En la industria automotriz actual, a pesar que muchas han desaparecido, quedan varias marcas centenarias, algunas icónicas, como Lancia y Alfa Romeo, ambas pertenecientes a la ex FCA, y ahora bajo el conglomerado Stellantis. Y las dos, pasionales, si bien con diferencias, venían apagándose, con un presente (y pasado) triste, muy alejado de sus gloriosos años. Lancia como sinónimo de refinamiento y sobriedad, brillando en el mundo del rally, y Alfa Romeo más orientada al «cuore sportivo», tanto estéticamente como a nivel prestaciones. Stellantis presentó un plan de recuperación de ambas marcas, a 10 años, pero con varios productos a presentar en los próximos años; algo inevitable si quiere que vuelvan al brillo del pasado.
En el caso de Alfa Romeo, y con el SUV Tonale presentado, el próximo baby jeep Brennero en breve (¿realmente está confirmado?), y renovaciones confirmadas para Stelvio y Giulia, eléctricas claro, con varias especulaciones, como por ejemplo la del probable regreso del MiTo, queda un espacio en la parte más alta de su portfolio, y es la que nos ocupa en este caso. Alfa Romeo sabe que para pelear en serio a los alemanes premium (su objetivo real de siempre), tendrá que volver a incursionar en segmentos mayores, como fue el del recordado (controvertido, convengamos) Alfa 166. Claro, hoy con los SUVs protagonistas, no tendría mucho sentido un sedán de grandes dimensiones, pero quizás sí un formato más orientado al SUV, como está de moda, mezclando trazos de ambos mundos.
El nuevo modelo llegaría en 2027, eléctrico, luego de las renovaciones de Giulia y Stelvio en 2025. Se convertirá en el Alfa Romeo más grande, más caro y exclusivo, e intentará de una vez por todas, pelear en serio en el segmento premium, algo que no ha conseguido hasta ahora. Por un lado, podría meterse contra los Mercedes EQE sedán, BMW i5 (no presentado aun) y Audi A6 e-tron, pero también intentar quitarle mercado a los EQE SUV, iX y Q6. Tomará la plataforma Stellantis STLA Large, que permite potencias de hasta interesantes 450 CV, conformando un mix entre sedán, crossover y SUV, algo que parece haber llegado a la industria automotriz para quedarse. Ah, podría llamarse Alfetta, caro nombre a los sentimientos de Alfa.