INTRODUCCION
En un lejano 2017 la entonces FCA presentaba la nueva Jeep Compass, que poco tenía que ver con la que se había vendido tiempo atrás. Un año después nos subíamos a la versión más cara, la Limited Plus, y en 2019 probábamos la Longitude AT6. En 2020 volvíamos a la renovada Limited Plus, y hace unos meses podíamos comprobar las virtudes de la nueva generación Compass, con leves cambios exteriores, importantes puertas adentro y con el eficiente nuevo motor 1.3 Turbo de 175 CV. Y además nos subimos a su hermana mayor, la Commander, en un breve contacto en Buenos Aires. El éxito comercial de Compass es indiscutible. En Brasil, en el acumulado del año, ocupa un espectacular 7° puesto en la general, incluso delante de Renegade. En Argentina está en el puesto 27, nada mal, aunque lejos del boom en el vecino país.
DISEÑO
Hasta acá la habitual introducción que hacemos en estas notas. Vamos al análisis de esta versión diesel de Compass, la más cara y equipada de la familia, y la única con motor diesel, caja AT9 y tracción 4×4. Un diferencial interesante. En la nota del test de la Limited naftera nos explayamos sobre su diseño. No ahondaremos, pero un resumen. Aunque lo estético es bastante subjetivo (no 100%), creo que podemos afirmar que Compass está muy lograda estéticamente. Gusta a todos. Prueba del acertado diseño es que lleva 5 años en el mercado, prácticamente sin cambios exteriores.
Esta versión se diferencia del resto por algunos detalles pero que, en el sector frontal, la muestran bastante diferente. Un calco en negro y rojo sobre el capot (que podría ser más vistoso; pasa desapercibido), parrilla en negro mate, sin «cromados» y paragolpes específico. Me quedo con el de Limited, subjetividad mediante. Atrás casi nada. Pierde el «doble escape» y cromados y recibe un gancho para remolque, en rojo. De perfil, las llantas de 17″ (19″ en aquella), más razonables para ciudad y ausencia de cromados también. Neumáticos Pirelli Scorpion ATR 225/60R17 de uso mixto. Pero en términos generales, las diferencias son menores respecto a la Limited; de todos modos logran el efecto de mostrarla diferente. Además, tiene 20 mm adicionales de despeje, los que sumados a un mejorado ángulo de ataque, por un paragolpes específico, y también de salida, y una importante protección de las partes bajas, le dan una interesante mejora off road.
INTERIOR
Aunque respecto a la Limited probada no hay prácticamente diferencias, comparando con la anterior Compass, las diferencias son profundas, radicales, importantes. El ingreso al habitáculo es sencillo y nos encontramos con el negro dominando el interior. Para mi gusto un exceso de «negro piano» (piano black), ya que queda muy bien pero es muy susceptible al maltrato. Detalle de doble costura en varios lugares como volante, contrapuertas, butacas y torpedo. Las butacas ofrecen comodidad y muy buena postura de manejo por partes iguales; impecables. Ambas con regulaciones eléctricas, lo mismo que el volante, y en altura y profundidad, lo esperable en este nivel. Muy buena calidad constructiva aunque podría contar con materiales más «blandos», más cercanos al mundo premium.
Párrafo aparte para el audio Beats, con subwoofer atrás. Impecable, muy buen sonido. Otro motivo para disfrutar viajar en Compass. El tablero es digital, compartido por otros modelos como Fiat Toro. Con algunos diseños elegibles, nos quedamos con el más clásico, el que simula aquellos recordados analógicos con 2 grandes cuadrantes para odómetro y velocímetro, de buena resolución. Sector central para la computadora de a bordo. Bien. Pantalla central muy bien integrada, y de buen tamaño, sin exagerar. Android Auto inalámbrico, muy útil para «conectar» el smartphone y además, más abajo, cargador wireless. Altas opciones de seteo para los distintos parámetros y funciones del auto, sobre todo en Seguridad.
Por ejemplo, puede configurarse la intensidad de corrección del volante para el Mantenimiento de Carril. El climatizador de 2 vías no tiene display propio, pero al presionar alguno de sus comandos físicos, automáticamente se refleja en la pantalla central. Muy práctico. Bien por no haber eliminado estos comandos, algo muy de moda, lamentablemente. Enorme techo solar, de accionamiento eléctrico, tanto la persiana interior como la mitad practicable, como dicen los españoles. Exquisito. Resumiendo las plazas delanteras en pocas palabras: muy buena calidad (más constructiva que de materiales), atractivo y refinado diseño, comodísimas plazas delanteras y prácticos tablero y pantalla central digitales (si bien seguimos prefiriendo el mundo analógico). Impecable. Más abajo consola entre asientos con pomo caja, muy ergonómico, con freno de mano eléctrico (no me gustan, pero en los SUV puede estar), selector de tipo de terreno (para la tracción) y otras «teclas» para bloqueo 4×4. 4×4 Low (que no es exactamente una baja a nivel transmisión) y Control de Descensos.
También sencillo el acceso a las plazas traseros y como en cualquier SUV/pick up, las piernas van flexionadas, aunque no tanto en este caso. Buen tamaño de cojín, con la posibilidad de ubicar pies por debajo de las butacas delanteras. Plaza central incómoda, como en todos los modelos actuales, aunque no tanto en Compass. Muy buena visibilidad y la posibilidad de disfrutar el enorme techo transparente, con buena altura, justamente, al techo. Vamos al «baúl». Portón trasero de apertura y cierre eléctricos, y también «sin manos», moviendo el pie por debajo del paragolpes. Práctico. Amplio espacio de carga, con piso alto, pero por una buena razón; el auxilio es homólogo (neumático y llanta) a los otros 4. Acepto el cambio, bienvenido. Vamos al otro extremo. La apertura es sencilla, con varilla (podría tener amortiguador), pero conformando un proceso bastante sencillo y liviano. Excelente presentación de vano motor, encapsulado pero con poco lugar para «meter mano».
