Mercedes-Benz GLE Coupé. Claramente, un modelo difícil de «encasillar», de rotular, de ubicar en un segmento conocido de mercado. ¿Es un SUV?, ¿Una coupé? Tal vez, un poco ambos. Mercedes-Benz fue uno de los artífices de los -mal- llamados «coupé de 4 puertas», con aquel CLS, modelos con esa cantidad de puertas pero con apariencia coupé, y aire deportivo.

Aunque seguramente a la legendaria automotriz alemana no le guste, GLE Coupé nació, no solo como una alternativa deportiva a su hermano SUV GLE, sino también para plantar pelea a BMW X6. No, no estamos diciendo que sea una copia de su rival; simplemente que entre los ingredientes que hornearon su creación (¡cuanta poesía!), estaba pelearle mercado (e imagen de marca) a X6. Punto.

Mirando Mercedes-Benz GLE 400 400 Coupé 4Matic de frente, encontramos su lado más musculoso e intimidante, con un sector alto, luces de tamaño pequeño, enorme parrilla, atípica en Mercedes-Benz, con un listón horizontal y la estrella como protagonista central (y bajo ella cámara frontal). En el sector antinieblas (en el que, no hay antinieblas) encontramos enormes bocas, cual «toma de aire», que se repite en el sector donde se ubica la patente. Es más, hay poco de «paragolpes» plástico convencional. Sencillo, musculoso. Detalle menor, logo de la marca sobre el capot, muy cerca de la estrella (¿?). Debajo, filete cromado (plástico) en un toque de elegancia justo. Opticas LED Intellilight System. El capot cuenta con 2 grandes tomas de aire.

Atrás se muestra alto, «gordo», macizo y elegante, adjetivos que normalmente no tiene un «buen maridaje», pero sí en este caso. Opticas de buen tamaño (pero de baja altura), borde central y bajos, cromados. Estrella también protagonista en el sector trasero; además esconde la cámara de visión trasera. Alerón sutil, cola muy alta y pequeñas salidas de aire en los laterales.

En su perfil encontramos cintura y techo altos, con una importante caída hacia atrás que, sin embargo, no penaliza el confort en las plazas traseras. Techo y parabrisas parecieran formar un solo ángulo, como una sola pieza. Puertas de gran tamaño y manija de puerta trasera bastante más abajo que la delantera. Los bordes de las ventanillas y las manijas, cromadas, aunque no nos gustan en general, en este caso se muestran más armónicas. Espejos de gran tamaño y enorme zócalo inferior tipo aluminio, muy atractivo pero poco práctico «para el vestido de la pasajera delantera». Los 3/4 traseros están resueltos de manera original y elegante. Enormes cubiertas Pirelli PZero 315/40R21 y 275/45R21. Llantas de aleación AMG, deportivas, tal vez demasiado, dejando a la vista los enormes discos (delanteros perforados). Muy aerodinámico y aspecto de «estar listo para la guerra».

A pesar de su altura, ingresar a GLE coupé es bastante más sencillo de lo que parece; por tamaño y ángulo de puertas y el volante que se «sube» (se puede eliminar) para facilitar la tarea. Nos ubicamos en exquisitas (nunca más adecuado el término) butacas en cuero, con gran sujeción, múltiples reglajes eléctricos (incluido lumbar), ambas delanteras con 3 memorias, y con posibilidad de regular apoya cabezas en altura (eléctrico) y profundidad, costuras en rojo. Nadie podrá quejarse de la posición de manejo, ni siquiera el plantel de los «Chicago Bulls»…

Para sintetizar y redondear el diseño y ambiente interior, «todo es premium», desde los materiales blandos hasta el más mínimo detalle; todo cuidado, todo elegante y agradable al tacto. El volante (con base achatada) cuenta con mandos de audio, computadora y teléfono, muy prácticos. Detrás, levas, que no tiene demasiado sentido (más abajo justificaremos «tamaña» apreciación).  En el sector principal del instrumental, encontramos un diseño algo clásico, aunque «aggiornado», con 2 cuadrantes mas grandes (Velocímetro y Tacómetro) y 2 más chicos, con temperatura de agua y nivel de combustible.

Entre ellos, arriba, sector con temperatura exterior y hora (seteables). y más abajo, pantalla principal con múltiples (con todo el rigor del término) informaciones y configuraciones, con una excelente resolución y presentación de la data. Viaje, Navegador, Audio, Teléfono, Asistencia (Attention Assist y Asistente Cambio de Carril), Ajustes (qué datos se presentan y de qué forma, seteo completo de luces exteriores e interiores, etc.), Confort (para elegir si el cinturón se ajusta solo o no, por ejemplo), y bastante más. Como para entretenerse un buen rato.

