INTRODUCCION
Creo que muchos tenemos al Gol en nuestras retinas, en nuestros pensamientos, en nuestros recuerdos. Al fin y al cabo, fue un ícono en Argentina y sobre todo en Brasil, donde transitó con éxito comercial sus 42 años de existencia, aunque claro, disminuyendo su performance comercial en los últimos años, pero siempre protagonista. Los tiempos cambian, un modelo al que, adaptarlo a las nuevas exigencias en seguridad (entre otras razones), hizo inviable su continuidad. Sí, en realidad había una salida; desarrollar un nuevo auto. ¿Tendría sentido? Pudiendo ofrecer una variante «base» del Polo, algo así como «un Gol más grande», en términos cuantitativos, la elección era obvia.
¿No habrá más Gol?
Aunque no hay confirmación oficial, creo que volverá más adelante, reencarnado, quizás eléctrico y en formato «más SUV». Por ahora, el inicio de gama en Volkswagen, sin Gol y sin up!, es el Polo. Por ahora, este Polo que hemos probado, el Trend, compartiendo muchas virtudes con sus hermanos más caros y equipados, pero con un equipamiento «base». Más adelante llegará el Track, con una leve personalización y ya con el pequeño restyling aplicado a toda la familia, destinado a ser el real heredero del Gol. Pero dejemos al icónico modelo en paz (en todo sentido) y vamos al análisis del Polo Trend.
DISEÑO EXTERIOR
Bien alemán, bien Volkswagen. Sobrio, sin sorpresas, sin tensiones, sin cambios de volumen, sin aditamentos. Lo justo, lo que aprecia el cliente Volkswagen. Sí, es cierto, las nuevas generaciones buscan algo más de sorpresas, pero es tema de otro debate, ajeno a este test. Trompa baja, y pequeña sección frontal, un guiño al mundo deportivo, si se quiere. Ausencia de cromados, faros oscurecidos, y un detalle vistoso en los antinieblas, LED. Yo le hubiera quitado la franja horizontal bajo los mismos: le genera cierta tensión, pero es algo subjetivo, claro.
Igual, me gusta. Sencillo, moderno, sobrio. Atrás se repite la sobriedad, quizás exagerada. Se lo percibe ancho, deportivo, bien. Mirándolo de perfil, interesante distancia entre ejes, sencillez solo cortada por algunos cambios en paneles de puertas. Hatchback clásico. Neumáticos Dunlop Ensave 185/65R15, perfil muy acertado para nuestras calles, teniendo en cuenta que Polo es, ´básicamente, un auto citadino, si bien lo hemos manejado en ruta y responde muy bien también. Tazas cubrerruedas, no me gustan. Entiendo el concepto de posicionamiento más abajo, pero, tazas….
PUERTAS ADENTRO
Muy fácil acceso, algo lógico en un hatchback clásico. Sencillo diseño interior, repitiendo la ortodoxia exterior. Tablero analógico en esta versión, aunque muy práctico, con enormes cuadrantes para tacómetro y velocímetro y ¿muy? pequeños para nivel de combustible y temperatura de agua. Muy legible, información inmediata. Sí, en estos tiempos luce viejo, incluso al lado de sus hermanos mas caros, pero a los clásicos, nos gustan estos tableros. Casi todo negro/oscuro, sin cromados y sin negro piano: buena elección. Volante de buen tamaño, algo chico (elogio) y con comandos para audio y computadora, no tan prácticos. Uno termina acostumbrándose, claro, pero lleva más tiempo que lo habitual. Además no tiene regulación, siquiera en altura… De todos modos, buena posición de manejo, otra característica habitual de la marca, aun en sus modelos más accesibles.
Bien por la computadora de a bordo, muy visible, aunque monocromática y con información básica. Sencilla de usar. Otro detalle llamativo a esta altura, el reset del odómetro se hace desde un pulsador en el tablero, sistema antiguo y poco ergonómico. El display central resultó muy visible y legible, intuitivo, aunque básico. Aplicaciones para facilitar la tarea, como Android Auto, Apple Car Play y Mirror Link. Comando de balizas algo lejos del alcance. Básica pero lograda consola central, a la que le critico tantos pseudo botones, ciegos, sin uso. Solo la de apertura remota del portón posterior. Pomo de caja ergonómico, corto, como todo VW y freno de mano mecánico, bien. Aire acondicionado convencional pero eficiente. Prácticas butacas en tela textil, menos refinadas pero más prácticas y menos calurosas. Personalmente las prefiero, en general.
