El título suena a «noticia bomba», amarillista, y seguramente hace unos años tal hubiera sido la sensación al leerlo. No hoy. Estamos acostumbrándonos, a la fuerza, a cambios de paradigmas. Hasta hace unos pocos años, se hablaba de los híbridos como «el presente» y los eléctricos como el futuro. Pues bien, aquellos han pasado a mejor vida (si bien quedan algunos años de relativa vigencia) y todo pasa hoy por la electricidad, ya sea con baterías o con hidrógeno como combustible. En ese contexto, la noticia que Volkswagen no venderá más vehículos con caja manual no debería sorprendernos.

En primer lugar porque estamos hablando de 2030, y al ritmo que vienen sucediendo los cambios en el mundo y en el sector automotor, 9 años son «una eternidad», literalmente. Por otro lado, dejando por ahora el tema eléctricos, cada vez más los usuarios eligen cajas automáticas, ya sean convencionales, CVT o (poco) las robotizadas. De hecho, tanto la próxima generación Tiguan como el restyling del Passat (ambos para 2022), seguramente el último de su vida, tendrán solo opciones automáticas de caja. Esto sumado a la muy mayor proporción de este tipo en los modelos actuales.

Por otro lado, hacia 2030 Volkswagen debería tener toda su gama electrificada (según sus propios anuncios), y por lo tanto, teniendo en cuenta que los eléctricos no tienen caja de transmisión, si quedaran algunas variantes con motor a combustión para esa fecha, algo poco probable, serán ofrecidas con transmisión automática. Aquellos «no tan lejanos» tiempos de prestacionales modelos, con turbos de acople brusco, con caja manual y sensaciones vertiginosas «se han ido para siempre», o en todo caso han mutado a otras sensaciones diferentes. Estrictamente hablando de tiempos de aceleración, los actuales son incluso menores que aquellos, pero si «de sensaciones» se trata, nada será como antes…