En consola central, enorme pantalla NO táctil (como las preferimos) con triple comando: botones y perilla debajo de ella, rueda y joystick entre butacas. Navegador, Radio, Media, Teléfono, Vehículo, y cada una con muchas opciones de parametrización y visualización. Por ejemplo, temperatura del aceite, seteo del Dynamic Select (5 modos de respuesta del conjunto mecánico), últimos consumos,  la elección del color de la iluminación interior, su intensidad y duración, y bastante más. Hasta se puede setear la velocidad de lectura de la pantalla…. Todo configurable. Interminable. Y por supuesto, excelente resolución. Más abajo, teclas de Calefacción de butacas, balizas, anulación del Stop&Start, de alarmas acústicas de los sensores y ESP Off.

Más abajo climatizador de 2 vías, nuevamente, práctico y muy agradable al tacto, muy sencillo de visualizar. Dual (y se suma al trasero, independiente). Luego, doble posa vasos (de diferente tamaño), con enfriador y calentador (incluso la luz del sector es roja o azul dependiendo de cada caso…) En la consola entre asientos, más atrás, selector del Dynamic Select (Nieve/terrenos resbaladizos, Comfort, Sport, Sport + e Individual). También, algunos comandos de altura de la suspensión neumática, y Hill Descent, M (para que el cambio trabaje permanente en modo secuencial).

A su izquierda, uno de los muy pocos elementos criticables (aunque es subjetivo) de este GLE Coupé: doble comando para manejo de la pantalla central. Rueda y comando tipo «mouse», táctil, ambos con teclas adicionales. La verdad es que, lejos de complementarse, cumplen casi las mismas funciones; hubiera sido preferible dejar la rueda, y en todo caso agregarle un par de comandos. Poco práctico, el mouse complica más que lo que aporta, al menos para nuestro gusto. Para completar, debajo de apoyabrazos, portaobjetos de gran tamaño y puertos USB (2). Arriba, pequeña consola con comandos de luces interiores (también refinadas, claro) y enorme techo solar corredizo (en realidad persiana interior) con comando eléctrico. Los contrapuertas también cuentan con materiales blandos y repiten aplique tipo «carbono» que está presenta en el tablero. En el izquierdo, comando de apertura eléctrica de portón trasero y guinche trasero…

El acceso a la plazas traseras es también sencillo. El mismo aire premium, sobrio y refinado del sector delantero. Espacio y comodidad absolutas: algo menos para el pasajero central. Climatizador independiente con salidas de aire al centro y en los parantes. Doble toma de 12 V. Sendas pantallas multimedia detrás de apoya cabezas delanteros con auriculares (de «alto» sonido») para ambos pasajeros.  Cojín y respaldo (inclinación regulable) permiten viajar totalmente descansados, y relajados. Debajo del cojín trasero se ubican los fusibles del circuito eléctrico. Buena visibilidad del sector; y ya que olvidamos comentar la del puesto de conductor, es buena en general, pero pobre hacia atrás por la altura de la cola y el tamaño e inclinación de la luneta. Y algo pobre hacia 3/4 traseros, por el ancho de apoya cabezas+pantalla multimedia.

Abrimos el baúl, y gracias a la inclinación de la luneta, encontramos un espacio de carga alto, pero muy cómodo y profundo, con la misma terminación de alto nivel del resto del auto. Se accede al auxilio temporal (155/80R19), algo criticable aunque lógico, teniendo en cuenta la complicación técnica de alojar una cubierta 315, con llanta de 21″… Otra toma de 12 V. Pasamos al otro extremo y abrimos el capot, de manera muy sencilla, contando con sendos amortiguadores. Motor encapsulado, muy prolijo, con -casi- todos los fluidos a mano. El espacio no sobra, como en casi todos los modelos de la actualidad.

El equipamiento es generoso, más en confort que en seguridad. En cuanto a lo primero, destacamos, llantas AMG de 21″, paquete exterior AMG Line, retrovisor exterior con anti deslumbramiento y plegado eléctrico, techo solar panorámico con cortina eléctrica, iluminación interna configurable, luces altas automáticas, portón de apertura eléctrica, Keyless-Go (apertura y puesta en marcha sin llave), completo sistema Multimedia con navegador y sonido premium en serio, sistema Parktronic de ayuda al estacionamiento, control crucero con limitador de velocidad, cámara 360°, suspensión neumática adaptable, caja de 9 relaciones y más. En seguridad, destacamos 7 Airbags, Alerta cambio de carril, Detector de fatiga, y control de presión de neumáticos. Entendemos que dado su precio, podría incorporar algo más en seguridad activa, como frenado automático en Control Crucero (Distronic) y Control Activo de Angulo Muerto (que sí están disponibles en Europa). Capítulo aparte para la iluminación inteligente, que sí tiene, y que adapta dirección e intensidad de la misma, en función de las condiciones de cada momento.