EQUIPAMIENTO
CONFORT
– Butacas eléctricas en cuero ecológico Trailhawk
– Keyless para entrar y salir y arranque
– Cargador Wireless
– Audio Premium Beats
– Apertura de baúl «hands free»
– Encendido remoto de motor
SEGURIDAD
– Múltiples Airbags, incluido el de rodilla
– Detector de Punto Ciego
– Alerta Tráfico cruzado
– Alerta Activo de Cambio de Carril
– Asistente Frenado Automático
– Crucero Adaptativo con Stop&Go
– Detección de Señales de T´ráfico
– Detector de Fatiga
– Control de Descenso y AutoHOLD
– Luces Altas Automáticas
– Monitoreo de presión de Neumáticos
– Asistente Autónomo de Estacionamiento
Compass Trailhawk en Cantera de piedra
FUNCIONAMIENTO/DINAMICA
Sin dudas otro de los altos puntos de esta Compass Trailhawk, además del diseño y el equipamiento. Se diferencia de cualquier otra Compass por el motor diesel 2 litros de 170 CV, la caja automática de 9 relaciones y la tracción integral. Importantes cambios respecto al resto, y de hecho, lo más notable. Tanto el motor como la caja son/fueron compartidos por otros modelos como Fiat Toro o Jeep Commander (con algunos Nm de Torque adicionales). Arranque instantáneo, motor ruidoso en ralentí y desde afuera, ya que al circular, se percibe que es diesel, pero el ruido baja mucho a niveles más que tolerables.
Como ocurrió con todas las Compass antes probadas, el Confort de Marcha es altísimo en cualquier condición. Levemente menor en Trailhawk por el sonido del motor diesel, y a la vez levemente superior por el placer de manejar un diesel (opinión personal), y no solo por el mayor torque, sino por una cuestión casi espiritual, diría. A velocidades legales, se puede viajar muy confortablemente, casi rozando el aburrimiento (elogio). En ciudad, gracias también a un muy buen seteo de suspensiones (trasera Multilink), caja de 9 relaciones e insonorización, placer absoluto. Dirección con Asistencia Eléctrica muy cómoda. También en ruta, muy apto para viajar, lo que hicimos. En nuestro habitual recorrido por «complicados» caminos de montaña, con curvas y contra curvas, subidas y bajadas, se mostró muy segura. Lógico y esperable quejido de los neumáticos de perfil alto (60) y transferencia pesos (1,800 kg), en tales exigencias, además de un centro de gravedad mayor al de un auto. Aun así, no mostró fisuras, con Control de Estabilidad poco intrusivo. Bien.
Solo baja un poco el puntaje (hilando fino) en caminos en tierra en mal estado y en velocidad, los que transita con seguridad pero no se la siente tan a gusto. Pero en el promedio, el andar es uno de los tantos puntos fuertes de Compass en general y de Trailhawk en particular. Buen poder frenante, sin descollar, muy buenas luces LED bajas y altas. La aceleración no da vértigo pero es más que suficiente para un uso normal y hasta para alguna exigencia deportiva. En modo «manual» (a falta de un modo Sport, lógicamente) mejora bastante la perspectiva. Vamos al siempre subjetivo consumo. No tanto en ruta, donde es fácil establecer un valor de referencia. A 110 km/h consigue unos 15.5 km/l, excelente valor dada su altura y sección frontal. En ciudad (acá llega el subjetivismo), siempre hablamos de «se pueden obtener…..bajo tales condiciones….», y en este caso, diría que hasta 9 km/l se pueden obtener si las condiciones de tránsito no son caóticas. Ayuda la caja de 9 relaciones (que arranca en 2a y coloca la 9a recién por encima de los 100 km/h). En general, austero. Motor eficiente, probado. No hicimos complicadas pruebas off road pero sí transitamos en 4×4 y en LOW, mostrando una gran capacidad de avance en terrenos complicados.
CONCLUSIONES
Como ocurrió con las anteriores Compass probadas, el balance siempre es muy positivo. En la anterior «generación», decíamos que tenía solo un par de cuestiones mejorables: un consumo alto (con el 2.4 naftero) y un interior que mostraba el paso del tiempo. Pues bien, ahora, con el nuevo 1.3 turbo (probado en Limited) y este conocido diesel 2.0 de 170 CV, el principal defecto de Compass se solucionó totalmente. Y el interior muestra un interior muy evolucionado respecto al anterior. Además del equipamiento en Seguridad (otra debilidad del anterior) que ahora es muy generoso. Y siguen las virtudes de siempre: Diseño atractivo, Confort de marcha, comodidad interior, etc. Casi todo positivo en el balance. ¿No hay nada que no me haya gustado?
Claro que sí, siempre hay cuestiones criticables, aunque en este caso son menores, al menos en comparación con las virtudes. Los materiales son de calidad, pero podrían estar un poco «más arriba», el Alerta Activo de Cambio de Carril, si bien regulable, es muy sensible; termina siendo desconectado ya que corrige permanentemente, y ya hilando muy fino, el tablero podría tener alguna configuración adicional en cuanto a presentación. Llegamos al precio. Los Jeep no son baratos y así lo entiende y acepta el mercado. Compass presenta 4 modelos. Desde el Sport 270 (motor 1.3 turbo y caja AT6) a $ 7,854,000, hasta este Trailhawk a $ 9,735,000. ¿Caro? Difícil evaluar en esta Argentina con precios y stocks tan variables, pero no son baratos, y aún así el mercado los elige.