La calidad constructiva es buena, sin baches, dentro de lo esperable en el segmento y en su precio. En todo caso, como ocurre con sus competidores también, los materiales podrían ser algo menos «plasticosos». Regulación manual de espejos exteriores, otra cesión no tan entendible a un mejor posicionamiento en precio. Vamos a las plazas traseras. Acceso normal, respaldo de inclinación cómoda, cojín de buen tamaño y piernas que no van tan flexionadas. El espacio no sobra, pero cumple. Buena altura a techo y 2 luces de cortesía en las plazas traseras. Me sorprendió gratamente la plaza central, no tan incómoda como es habitual en los autos actuales. Prolijo vano motor, con varilla de anclaje poco práctica. Sector de carga prolijo, buena terminación. Auxilio temporal 175/70R14. El cierre del portón mostró alguna resistencia, pero podría tratarse de una calibración de la unidad que probamos. Razonable volumen de carga y comodidad para hacerlo.
EQUIPAMIENTO
Es básico, algo lógico en una versión de entrada de gama que tiene la difícil misión de reemplazar a un ¿irremplazable? como el Gol, al menos hasta que llegue la variante Track. Y el perfil del comprador del pequeño histórico no era precisamente de alta exigencia en equipamiento, sino la de un modelo compacto, práctico, económico, con buen andar y buena relación precio/equipamiento, y ahí debe entenderse a este Polo Trend. Poco para destacar. En Confort, Aire Acondicionado, Dirección Eléctrica, 4 levantavidrios eléctricos, Cierre central con comando a distancia y poco más. Sí, es cierto, lo que tienen casi todos los modelos actuales. En Seguridad, en términos relativos, algo mejor, ya que además de los controles electrónicos de estabilidad y tracción, cuenta con 4 airbags, ISOFIX, y nada más.
EN MARCHA
En los papeles, este conocido motor 1.6, de cierta antigüedad, pero muy probado, no tenía mucho por descubrir, o ser descubierto, mejor expresado. Arranque instantáneo, como todos los autos actuales, vale la pena aclararlo. Motor sereno, suave, aportando al confort de marcha. Confort de marcha habitual en Volkswagen; claro, varía de menor a mayor de acuerdo al posicionamiento. No es lo mismo en este Polo Trend que en la TAOS Highline AT que probamos el año pasado. De todos modos, algo durito, como buen VW, pero muy sólido. A mí me gusta este tipo de andar, aunque no sea «tan soft». En ciudad, muy práctico, por tamaño, por una caja bien relacionada (5M) y una dirección precisa, que podría ser algo más suave, y algo más «transmisora» de lo que ocurre abajo, hilando fino.
Muy buena caja, otra característica de la marca, buenos frenos y muy buena tenida en manejo deportivo, manejo para el que no fue diseñada esta versión, cabe aclarar. En el habitual recorrido por caminos de montaña, muy cambiante, se comportó de manera franca, destacable diría, con poca necesidad de actuación del ESP. Solo los neumáticos de perfil normal se quejaron en alta exigencia, algo previsible. En resumen, muy buen andar en cualquier condición; solo criticaría la suspensión, algo «quejosa» en lomos de burro, también en tren de ser exigentes. Repite en ruta, aunque con un motor que deja sentir su sonido a velocidades mayores a las legales (caja de 5 marchas), el andar es muy bueno.
En estas circunstancias, si se necesita hacer un sobrepaso muy repentino, los 110 CV del 1.6 no permiten aceleraciones vertiginosas, obviamente, pero para el uso promedio, suficiente. Respecto al siempre relativo consumo, lo considero razonable, sobre todo para un motor de concepción no reciente. En ruta, a 110 km/h (parámetro que usamos ya que es la velocidad máxima legal de muchas rutas argentinas), rinde 14.5 km/l, valor interesante, «hasta ahí». En ciudad, como me gusta decir, «se pueden conseguir» unos 10 km/l si las condiciones del tránsito no son las complicadas en hora pico de muchas urbes.
CONCLUSIONES
No se puede llegar a un veredicto final sin entender el espíritu de este Volkswagen Polo Trend y su misión. La de reemplazar al Gol y convertirse en el escalón de acceso a la marca, a fuerza de un equipamiento contenido, un buen andar, razonable calidad y espacio interior, atractivo diseño exteriores, una mecánica confiable y probada pero de cierta antigüedad, con prestaciones también razonables y un precio contenido. Seguramente sea reemplazado por la nueva versión Track, continuadora «oficial» del casi eterno Gol. Polo Trend se ubica en $ 4.3 millones, y sus principales competidores algo por encima (Peugeot 208, Chevrolet Onix, Renault Sandero, Fiat Argo). En la comparativa, en relación precio/producto, gana y pierde, y en todo caso hablamos de parámetros similares. Creo que es una buena opción como para tener en cuenta, la única con ADN alemán, pero cada uno tendrá su veredicto.