Aunque el nombre Everest no suene familiar en Argentina, y tampoco en buena parte del mundo, sí resulta muy conocido en Australia y algunos mercados asiáticos. Ya en la generación anterior, fue el nombre elegido por Ford para bautizar a la versión SUV de la Ranger. Curiosamente, o no tanto, aunque Ford Argentina amagó con producirla en Pacheco, el proyecto no llegó a concretarse. Se renuevan las expectativas entonces, de una Ranger SUV argentina. Veremos. Lo cierto es que a nivel mundial, Ford está presentando la nueva generación Everest.
A mediados del año pasado especulábamos con la apariencia del nuevo modelo; algo no tan complicado, teniendo en cuenta que, básicamente, es la nueva Ranger recientemente presentada, en formato SUV. La Everest presentada es la del mercado australiano (por eso el volante a la izquierda); no está claro si llegará a Estados Unidos y a Europa (personalmente creo que al viejo continente sí). Respecto al modelo anterior, crece 5 cm en su distancia entre ejes, mejorando la habitabilidad. Comencemos por su mecánica (siempre refiriéndonos al mercado australiano, habrá seguramente diferencias con otros mercados donde sea lanzada), diciendo que inicialmente tendrá dos motores y ambos diesel; el 2.0 de 213 CV (de la Raptor actual) y un V6 turbodiesel de 253 CV, en ambos casos asociados a una caja automática de 10 relaciones.
Tracción trasera para las versiones más accesibles, y 4×4 para el resto. En cuanto a equipamiento, será similar al de equivalentes variantes de Ranger, con la posibilidad de contar con una tercera fila de asientos. En Seguridad, hasta 9 airbags, Control de Crucero Adaptativo, Frenado Automático de Emergencia, Detección de peatones y Asistente de Escape de Emergencia, entre otros sistemas. En Confort, butacas calefaccionadas y de accionamiento eléctrico (indispensable para algunos mercados) y cargador wireless . En cuanto al diseño, y comenzando por el interior, se mantiene casi sin cambios respecto a la Ranger de la cual deriva; algo previsible en este tipo de desarrollos.
En cuanto al diseño exterior, podríamos resumir diciendo que «hasta la mitad, es una Ranger», con diferencias lógicas en la parte trasera. Mirándola de perfil, llama la atención el gran voladizo trasero, con la tercera ventanilla lateral subiendo hacia atrás, para estar a la moda, y un pilar «C» bastante ancho. Las puertas traseras son más grandes, algo necesario, partiendo de una pick up. Creo que si bien el remate trasero está logrado, resulta tal vez algo impersonal, mal común a muchos modelos en la actualidad. Algún aire a Jeep Compass y a Nissan X-Trail, pero es algo muy subjetivo.
En términos generales, una SUV muy atractiva. En el sector frontal, de todos modos, aparecen algunas diferencias respecto a Ranger. En las ópticas y en la parrilla. Además, como detalle curioso, en el capot aparece el modelo (Platinum en este caso). Interesante nueva Everest.
¿Tendremos la nueva SUV de la Ranger en Argentina?
Resultaría algo absolutamente lógico; pero como ya ocurrió con la anterior generación, tras algunas idas y vueltas, no me animo a asegurarlo. De todos modos, teniendo en cuenta que no son tantas las modificaciones respecto a Ranger (pero requieren su desarrollo igualmente), creo que tendremos una Everest argentina, incluso como polo de producción sudamericano, seguramente recién en 2023, tal vez algo antes. Ojalá.