BMW 440i cabrio (convertible). El más caro y exclusivo de los Serie 4 que se venden en Argentina. Hermano mayor del M235i que probamos hace unos meses. No se trata de un cabriolet convencional, sino con el formato «coupé/cabrio» que puede alternar entre ambas carrocería con un simple comando eléctrico. A lo largo de 1900 km desandamos virtudes y -pocos- defectos de este premium alemán, el único del segmento, ya que Audi A5 no se ofrece en variante «abierta» (sí lo hizo hace unos años) y Mercedes-Benz tampoco con Clase C coupé, recientemente llegada a nuestro país. Y nos llamó la atención la atracción que genera 440i cabrio ante su paso, aún con el techo cerrado (gran mérito de su diseño).
Y para arrancar con este análisis, justamente, y como es habitual en Automotiva, comenzamos por lo estético uno de los puntos destacados de este BMW. Si bien en el pasado, y de la mano de su diseñador Chris Bangle (el de aquel Serie 5 raro), sus diseños fueron controversiales, en esta etapa actual, con Adrian van Hooydonk, la sobriedad ha vuelto (hace varios años) a la marca alemana. Sobriedad en su punto justo. Mirando al 440i de frente, lo encontramos muy similar a su hermano radical M4 (105 CV plus), algo razonable teniendo en cuenta que BMW no aplica grandes cambios estéticos a sus variantes M. Capot largo («6 en línea») y un trompa baja, que inauguraron Serie 3 y Serie 4 hace unos años. Antinieblas clásicos con grandes tomas de aire inferiores y la parrilla «doble riñón» en posición algo adelantada. Parrilla negra con bordes cromados. Diseño frontal limpio, sin estridencias, sobrio y deportivo.
Atrás, macizo, aunque, con cola no muy alta, decisión que aporta elegancia. Opticas «trabajadas», similares a la del resto de la familia Serie 3 y Serie 4. Doble escape, y luz de freno sobre tapa de baúl, algo lógico siendo el techo rectráctil. Diseño limpio en términos generales; nada sobra. Pasamos al lateral. Perfil muy armónico, con y sin techo; solo desentonan (levemente) los pliegues donde articula el techo al esconderse en el baúl, algo inevitable. Enormes llantas M de 19″, sobre cubiertas Bridgestone 255/35R19, con pinzas M azules a la vista.
Pequeñas branquias laterales para ventilación de frenos. No hay cromados en el lateral (y en general en el diseño del 440i). Puertas de gran tamaño siendo coupé y un aspecto bastante musculoso a pesar de una línea de cintura no muy alta ni «poco vidrio». Parabrisas y luneta de similar inclinación. Espejos de buen tamaño y grandes voladizos, sobre todo el trasero. Tiene un aire distinto al de sus hermanos coupé, principalmente por el remate «redondeado» de sus 3/4 traseros.
Entremos al BMW 440i cabrio. Acceso algo complicado, básicamente por la altura (baja) de su carrocería, y por ende de su asiento (y además envolvente), parcialmente compensado por el generoso tamaño de sus puertas (2). Sigue la sobriedad alemana, prácticamente no hay diferencias con sus hermanos de gama. Volante típico BMW, poco deportivo, con mandos remotos y logo M (y doble regulación, claro, y levas para hacer los cambios «manualmente»). A esta altura, la marca alemana podría haber incorporado un volante más moderno y deportivo a modelos como este. Antes de mirar su tablero, cerremos la puerta; y allí encontramos cierta dificultad por su tamaño y porque la agarradera está bastante adelantada; tema no grave dado su espíritu, pero existe.
Siempre elogiamos la sobriedad y buen gusto de BMW, pero (así como nos referimos al tablero también), quizás ya es hora de modificar un poco el tablero, y sobre todo el panel principal de instrumentos, de gran visibilidad, claridad, y varias virtudes más, pero, que podría ser aggiornado, aunque sea levemente. Dos cuadrantes principales, dos secundarios (temperatura de aceite, no de agua), en la más absoluta claridad de información, impecable. Panel digital central con Temperatura Exterior, Consumos, Fecha, Hora, Velocidades y Mensajes de Alerta, además de Vacuómetro (analógico pero sobre formato digital), indicador de Efficient Dynamics y algunos testigos luminosos. Completo, aunque algo aburrido.
