GTI. Sigla mágica dentro del grupo Volkswagen, y también en otras automotrices como Peugeot. Golf GTI fue uno de los creadores del concepto, Gran Turismo Inyección: modelos de calle, con un planta motriz más potente, algunas modificaciones mecánicas menores para acompañar mayores potencia y torque y algunos aditamentos estéticos (me atrevo a decir, casi lo más importante en un GTI). A mediados de los 70´s (del siglo pasado..) fue presentado el Golf GTI, con una potencia de 110 CV, los que aparecen «muy humildes» para nuestra visión actual, pero suponían un upgrade importante para los 70 CV de las versiones normales.

Golf GTI siguió su camino, y hoy encuentra en su 7a generación, la actual, una potencia de 230 CV y cuenta con su ¿homóloga? versión diesel, necesaria para el mercado europeo, con nada despreciables 184 CV (que achican esos 46 CV teóricos gracias a un mayor torque) y que le permiten transitar en ciudad consiguiendo rendimientos cercanos a los 18/19 km/l. Poco para agregar. En lo que hace al Polo, modelo que nos ocupa en este caso, y que cuenta con una historia (en tiempo al menos) similar a la del Golf, encontró su variante GTI a mediados de los 90´s, en su tercera generación.

En la actual (6a), que ha desembarcado en nuestra región, Volkswagen ha dotado al Polo de una motorización 2.0 TSI, con 200 CV que, gracias a su contenido peso, le confieren interesantes prestaciones, aunque no tan cercanas a las de su hermano Golf, claro. De todos modos, alcanza los 100 km/h en 6.7 segundos, nada mal. Estéticamente, encontramos -como era de esperar- muy sutiles diferencias respecto a sus hermanos «normales». Leves retoques en «bajos» del paragolpes delantero, doble salida de escape trasero, nuevas llantas específicas y algunas costuras en rojo en el interior: no mucho más.

Cuenta con el Active Info Display, el tablero digital configurable de Volkswagen. Su precio rondará los USD 30,000 cuando comience a ser comercializado, en breve en el viejo continente. Su equipamiento en seguridad es interesante, destacando Blind Spot Monitor, Rear Traffic Alert, Driver Alert System, City Emergency Brake y Park Assist, entre otros sistemas, no hace mucho destinados a modelos de segmentos bastante más exclusivos, y que en la actualidad, afortunadamente, se están democratizando.

Recordemos que el nuevo Polo se vende allí con motores (similares a los del up!) 1.0L y potencias de 65 CV y 75 CV, y con turbo, de 95 CV y 115 CV. En diesel, el bloque 1.6 TDI, con 80 y 95 CV. En Brasil encontramos 3 motores: 1.0 de 75 CV, 1.0 turbo de 115 CV (conocido como 200 TSI, cifra que hace alusión a su par motor y no a la potencia) y el 1.6 de 110 CV, motor con el que llega a Argentina.

Con 200 CV, el GTI quedará muy lejos (en su mercado principal, el europeo) del anterior, con 115 CV, por lo que no debería descartarse la incorporación de los nuevos 1.5L de 150 CV, ya vistos en el Golf, y que reemplazan al 1.4 TSI.

Resulta poco probable que el Polo GTI llegue a Argentina (importado, claro), aunque Volkswagen deberá diversificar un poco la oferta. Aquí, por cuestiones filosóficas, culturas, conceptuales, costumbristas, etc., no funcionaría un Polo con 75 CV (menos, con 65 CV de la versión inicial europea), pero sí el de 115 CV que se produce y vende en Brasil. De todos modos, no dejamos de tener alguna mínima expectativa acerca de la llegada del GTI, que quedaría posicionado en un precio poco competitivo siendo extrazona.