Hyundai. El «enorme» conglomerado -sur- coreano, que abarca a KIA y varias subsidiarias, con ramas en distintas actividades industriales, conformando un grupo de gigantescas dimensiones. En lo que hace al mundo del automóvil, Hyundai ha mostrado un crecimiento digno de mención (en calidad y en cantidad); a tal punto que hoy, sus creaciones, se acercan (y peligrosamente) al mundo Premium, con un indiscutible plus en design.
Hace unas semanas adelantábamos el totalmente nuevo i30, modelo que desembarcó en Argentina a fines de la década pasada y que fue evolucionando hasta la generación actual, que pareciera salida de los cuarteles de diseño germanos, algo no tan forzado ya que Hyundai cuenta con un centro de diseño en Alemania.
Hyundai está incursionando con una nueva ¿submarca?, N, dedicada al mundo de la competición y al prestacional «de calle»: quizás, algo así como RS para Audi, AMG para Mercedes-Benz o M para BMW. En el Salón de París que se está desarrollando en la ciudad europea, y entre tantas novedades, se destaca el extremo Hyundai RN30, que toma la base del i3o nuevo, pero llevándolo a límites interesantes en cuanto a prestaciones (380 CV…), tecnología (uso de paneles de materiales plásticos compuestos) y diseño (basta con mirar las fotos del modelo).
El nuevo «i30 -super- potenciado» mantiene las proporciones de su hermano de calle, aunque, reduciendo su altura en 8.4 cm (muchísimo) y aumentado sus trochas en 3 cm, todo esto (además de los elementos incorporados) le dan un inevitable e inequívoco «aire racing», esa es la idea. Nace como Concept aunque, estamos seguros, pasará a producción; claro, quizás con una potencia cercana a los 300/330 CV (para pelear «mano a mano» con Renault Megane RS, Volkswagen Golf R, Peugeot 308 R y otros) y con una dieta desintoxicante que le «haga diluir sus anabólicos concentrados».
El motor es un 2 litros, con 375 CV (esto también es «downsizing»), su caja es automatizada de doble embrague (no automática), su tracción es integral y cuenta, por ejemplo, con diferencial de deslizamiento limitado que le permite entregar el torque a cada rueda según necesidad, sobre todo en el paso por curva. Sus llantas son de 19″. El interior, claro, poco tiene que ver con el modelo de producción, y está preparado para la competición, sin concesiones al lujo ni al confort a bordo.
Estéticamente, insistimos, es muy agresivo. De frente, muestra un capot abultado con ingresos de aire extras, un suplemento inferior para el paragolpes y pasos de rueda ensanchados que muestran canalizaciones del vital elemento. Atrás, gigantesco alerón aunque, tan bien integrado al sector que resulta muy atractivo, nuevamente ensanchamientos de pasos de rueda y salidas de aire, junto a un muy agresivo sector de «bajos» y doble salida central de escape. Ancho, muy ancho. Deportivo, espectacular. De perfil «todos los aditamentos todos», con puertas de apertura vertical (2, claro) y enorme zócalo inferior que llega, casi, al piso. Atractivos calcos para realzar su radical puesta a punto.
Nuevo Hyundai RN30, bestial por donde se lo mire y sobre todo en sus prestaciones (no anunciadas). Este concept pasará a producción, edulcorado, aunque manteniendo el espíritu deportivo y extremo. Aplausos para Hyundai.