de eléctricos no repunta, se verán muchas asociaciones entre automotrices para reducir costos de I+D». Se sabe que muchos modelos eléctricos, actualmente se venden a pérdida en la industria en general, y eso no puede prolongarse por mucho tiempo, obviamente. Como dato ilustrativo, en el segundo trimestre de este 2024, Mercedes vendió un 25% menos de eléctricos que en el mismo período de 2023, cuando las previsiones eran a la suba, y de manera importante. Volviendo al próximo Clase C EV, contará con la plataforma MB.EA, igual que su hermano SUV y tendrá un diseño bastante más «jugado» que el actual, sin perder la elegancia MB.