Volkswagen T-Cross. ¿Peligroso para VW? Ya abordaremos este interrogante. Comencemos expresando que el T-Cross es el SUV/Crossover (mezcla de ambos) de su hermano de sangre Polo. Algo similar a los que es el T-Cross para el Golf. Obviamente, en términos estéticos, solo comparte algún rasgo menor con Polo, de la misma forma que Ecosport lo hace con Fiesta, para citar un ejemplo regional. Ambos productos germanos comparten plataforma, mecánica, y muchos elementos, pero la «cáscara» exterior es bastante diferente.
¿A qué se parece el nuevo Volkswagen T-Cross? Bueno, podemos encontrarle varias semejanzas, en mayor o menor grado de fidelidad. Claramente muestra un aire de familia VW, y por eso vemos algunos rasgos de Tiguan, de T-Cross y hasta del nuevo Vento. Y fuera del mundo propio, vemos alguna semejanza con el humilde Renault Kwid, sin querer inferir que la marca alemana se basó en el diseño del «chico» de Renault, ni mucho menos. En estos tiempos globalizados resultan frecuentes estas semejanzas. En el interior, las semejanzas con Polo sí son notorias.
Volkswagen T-Cross tiene un primo hermano en el grupo, el Seat Arona, aunque, ambos han sabido desarrollarse con visuales diferentes. El nuevo producto de la marca alemana toma la plataforma MQB A0, que sirve de base para varios modelos del grupo.
En cuanto a medidas, alcanza los 4,11 m, con una distancia entre ejes de 2.56 m, la misma del Polo hatchback, al que supera solo en 5 cm en longitud. El nuevo Volkswagen T-Cross se producirá en España para abastecer el mercado europeo y en Brasil, para al latinoamericano. Ambas versiones no serán exactamente iguales, sino que tendrán pequeños detalles diferenciadores, aunque menores.
En el viejo continente contará con el motor 1.0 TSI de 3 cilindros, con potencias de 95 y 115 CV, y el diesel 1.6 TDI de 95 CV, agregando luego una versión 1.5 TSI de 150 CV.
En Brasil podría mantener la oferta mecánica del Polo, con el 1.0L de 75 CV y 115 CV (el del up! pepper) y el 1.6L de 110 CV. De todos modos creemos que el de 75 CV no formará parte de la oferta regional. En Europa las opciones de caja son manuales de 5 y 6 relaciones y DSG de 7. En nuestros mercados, mantendría la manual de 5 y la Tiptronic de 6.
En cuanto a su diseño, nos parece muy logrado. Tal vez algo aburrido, aunque esto no es un defecto sino más bien una característica de los desarrollos de la marca alemana. Gran distancia entre ejes. «trompa cuadrada», perfil con caída de techo mas pronunciada que lo habitual en este tipo de modelos, y alerón deportivo. Buen despeje al suelo, frontal con parrilla similar al Vento y cola con ópticas «trabajadas» continuando en todo el ancho del portón. Diseño general bastante limpio.
En los portales oficiales europeos, brasilero y argentino ya se muestra el nuevo modelo, como anticipo de lo que seguramente será la preventa inicial. Su equipamiento en seguridad (al menos en el regional) no diferirá sustancialmente del que tiene Polo, destacando Control de Estabilidad, 4 airbags y poco más. Por otro lado, en Europa contará con Detección de Peatones, Frenado Automático de Emergencia, Lane Assist, Rear Traffic Alert y Park Assist. Llantas hasta 17″ según versión y luces LED, además de la posibilidad de elegir perfil de respuesta/conductor.
Finalmente, ¿porqué titulamos «peligroso» para VW?
Bueno, hay que explicar tal afirmación, o duda. Es conocido que en toda la industria automotriz, los SUVs y Crossovers están ganando mercado y participación en detrimento de sedanes, hatchbacks y rurales.
¿Tendencia?, ¿moda?, ¿practicidad? Tal vez una combinación entre ellas, pero lo cierto es que hay un cambio en las preferencias de los compradores. Para citar un caso interno, el Volkswagen T-Cross le ha quitado ventas al Golf (del que toma plataforma).
Y no tenemos dudas que el nuevo T-Cross absorberá clientes o potenciales clientes de Polo (nuevamente, como ocurrió con Ecosport y Fiesta), que se verán seducidos por su practicidad, aspecto y configuración.
¿Pero Volkswagen no sabe esto?
Claro que sí, pero ocurre que hemos contado solo una parte de la realidad. Además de robarle algunas ventas a su hermano Polo, el nuevo T-Cross tentará a compradores de otras marcas y modelos y a otros que no pensaban comprar Polo pero que sí miran «con buenos ojos» al nuevo modelo, y este efecto es claramente más protagonista que el anterior. Entonces, ¿que importa que un modelo quite ventas a otro del portfolio, si, en bastante mayor medida, tomará parte del mercado de la competencia? De todos modos, como siempre, el mercado tendrá la última palabra.