Larga historia, a esta altura con Fiat Cronos, fabricado en la planta cordobesa de Ferreyra. Desde que lo mostramos por primera vez, allá por fines de 2017, hasta la escapada vacacional a la costa bonaerense, con un 1.8 Precision, a principios de este año. En el medio, los primeros kilómetros transitados, la prueba del 1.3 Drive, la del 1.8 Precision. Digamos que nos conocemos bastante con Cronos (y con Argo). Sin embargo, un viaje a Rosario, para transitarla durante dos días, era una buena excusa para volver a ponernos en contacto con el sedán mediano de Fiat, y de paso alguna salida adicional a las sierras cordobesas.
A diferencia del anterior Cronos Drive 1.3 que manejamos, este no tiene pack Conectividad y por lo tanto carece de pantalla central, sensores traseros y llantas de aleación. «¿En pleno 2019 un auto con tazas?», comentó un lector. Y sí, por algún lado hay que bajar costos para ofrecer una variante más ecónomico. No nos parece un déficit grave, aunque ya estamos acostumbrados a llantas de aleación en la mayoría de los modelos (si Corolla XLi tiene tasas, ¿porqué no el Cronos?). Pero volvamos a nuestro viaje a la Chicago argentina. Viajé varias veces en estos últimos años a Rosario y no deja de sorprenderme. Una ciudad que evoluciona, que progresa y con el río como gran atractivo. Debíamos recorrer distintos puntos de la ciudad durante dos días, y qué mejor que volver a experimentar sensaciones con el sedán de Fiat.
Pocos minutos despues de las 5:30 de la mañana salía desde Córdoba hacia Rosario. Viaje tranquilo, con pocos autos, por una Autopista en bastante buen estado, incluso en aquel tramo que se hizo famoso por lo destruido, con algunos videos virales, cerca de Rosario. Los peajes tienen su incidencia económica, claro. A las 9:30 estaba en el punto de inicio: Av. Perón, bastante antes de la coqueta Terminal de Omnibus. Con un tranquilo ritmo de 110 km/h, el rendimiento fue de 16 km/l, tras los 398 km que separan inicio y fin de ruta, aunque en realidad, tomamos la circunvalación rosarina como parte del parcial. Buen valor. El viaje fue relajado, con buen confort de marcha, penalizado por la rumorosidad del motor, per sé, y además por una caja de 5a que «pide» una marcha más. Es el primer modelo de los varios Argo/Cronos probados que no tiene central multimedia, y ¿la verdad? no me sentí huérfano ni mucho menos, aunque a nivel estético se note su ausencia. Este motor, de razonables 99 CV se siente más a gusto a partir de las 2500 rpm, aunque tampoco «despierta» arriba. Es un motor racional, interesante, pensado para un equilibrio entre prestaciones y consumo.
Salimos del primer punto de contacto y seguimos bajando al segundo: al lado de la terminal. Al salir de allí, cerca de las 12 hs, encendimos el Aire Acondicionado (no tiene climatizador) porque el mix calor/humedad de Rosario comenzaba, aunque de manera incipiente, a sentirse. Son las 13:30, y luego de pasar por el vistoso Parque Idependendencia, y muy cerquita de la cancha de Newell´s, seguimos por Bv Oroño (una de las mejores postales de Rosario) casi hasta City Center, ya lejos de aquel casamiento de su representante deportivo más importante, al menos de los últimos tiempos. El rendimiento cayó levemente, con mayor tránsito, a -todavía interesantes- 10.8 km/l. Allí reseteamos el trip B, luego de un breve almuerzo, y antes de seguir hacia la zona del Provincial. En recorrido urbano, resulta un tanto brusco el acople del embrague en conjunto con el delay del acelerador electrónico, pero nada mortificante. Muy buen confort de marcha en ciudad y tamaño justo para moverse en esos trazados. La caja no es la MQ de VW pero cumple. Siendo las 17 hs, dejamos al Cronos descansar y seguimos a pie, ya que nos tocaba pasar por dos lugares céntricos: plena peatonal y Shopping del Siglo. A propósito de la peatonal, me llamó la atención la «gran vida» nocturna que ostenta, inclusive a horas bastante tardías, y no hay decenas de policías custodiando. Sana envidia.
El primero de los tres lugares que debía visitar ese viernes, abría recién a las 10, así que aproveché para pasar por el monumento a la bandera, atractivo para quienes no vivimos allí y por lo tanto no estamos acostumbrados a su fuerte presencia. Seguimos por la espectacular costanera que tiene Rosario, muy pintoresca «de punta a punta», incluso hasta el Puente Rosario-Victoria a la vista. Luego de pasar por el antiguo túnel (al menos de apariencia) llegamos al lugar previsto. Rendimiento nuevamente ubicándose entre 11 y 11.5 km/l, si bien con un tránsito más bien moderado. No descolla, pero está en la zona media. Luego de los destinos siguientes, y del almuerzo, partimos de regreso a Córdoba, siendo poco más de las 15 hs, hora afortunadamente temprana para la masiva salida de autos de un viernes, como en toda ciudad. Dejamos una Rosario que realmente está impecable, al menos para uno que no vive allí y solo va de vez en cuando. Toda la vuelta fue con un fuerte viento cruzado, notable, pero de todos modos manteniendo el promedio de la ida. Llegada a Córdoba minutos antes de las 19 hs. luego de un confortable viaje, solo penalizado por un motor ruidoso para estos menesteres.
Como quedaba un fin de semana antes de devolver el auto el lunes a Fiat, en la planta cordobesa, aproveché para una escapada a los sinuosos caminos cercanos. Casi madrugada, sin tránsito, y la posibilidad de exigir un poco a este modesto 1.3, no pensado para este tipo de manejo. Claro, su muy suave progresividad hace que haya que «pisarlo» para conseguir nuestro cometido. Claramente no brinda diversión al volante en trazados exigentes. Cumple, con un perfil de neumático más alto que el del 1.8, y por lo tanto con mayor quejido pero a la vez mayor confort. El uso principal y más eficiente de este Cronos 1.3 Drive está en trayectos urbanos y escapadas en rutas, pero no largos viajes, los que puede enfrentar muy dignamente pero con un sonido elevado del motor. Buena experiencia con Cronos, un modelo que no esconde ni busca aparentar, cumpliendo bien su rol. Hasta la próxima.