Resumen inicial. La nueva generación Charger tendrá configuración 2 y 4 puertas y motores nafteros o eléctricos. Interesante oferta. Hace algo menos de un par de años, Dodge presentaba el Charger eléctrico, un concept que adelantaba esta nueva generación, y casi al mismo tiempo que confirmaba el certificado de defunción ya preparado, tanto para el 4 puertas como para el Challenger. De todos modos se sabía que no implicaba una desaparición de ambos sino una reencarnación que, tal como adelanté hace un tiempo, podría unificar ambos modelos en uno solo. ¿Tendría sentido contar con un Charger 2 puertas y un Challenger a mismo tiempo y de filosofías similares? Claramente no.
De todos modos si existió un Charger coupé; así nació, y dio vida al recordado General Lee. El año pasado confirmábamos una buena noticia (al menos para muchos): la nueva generación también incluiría una alternativa térmica, algo curioso en estos radicales tiempos eléctricos (que por otro lado, parece que no lo están siendo tanto…). Claro, ya sin el icónico motor V8 HEMI, pero naftero al fin. Vamos al nuevo Charger. Parte de la plataforma STLA Large de Stellantis, y será fabricado en Canadá. El naftero (llamado Sixpack) contará con el nuevo motor Hurricane de 6 cilindros en línea y 3 litros, llegará algo más tarde, en 2025, y contará con 2 niveles de potencia: 420 CV o 550 CV. Nada mal.
Inicialmente Dodge pondrá a la venta el Charger eléctrico (bautizado Daytona), con dos motores y también dos variantes de diferente potencia: 503 CV y 680 CV, bastante más que los nafteros. Arquitectura (eléctrica) de 400 V y una autonomía que alcanzará a los 510 km. Más adelante podría llegar la más eficiente de 800 V, probablemente para alguna versión más radical, reemplazando a las actuales Hellcat. Completan el panorama suspensiones deportivas, frenos Brembo, llantas de 20″ sobre neumáticos 325/35R20. Bestiales. Claro, la magia no existe, y el peso del nuevo Charger llega a los 3,200 kg, lo que no le impedirá alcanzar prestaciones radicales.
Respecto a la parte estética, el nuevo Charger llega a los 5.25 m, más que los 5.1 m del actual y los 5 m del Challenger. Visualmente no difiere demasiado del concept anterior y podríamos resumir su aspecto como una combinación entre ambos modelos deportivos, quizás más cercano a Challenger. Conserva el ADN histórico de ambos. Varios guiños al pasado, y una modernidad lograda, creo, con un diseño que no innova quizás pero que resulta armónico. En el interior, todo digital obviamente, con una pantalla integrada pero que no me parece estética, además de un minimalismo exagerado. Claramente me gusta mucho más por fuera que por dentro. ¿Llegará a Argentina? Aunque algunos Challenger entraron en la década anterior, lo hicieron de forma particular. No descarto tengamos Charger en 2025, pero por hora, signos de interrogación. Ojalá.