A esta altura no sorprenden anuncios respecto al fin de comercialización de modelos otrora clásicos, o simplemente de buena salud comercial. En el caso del Audi Q2, pensemos que se trata de un vehículo lanzado en 2016, con un formato SUV muy vigente hoy en día, y con un restyling aplicado en 2020 y a cuyo ciclo comercial de vida le quedan un par de años. Quizás por esto la noticia sorprende. La misma Audi, de manera oficial, ha expresado que el Q2 no tendrá relevo una vez que termine su vida comercial, en 2022. Tiene su justificación. Quizás la misma que le da sentido al final del Audi A1, pequeño e interesante modelo de la marca alemana, que se vende en Argentina, también en su actual segunda generación. Vamos a la causa de esta decisión.

Audi ha decidido ser «más premium», y si bien no implica que cambie su actual «calidad», sí entiende que seguir fabricando modelos no tan rentables y de acceso de gama o de la parte inferior de su portfolio, se contradice con su intención de volverse más exclusiva, más selecta, más premium. Y esto explica también la despedida del A1. Pero… ¿el corte seguirá por otros modelos «accesibles» como el A3? No está claro, tampoco se dedicará a vender solamente A8 y Q8, claro. Y tarde o temprano, A3 también dejará su lugar a otro modelo con aquel formato y movilidad eléctrica. La industria automotriz no está cambiando levemente; está cambiando paradigmas y reinventándose como nunca antes en su historia.