INTRODUCCION
Habíamos hecho esta prueba hace un tiempo, pero había quedado pendiente de publicar. Un modelo con algunos años encima, con interesantes ventas en Argentina, realmente un modelo muy buscado por las familias por su buen espacio interior, atractivo diseño y buena relación precio producto. Sí, es cierto, lleva sus años encima en nuestro mercado. De hecho, Captur nació en Europa en 2013, como derivado del Clio, con una renovación completa en 2019. A nuestro mercado llegó a fines de 2016, casi igual al europeo, aunque con una plataforma (la base) diferente. Se preve un restyling del modelo, como sucedió con el europeo, aunque no está claro qué camino tomará Renault.

En el ranking de ventas, Captur ocupa el lugar 41 en octubre, y 46 en el acumulado del año. Supo gozar de mejor salud comercial. En Brasil ya recibe el eficiente y nuevo motor 1.3 TCe, y lo mismo ocurrirá en Argentina, más allá del mayor o menor restyling que le aplique la marca francesa. De todos modos, que un modelo tenga cierta antiguedad (tampoco tanto, 6 años) para nada es determinante en cuanto a su calidad y sus ventas. Captur se ha vendido muy bien en Argentina y buscará mantener ese nivel en el futuro. Vamos al test del monovolumen de Renault, uno de los últimos exponentes de este formato, no solo dentro de la marca francesa, sino también de toda la industria automotriz.

DISEÑO EXTERIOR
Está vinculado con los últimos productos (con motor a combustión) de la marca a nivel global. Claro, los eléctricos (Megane E-Tech) muestran otro patrón estético; estilo que tomará la tercer generación de Captur, ya alejada totalmente del concepto monovolumen. Moderno, con parrilla de gran protagonismo (tendencia que está cambiando actualmente) y enorme rombo. LED diurnas tipo «C» en sector antinieblas. Protector inferior simil aluminio. Atractivo, vigente, con equilibrado mix entre negros y cromados. Atrás se muestra original, claramente, y me evoca al recordado R4 (que vuelve con motor eléctrico en 2024). No es una crítica: al contrario, un elogio. Mismo logrado equilibrio que adelante.

Perfil típico de monovolumen, con llantas de 17″ que «llenan» bastante ambos guardabarros, generoso despeje al suelo, importante para nuestra accidentada geografía (urbana….), pero altura normal, lo que le da un interesante efecto visual, logrado. Techo en negro. Aplique BOSE y manija de puerta delantera bastante más abajo que la posterior. Gran distancia entre ejes, presagiando buena habitabilidad. Neumáticos Continental ContiCross Contact 215/60R17 de buen confort de marcha. En resumen, más allá de mostrar algunos rasgos de cierta antigüedad para los cánones actuales (ópticas y parrillas grandes), sin dudas sigue resultando atractiva Captur; una de sus fortalezas. Entremos.

ADENTRO
Vamos primero al sector de carga. Enorme portón, muy buena boca de carga, buen volumen disponible. Casi todo bien, salvo la calidad del sector, mejorable: pintura por ejemplo. Auxilio externo en jaula, más práctico en viajes pero menos seguro por los «amigos de lo ajeno». No es temporal, pero si de medida diferente al resto. Abrir el capot (una vez destrabado desde adentro) no resulta tan sencillo, por una traba ubicada algo lejos del alcance, en el vano motor. Motor no encapsulado, fluidos visibles y a mano, y de vuelta, sectores con pintura decolorida, algo visto en algunos Nissan también. Muy sencillo ingreso a las plazas delanteras y aunque el volante no regula en profundidad(sí la butaca), la posición de manejo es buena, aunque algo alta, situación común a casi todos los modelos en la actualidad.

Si bien Captur tiene ya sus años en el mercado, el diseño interior es atractivo, subjetividad mediante, y moderno, más allá de ser analógico. Sector de instrumentos no tan sencillo para leer rápidamente, con enorme indicador de combustible en esta versión. Computadora de a bordo en sector digital central y más abajo, velocímetro digital. Sin temperatura de agua, solo un testigo. Tablero moderno, personal, pero no tan intuitivo. Pantalla central bastante práctica aunque con poca información. Interesante el ECO Coaching, con sugerencias para ahorrar combustible. Climatizador de una vía, de aspecto moderno y guantera de buena capacidad. Volante con los habituales mandos de audio, históricos en Renault. Control Crucero con mandos poco intuitivos y en diferentes sectores.