En la consola central, pantalla multimedia de excelente resolución, muy intuitiva y fácil de usar, en combinación con rueda central (que a su vez tiene superficie táctil para algunas funciones) y comandos. Una vez que uno se acostumbra a este sistema de BMW, cualquier otro parece incómodo y poco práctico. De lo mejor.
La única crítica es que, al sol, se calienta bastante. Funciones Media, Comunicación, Navegación, Connected Drive, Mi Vehículo y Notificaciones. Audio de excelso sonido Harman Kardon. Todo configurable, todo rápido de encontrar y setear. Excelente.
Solo criticable el ordenador de viaje, que podría ser más completo. Detalle interesante, los modos Sport y EcoPro son configurables (parcialmente). También puede programarse la ventilación del habitáculo.
Más abajo sector para CD, teclas de memoria y volumen de radio, también algo perimido, aunque elegante (prácticamente no se usa). Climatizador de doble vía, muy práctico y eficiente. Consola entre butacas con posavasos (de tapa de apariencia frágil), comando de caja (Steptronic), teclas respuesta mecánica (EcoPro, Confort, Sport, y Sport+). Sigue la practiquísima rueda (y comandos) para diferentes funciones en la pantalla central, tecla para conversión a cabrio y de calefacción en cuello (muy útil para un cabrio). Completa freno de mano en posición retrasada. Excelentes butacas en cuero, con ajustes eléctricos (incluido lumbar) y cojín desplegable (para descansar piernas). Contrapuertas manteniendo el negro general del habitáculo, solo cortado por algunos apliques color metal. Los apoyacabezas quedan muy cerca de la cabeza (demasiado).
Si bien BMW 440i mantiene la alta calidad vista en cualquier modelo de la marca, en algunos elementos puntuales e hilando muy fino, encontramos materiales quizás no acordes a lo que se espera. Básicamente en contrapuertas, bien ensamblados pero de apariencia mejorable. Y constituye uno de los pocos puntos negativos de este test; insisto, siendo muy exigentes. El otro tiene que ver con el equipamiento, y sobre todo en seguridad, también algo escaso. En Europa están disponibles algunos paquetes interesantes, como Driving Assist, Alerta Cambio de Carril, Alerta Peatones, Alerta Colisión Frontal, Frenado Automático en Ciudad, y Control de Crucero Adaptativo.
Está claro que, indudablemente estos elementos encarecerían el producto, y BMW seguramente ha «puesto en la balanza» precio y equipamiento, pero, consideramos que en este nivel y en este auto, al menos algunos de estos sistemas deberían estar como equipamiento incluido. Estamos hablando de un auto de algo más de USD 116,000. En confort, tiene lo justo, con Climatizador de 2 vías, Audio completo Harman Kardon, Head Up Display, apertura y cierre de techo eléctrico, butacas con múltiples reglajes eléctricos y varios «etcéteras».
Por supuesto, ergonomía, presentación, calidad en general, practicidad y funcionamiento, reciben solo elogios. Pasamos a las plazas traseras, tarea nunca sencilla en una coupé, y es el precio a pagar por disfrutar de ese tipo de carrocería. Y 440i no es la excepción, no hay magia posible en esto. Solo 2 plazas traseras, tanto por asientos, como por cinturones y apoyacabezas. Razonable espacio en las plazas traseras (si bien un coupé/cabrio no está pensado para ir «con toda la familia»), con espacio para pasar los pies debajo de las butacas delanteras. El respaldo tiene apariencia algo frágil y está «muy vertical«. Muy buena altura a techo, con un cojín bajo. Climatización disponible para las plazas traseras. Se respira el mismo aire premium, y sobrio, de las plazas delanteras.
Pasamos al baúl, ya limitado por el mecanismo para guardar el techo, no obstante, en formato coupé, resulta razonable insistiendo, que un cabrio no está pensado para grandes viajes con abundante equipaje. Nos llamó la atención la dureza del baúl para abrirlo. Con el techo abierto, y la luneta como protagonista del sector, es bastante poco lo que puede transportarse allí, pero, ¿a quién le importa? Cubiertas Run Flat, que siempre criticamos para nuestra «enorme» Argentina, aunque, nobleza obliga, en el caso de un cabrio, por espacio disponible y por espíritu de uso, esta crítica queda bastante suavizada. Finalmente, pasamos al capot, con destrabe en dos etapas, muy práctico. Excelente presentación del vano motor, capsulado con acolchado interior, aire premium y fluidos «no tan a mano», o mejor expresado, con cierta dificultad para «verificar su nivel» visualmente.
