En la primavera de 2020, enplena cuarentena, presentábamos la nueva generación de los deportivos y prestacionales M3 y M4, con la nueva parrilla «enorme», inaugurando una nueva era estética en el mundo M. Y a mediados del año pasado adelantábamos el nuevo M4 CSL (con «L» de liviano), modelo que ahora estamos mostrando de manera oficial. En esa nota contábamos la historia del modelo, y especulábamos con que el nuevo M4 CSL podía llegar a los 540 CV, un upgrade de 30 CV respecto al M4 «normal». Pues bien, finalmente, la versión final de producción ostenta 550 CV, pero no se trata solo de eso.
Si bien 40 caballos más aseguran mayores prestaciones, si además la balanza acusa un peso menor, la ecuación mejora notablemente. Es más, como hemos escuchado en varias oportunidades, es tanto o más importante reducir peso que aumentar potencia, a la hora de mejorar prestaciones. Y este BMW M4 CSL ha conseguido bajar 100 kg (llegando a 1,625 kg), más que interesante valor. ¿Cómo lo hizo? Bueno, a través de varias acciones. Por un lado, no tiene asientos traseros y con ello han reducido 22 kg. Además, las butacas delanteras son de CFRP (Polímero de Fibra de Carbono), más liviano. Los frenos son carbocerámicos, más ligeros, y el escape es de titanio. Mejoras en el peso.
Por otro lado, presenta algunos insertos aerodinámicos, como la gran «cola de pato» sobre el portón posterior, spoilers delanteros, faldones laterales, y otros apliques y calcos alusivas al modelo. Además, la parrilla tiene un diseño específico, lo mismo que la distribución interna de las ópticas y la parte baja de paragolpes. También atrás, con las mismas 4 salidas de escape que el M4, pero reformuladas. A pesar de ser el modelo más prestacionales de la Serie 4, muestra un upgrade estético bastante racional respecto al modelo «normal», algo habitual en BMW. Solo se construirán 1,000 unidades y la presentación coincide con los 50 años de M, la división deportiva de BMW.
