Viper es -a esta altura- una de las leyendas de la industria norteamericana. Sí, no tiene el pedigree y larga historia de Ford Mustang, Chevrolet Corvette, y ni siquiera de su pariente Challenger, pero es un «Muscle Car» con todas las letras.
Nació en 1992, con la denominación Viper RT10 y un motor de 10 cilindros y 400 caballos, obviamente proveniente de un motor atmosférico, como buen «US car». Y nació cabrio, aunque en 1996 apareció el GTS con el formato coupé y un techo con 2 cúpulas, al estilo batimóvil, o más acá en el tiempo -y más mundano- como el Peugeot RCZ.

Con algunas renovaciones menores, Viper siguió hasta 2010, fecha en que fue -temporalmente- dado de baja. De la mano de Fiat-Chrysler, ahora resucita como SRT Viper, con un estilo ¿continuista?, pero con mayor personalidad que su antecesor. Y no solo se trata de psicología, el nuevo Viper cuenta con un motor también atmosférico,  y V10 de 8.4 litros y 640 CV.
Contando con algunas partes de su carrocería en Carbono, ha conseguido una reducción de su peso de 45 kg.

Y resulta muy interesante teniendo en cuenta que ha aumentado su equipamiento, con arranque sin llave, Audi Harman Kardon y ayudas electrónicas, apreciadas en un «tracción trasera» de esa potencia.
El resultado estético del nuevo Viper es muy interesante, manteniendo la magia de su precursor, pero mejorando la calidad de terminación y el equipamiento, en confort y en seguridad, dos items en los que Viper no sobresalía.

¿Es factible su llegada a Argentina?
Resulta muy poco probable. Si bien Argentina cuenta con fanáticos de los «muscle cars» americanos, nuestro mercado es más proclive a los deportivos europeos, y así como no han llegado aún Mustang y Camaro, no le veo muchas posibilidades en el corto plazo, pero, en esta Argentina actual, todo puede ser; a veces, afortunadamente.