Vamos al apartado mecánico, claramente, junto a diseño y presentación, lo mejor de este BMW 440i cabrio. En todos los modelos que probamos con el famoso 3 litros-6 en línea de BMW, el conjunto mecánico (motor-caja-suspensiones) nos ha maravillado, y ésta no es la excepción. Respecto al M235i antes probado, manteniendo motor y algunos conceptos mecánicos, este 440i se muestra, por un lado, algo menos extremo (entendible, dado que la relación peso/potencia es de 5.6 kg/CV, contra 4.7 kg/CV del M235) pero a la vez, más aplomado, y con un andar más sólido y confortable (también esperable dado el mayor peso y mayor distancia entre ejes básicamente).
El motor responde siempre, en cualquier régimen, en cualquier marcha, en cualquier condición. Al llamado del acelerador contesta con prestaciones muy interesantes. Más si estamos en modo Sport o Sport+ (quita las ayudas electrónicas) y la caja también en modo Sport. Como ocurre en estos casos, las levas detrás del volante prácticamente no se usan; es tan eficiente la caja automática que uno se acostumbra rápidamente a este modo. El andar es duro en ciudad, con el tren trasero (sobretodo) algo seco. En ruta, aun en modo Comfort mantiene algo de esa característica, razonable, por otro parte, para una coupé prestacional de 326 CV y que no llegó a incomodarnos. Como contrapartida, en el manejo deportivo al límite, muestra sus mejores armas; siempre el límite está en uno y no en el auto. Excelencia absoluta en este ítem.
Las ruedas transmiten bastante lo que ocurre en su contacto con el piso, tal vez demasiado, aunque, nosotros (en este tipo de autos) preferimos estar permanentemente «notificados» de la situación de la vía. Siendo el techo articulado, no se filtran ruidos eólicos. Más aún, en «modo cabrio» puede circularse (en las plazas delanteras), aún a altas velocidades, de manera totalmente confortable. Ni hablar de la sinfonía del conjunto motor/escape, delicia para nuestros oídos. En caminos de tierra mantiene el alto confort a bordo. Dirección de asistencia variable con la «dosis» justa tanto en ciudad como en el manejo deportivo. Frena muy eficientemente; en cuanto a sensaciones, algo menos que el M235i, más liviano.
En cuanto a prestaciones, su velocidad máxima es de 250 km/h limitada electrónicamente, su aceleración de 0 a 100 km/h la consigue en 5.4 segundos (valor que «habla por sí solo»), y en cuanto al consumo, ronda los 7.7 litros cada 100 km, circulando a 135 km/h y 6.5 litros a 110 km/h (sin A/A). Normalmente evitamos referirnos al consumo en ciudad, ya que es tan relativo (y dependiente) al tipo de manejo, la topografía, el tránsito, que los valores pueden cambiar fuertemente si cambian dichas condiciones. De todos modos, la austeridad no es uno de sus aspectos destacados en ciudad; no es sencillo bajar de los 13 litros cada 100 km. Por otro lado, circulando a 100 km/h, en modo Eco lo hace a 1600 vueltas y con la caja en función sport, baja a 7a y las rpm suben a 2100. Como dato de color, circulando en esas condiciones, el indicador de potencia instantánea mostraba que solo estábamos usando unos 35 CV. Nada, y por eso, su bajo consumo en ruta. En ciudad, la caja automática y el peso modifican negativamente la cuestión; en este 440i y en cualquier modelo.
Conclusiones
Este BMW 440i convertible (así lo define BMW Argentina) está dirigido a quienes disfrutan de contar con potencia y eficiencia dinámica, con el plus de poder disfrutarlo al aire libre, plegando el techo retráctil en 20 segundos, y en modo eléctrico. Entre sus virtudes, las habituales de los BMW y sobre todo sus prestacionales: excelente conjunto motor/caja, muy buena calidad, altas prestaciones, confort a bordo (aunque algo durito), estética sobria , confort interior, claridad en la información y eficiencia en cualquier condición. Se destaca en los aspectos más importantes. En cuanto a lo negativo o mejorable, arrancamos por su precio, que sin estar desubicado, podría ser más bajo. Por otro lado, y relacionado con esto, su equipamiento, que podría ser más generosos, sobre todo en seguridad. Finalmente, hilando muy fino, algunos materiales como la parte baja de los contrapuertas, podrían ser más nobles. Criticamos siempre las cubiertas Run Flat aunque, en este caso, la elección es bastante razonable.
