Desearía dedicarle mucho menos espacio a la electricidad en los motores de automóviles, toda vez que he disfrutado, de lejos y de cerca, tanto nafteros como diesel, irremplazables en cuanto a las preferencias de los más fierreros, aunque esto resulte anecdótico. La pena de muerte para los motores a combustión está anunciada y por más apelaciones y «habeas corpus» que imaginemos, el fin de su comercialización se dará más temprano que tarde. Y Abarth no es la excepción. La marca del escorpión tiene vida asegurada gracias a la nueva Stellantis, aunque no sin condicionamientos. Deberá ser rentable y para ello tendrá que recurrir, como el resto de las automotrices, a variantes eléctricas. ¿Porqué? Por un lado debido a que para cumplir las cada vez más exigentes normas anticontaminantes (europeas fundamentalmente) las automotrices deben destinar cada vez mayores recursos a I+D, y no son precisamente recursos económicos los que abundan.
Por otro lado, y por un sencillo tema de economías de escala, cada vez será más barato producir eléctricos y lo opuesto ocurrirá con motores a combustión. Pero esta noticia de Abarth permite salirnos por un momento de esta parafernalia eléctrica. La mítica marca italiana está presentando el F595, con base Fiat 500 y con leves cambios, estéticos y mecánicos, respecto a los demás Abarth 595. Comenzando por lo visual, nuevas llantas de 17″, detalles en azul, butacas deportivas, y un curioso escape conformado por dos salidas dobles, pero en disposición vertical. En términos mecánicos, a pesar que mantiene el 1.4 MultiAir de 165 CV, como el que probamos hace un tiempo, cuenta con una nueva puesta a punto más deportiva, que no mejora su aceleración, que se mantiene en los 7.3 segundos para llegar a los 100 km/h, pero sí levemente la recuperación. Caja manual de 5 relaciones o robotizada como opción. Por ahora podemos seguir disfrutando algunos deportivos «a la vieja escuela» como este Abarth F595.