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Fiat Dobló versión familiar, con 7 asientos. La probamos

Fiat Doblò. ¿El hermano mayor de Qubo? Tal vez. Sin llegar a concluír que solo los diferencia el tamaño y que uno (Doblò) es el otro (Qubo) en escala ampliada, sí comparten buena parte del análisis. Buen diseño, buen espacio, buena terminación, muy buen andar, pero, pero….ya llegaremos al único pero de Doblò,(el mismo de Qubo).

Arranquemos, como corresponde, por el diseño. A primera vista, se destaca el volumen cúbico de Dobló, su gran tamaño, una trompa voluminosa y alta y una línea de cintura que se eleva al llegar al capot. El resultado es logrado, y aun siendo un vehículo ¿utilitario?, roba miradas a su paso. Además, no hay muchas opciones de precio relativo bajo para una familia con necesidad de más de 5 plazas, y Doblò, junto con Renault Kangoo 7 asientos y Chevrolet Spin, se convierten en las opciones de entrada de gama que ofrece el mercado.

Siguiendo con la línea exterior, las ventanillas en forma de cuña le da un toque moderno también y nuestra versión carecía de barras portaequipaje. Sus cubiertas Pirelli 195/60R16 visten llantas de aleación elegantes. Guiños incorporados en espejos externos y puertas de generoso tamaño completan un perfil sin estridencias pero armonioso, con ópticas delanteras que invaden -y bastante- el guardabarros delantero.Mirándola de frente (creo, su mejor ángulo) destacan las grandes ópticas y la ausencia de cromados (a los que Fiat suele echar mano con cierto exceso). Su gran parilla central recuerda las vistas en los últimos Audi, salvando las distancias. Antinieblas completan el frente de Doblò. Atrás destaca un sector negro debajo de la generosa luneta, que simula una prolongación de la misma y es el lugar en que más se parece a su hermana menor Qubo, con ópticas de -también- generosas proporciones. En resumen, estilo exterior moderno y aprobado, cúbico y de generosas proporciones.

Vamos a su interior, en el que el negro y la simpleza dominan la escena. Al acceder por las grandes -y de generoso ángulo de apertura- puertas delanteras, encontramos un diseño casi mimalista, bienvenido, con un tablero muy sobrio, de 4 indicadores analógicos y computadora de a bordo en display central, la que no es tan completa como alguno de sus hermanos, pero cumple.

El volante (no cuenta con mandos de audio ni otras funciones remotas) tiene doble regulación y permite, sin perder de vista que estamos en un modelo concebido como utilitario, una buena posición de manejo. Notamos cierta divergencia entre la línea de la columna de dirección y la butaca, pero no afecta lo antes comentado. Bienvenida regulación en altura de la butaca del conductor.

A pesar de las grandes dimensiones de Doblò, la visibilidad es buena, aunque, no vendría mal un sensor de estacionamiento trasero. Butacas cómodas, algo duras, pero de buen tamaño. Mala nota para la radio «no integrada», no por su sonido (bueno) sino por lo poco práctico para operar. Teclas muy chicas y poco intuitivo. Criticable. La computadora de a bordo solo mide un parcial (distancia, consumo, tiempo y velocidad) y podría ser más completa, aunque para el perfil del auto es razonable. Aunque no es un Bravo, la calidad de terminación es buena y la esperable en el segmento. Todos los plásticos rígidos pero bien ensamblados, sin ruidos internos.El espacio interior a lo alto es enorme, con un espacio en el techo para alojar objetos. A propósito, cuenta con varios portaojetos aunque los portamapas en puertas son de pequeño tamaño, lo mismo que la guantera delante del pasajero frontal. Mala nota para los comandos de espejos externos, que son manuales, y dada la amplitud de Doblò, se requiere un esfuerzo extra llegar a accionarlos, sobre todo el derecho. Atrás el espacio también es bueno, con puertas corredizas que permiten un cómodo ingreso. Ventanillas con apertura tipo pivot, lógicas dado su sistema de accionamiento. 3 apoyacabezas y 3 cinturones inerciales, bienvenidos. Salida de climatización para los pasajeros traseros.

Para llegar a la 3ª fila de asientos, cuenta con un práctico sistema de plegado de respaldo y cojín trasero, por el que rápidamente puede accederse a la misma. La 3ª fila no es para jugadores de Los Pumas, como todas las del segmento, son para niños, no solo por el tamaño menor de las 2 butacas, sino también por la menor altura al suelo para las piernas. Así, imaginar un viaje largo, con adultos en la última fila, resulta una utopía, como en sus rivales.