Más abajo botón de arranque y parada (Start/Stop) bien ubicado junto a un práctico portaobjetos. Palanca de la caja CVT con posiciones no iluminadas, tecla ECO y freno de mano. Muy buen audio BOSE (con amplificador y subwoofer en sector de carga), excelente, y es el que le da nombre a esta versión. Como ocurre en general en el segmento, mejor calidad de terminación que de materiales. Muy cómodas butacas en cuero microperforado. Curioso revestimiento interior de techo en negro. Resumiendo las plazas delanteras, habitáculo atractivo, algo anticuado, con el negro dominando la escena y buena ergonomía. Las plazas traseras son cómodas, con piernas que no van tan flexionadas, ingreso sencillo y buena altura a techo. Interesante espacio, sin exagerar. Respaldo con inclinación justa. Me llamó la atención la 5a plaza, bastante menos incómoda que lo habitual en estos tiempos.

EQUIPAMIENTO
Paquete BOSE (audio+amplificador+subwoofer+6 parlantes, tapizados específicas, insignias, detalles estéticos), climatizador, keyless system acceso y arranque, control de velocidad crucero, cámara de visión trasera, climatizador, espejos rebatibles eléctricamente. Ni tanto ni tan poco. En Seguridad, 4 Airbags, asistente arranque en pendiente, Cornering lights, ESP+ASR. Similar conclusión. Teniendo en cuenta que no es la versión más accesible de la gama, equipamiento justo, quizás podría ser algo más generoso.

EN MARCHA
Pongamos en marcha a este motor 1.6 H4M, 16 válvulas y de 115 CV, los que, al menos «en los papeles» suenan razonables para Captur. Se trata de un motor de origen Nissan, o en todo caso de la Alianza Renault-Nissan, no de última generación pero sí probado y eficiente. Elogios para el motor. En la asociación con la caja CVT no puedo ser objetivo, reconozco. No me gustan las CVT y por lo tanto me resulta difícil evaluarlas de manera fría, que es lo que debería ocurrir. De todos modos, las 6 «pseudo» marchas alivian la sensación y permiten un manejo «manual», digamos. En ciudad, muy buen confort de marcha en general ,y en particular con la caja CVT que resulta muy suave. Excelente.

La cosa cambia en ruta y ante sobrepasos o ante un manejo más deportivo, el inevitable patinamiento y trepada en vueltas de estas cajas. Pero para el usuario promedio, será un buen mix. En ruta, salvo por lo comentado, el andar también es muy bueno. Un auto familiar, claramente. Tenida eficiente en curvas exigidas, aunque Captur no está pensada para este tipo de manejo, igual responde. Dirección asistida algo dura y buen poder frenante. Detalle curioso, una luz verde en el tablero, de generoso tamaño, que indica la eficiencia del manejo relacionada al consumo, resulta molesta. En cuanto a la aceleración, no hay magia con 115 CV y caja CVT. Y respecto a los consumos, en ruta a 110 km/h llega a 14 km/l, valor razonable y hasta interesante diría. En ciudad se pueden obtener (como me gusta plantearlo) unos 8.5/9 km/l, en condiciones no caóticas de transito y paradas.

CONCLUSIONES
Claramente Renault Captur es un vehículo familiar, apunta a ese uso, más bien citadino, con buen espacio interior, interesante diseño (aunque muestra el paso del tiempo) y un confort de marcha muy interesante en ese ámbito. Mejorables la aceleración, la sensación de manejo ante la exigencia con el pie derecho, y el tablero, muy personal pero algo rebuscado y no sencillo de leer. No está claro cómo seguirá Captur en Argentina (Brasil) ya que Europa ya tiene una segunda generación con importantes cambios, los que se supone deberían llegar a la nuestra. Sí confirmado el eficiente motor 1.3 TCe que ya equipa a Duster y Oroch. La gama Captur arranca en $ 4,993,000.