Nos vamos al apartado mecánico, y ponemos en marcha este Mercedes-Benz GLE 400 Coupé 4Matic. Despierta el V6 de 3 litros y 333 CV y comenzamos de la mejor manera, con un ronquido suave, bien «Mercedes», que no oculta el poderío de esta eficiente planta motriz. Por supuesto, cerrados los vidrios, el ambiente es de absoluta calma con una serenidad que se mantiene al transitar en ciudad (y más en ruta). En ella, solo debe tenerse un poco de cuidado por su tamaño (4.90 m x 2.20 m), tarea simplificada por los sensores y cámaras 360°. Dejando que la caja automática de 9 relaciones haga su trabajo, el placer a bordo es absoluto; se viaja aislado del mundo.

En ruta, con la ayuda de la suspensión neumática AIRMATIC, puede viajarse (pero no se debe) a altas velocidades manteniendo el confort de marcha, dando la sensación de estar circulando a unos cuantos kilómetros por hora menos. Con las ayudas del Attention Assist (detecta «cabeceos» y ofrece buscarnos la estación de servicio más cercana para parar a tomar un café…) y el Alerta de Cambio de Carril (con vibraciones en el volante), literalmente, viajar es un placer. Lo hicimos por más de 1500 km en ruta, y realmente nos «mal acostumbramos» a la ausencia de ruidos y perturbaciones.

En el manejo deportivo, utilizando el modo Sport+, lo probamos en las trabadas sierras cordobesas y la seguridad es muy alta, con un ESP que, en ese modo, entra solo en situaciones realmente límites. Aumentando la exigencia, hicimos que actuara de manera brusca (estamos hablando de exigencias «al límite»), con lo que la seguridad, reiteramos es muy alta.

Claro, los 2,200 kg de peso (más quienes estén a bordo) del GLE Coupé se sienten en los bruscos cambios direccionales, y no es tan ágil como el Peugeot 208 GTi que probamos recientemente, pero nos sorprendió gratamente, dadas esas dimensiones y peso. Acelera de 0 a 100 km/h en 5.9 segundos, valor que sorprende porque da la sensación de ser más lento, gracias al insonorización, la distancia entre ejes, sus cubiertas y la suspensión neumática. Su velocidad máxima es de -casi- 250 km/h, La caja automática 9G-Tronic permite tener siempre el cambio adecuado (a 110 km/h en 9°, circula a 1600 rpm). Es una caja con convertidor de par y ofrece la opción de utilización secuencial.

La verdad es que, como ocurre cuando una caja automática es muy eficiente como ésta, las levas solo se utilizan al principio para «jugar un poco». Con el paso del tiempo, se deja que el sistema actúe en modo automático, de manera eficiente. Un problema de la caja, o mejor expresado, «de quien la acciona» aparece cuando llueve: uno instintivamente acciona al brazo del limpiaparabrisas (normalmente a la derecha), pero allí está el selector de cambios (P, R, N, D), con lo que accidentalmente se lo pasa a neutral. En resumen, excelente dinámica, consecuencia de una eficiente puesta a punto y motor, caja y suspensión que colaboran de manera impecable.

Respecto al consumo, en ruta a 110 km/h, conseguimos 11.5 km/l y a 130 km/h, 9.5 km/l, valores lógicos para un modelo tracción integral permanente, con un generosa sección frontal, y 333 CV, aunque, podría ser un poco más austero. A propósito, viajando a 130 km/h en 9° y en modo Comfort, lo hace a 1900 rpm, y al pasar a modo Sport+, automáticamente pasa a 5° y a 4,000 rpm, mostrando claramente lo polivante del modelo, pudiendo comportarse como una placentera berlina de lujo, un 4×4 para un off road (ligero) o un deportivo para un circuito.

Para finalizar el tema consumo, en la ciudad, como en todo modelo, pero sobre todo los automáticos de gran potencia y peso, los valores obtenidos son MUY dependientes del tipo de manejo, del tránsito y de la cantidad de paradas (semáforos). Si las condiciones son favorables, pueden obtenerse hasta 9 km/l. Sin embargo, si tráfico y parada nos juegan en contra, el valor puede llegar a 5/6 km/l, que no deja de ser un valor razonable para lo antes expresado y sus 2,300 kg, arrastrando dos trenes rodantes. Quizás, 7.5 km/l sea un valor de referencia razonable, menos de lo que anuncia Mercedes-Benz.

Conclusiones
Este es claramente un vehículo polivalente. Puede circular en ciudad, con absoluto «aislamiento del mundo exterior», circular en ruta a altas velocidades sin perderlo (con luces altas automáticas), transformarse en un deportivo con una tenida envidiable, o incluso, animarse a un off road normal (no muy áspero). En todos los casos con un gran confort a bordo. Diseño muy atractivo,  terminación exquisita y refinamiento premium. Lo negativo es poco. El doble comando de pantalla central que no es práctico, un equipamiento en seguridad algo justo, y el consumo que podría ser algo menor, y poco más. Excelente opción, para quienes tengan USD 150,000, claro.