Este es un opcional de Doblò. Se puede plegar desde atrás, al abrir el enorme portón trasero, y si bien se lo consigue con rapidez y simpleza, el espacio remanente para para carga es pequeño, si se la utiliza para ubicar niños. Las últimas dos butacas podrían estar más al centro (más cerca entre ellas) y se ganaría en espacio libre.

De todos modos, nadie puede esperar el espacio de una Chrysler Grand Caravan. Asuminendo un balance entre costo, practicidad, tamaño y espacio, Doblò resulta muy práctica para el uso normal familiar. Terminando el interior, pasamos al equipamiento, y podemos analizarlo sin tener en cuenta el precio, y un equipamiento puede ser razonable o no en función del costo del modelo. Creemos que a pesar de ser algo corto, es más que lógico en base al precio de Doblò. Aire acondicionado, dirección asistida, levantavidrios eléctricos, computadora de a bordo, cierre centralizado a distancia (no automático en rodaje), butaca del conductor regulable en altura y con ajuste lumbar, volante con doble regulación, apoyabrazos central, radio/CD/MP3, doble airbag, ABS+EBD, regulación interna de faros, antinieblas y doble puerta lateral corrediza. Lo esperable y algo más. El portón trasero de gran tamaño permite una carga muy cómoda pero exige espacio para su apertura.

Dejamos los aspectos estáticos y pasamos al funcionamiento de Doblò. Confort de marcha sería el término que mejor resume el andar del hermano mayor de Qubo. En ciudad, con una suspensión correctamente ajustada, se puede transitar con absoluta serenidad, solo -levemente- interrumpida por la trasera, con alguna brusquedad en lomos de burro. El motor aporta lo suyo, con un buen torque, que si bien no compensa el déficit de potencia, permite un manejo citadino con pocos cambios de marcha.

Es preferible acompañar la inercia del motor sin bruscas aceleradas; de lo contrario, el consumo trepa más allá de lo previsto. Insistimos, con el buen torque del motor 1.4 de 95 CV, se puede circular sin grandes exigencias, consiguiendo rendimientos del orden de 11 km/l y algo más, siendo cuidadoso con el pedal derecho.La otra razón por la que conviene llevar a Doblò en la parte baja del cuentavueltas es que, justamente, es un motor «vueltero», y esa trepada de rpm es rumorosa (3700 rpm a 110 km/h en 5ª), perdiendo el gran confort de marcha antes mencionado. O sea, Dobló no es para emular al gran Ayrton. Además, el acelerador (su recorrido) presenta alguna dureza en el tramo inicial, lo que hace que parezca aun menos ágil de lo que realmente es. Su buen despeje del suelo hace que sea muy práctico en ciudad y en caminos de tierra en mal estado, en los que no abandona el placer de manejar. En ruta,  por debajo de los 120 km/h mantiene un razonable confort acústico y con consumos lógicos (teniendo en cuenta su Cx y su gran superficie frontal); aún así es difícil bajar de los 8 litros cada 100 km en esas condiciones.La caja de 5 velocidades es precisa, aunque el comando muestre alguna leve imprecisión. Dirección de asistencia hidráulica  que facilita aun más su manejo en ciudad. La tenida direccional es muy buena, para ser un utilitario, y más también, en lo que contribuye la suspensión trasera independiente. La probamos en curvas exigidas, y a pesar de peso (1.300 kg) y altura, mostró aplomo para encarar circuitos trabados. Con un motor con unos 15/20 caballitos más, la ecuación sería casi perfecta. De hecho, en Europa cuenta con un 1.4 naftero de 120 CV y un diesel 2.0 de 136 CV, siendo este último ideal para Doblò 7 pasajeros. En cuanto a performances, alcanza los 160 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 17 segundos, valores que muestran lo que hemos comentado.El precio de esta única versión de pasajeros es de $ 124.000, a lo que puede sumarse el pack Family (3ª fila de asientos y ventanillas traseras finales basculantes), por unos $ 4.000. Criticable la ausencia de ESP (aunque lógico para su precio), pero puede optarse por el pack Security, con Control de Estabilidad y Airbags laterales por $ 5.000, entendemos, pack absolutamente recomendable.Conclusión:
Ponderando su precio relativo en el mercado, Doblò se convierte en una muy buena opción familiar, con razonable equipamiento, buena calidad de ensamblado, muy buen confort de marcha, gran espacio interior y un motor al que le vendrían bien unos caballos extra. Esto redundaría en un menor consumo, entre otras ventajas. Interesante opción para familias numerosas.

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