Polestar fue (¿es?) la división Performance de Volvo. Algo así como Abarth a Fiat, AMG a Mercedes o M a BMW, digamos. Hace unos años probamos el Volvo S60 T6 R-Design kit Polestar (tal su nombre), con una eficiencia notable. Bueno, aquella Polestar ha cambiado, y hoy es la «división eléctrica» de Volvo (más bien de su propietaria Geely). Hace un par de años mostrábamos el primer Polestar, comenzando una nueva era en la marca sueca.
Algunas ¿curiosidades? del sedán eléctrico de Polestar. Por un lado, su venta será on-line, al menos inicialmente. Apunta sus cañones, sin disimularlo, al Tesla Model 3, y con un precio (en la versión «full») parecido, es decir USD 73,000. Habrá también una versión más «básica», por USD 47,000. El Polestar 2 cuenta con 2 motores eléctricos que entregan en conjunto equivalentes 408 CV (uno en cada eje), y su tracción es integral. Su aceleración de 0 a 100 km/h (en realidad de 0 a 60 mph) sorprende: 4.7 segundos. Su autonomía según el nuevo y más real ciclo WLTP es de muy interesantes 500 km en la versión más cara. Utiliza la nueva plataforma modular CMA, que servirá a otros modelos del grupo, eléctricos y convencionales.
Será producido a partir del año próximo en China, donde está la factoría Polestar, destinado a su gigantesco mercado interno, y probablemente a algunos otros del resto del mundo. Estéticamente nos recuerda, y mucho, al Volvo 40.2 Concept (así como el 40.1 derivó en el XC40 que conocemos), con diseño deportivo, aunque sobrio, una cola que replica soluciones vistas en los últimos Volvo (S90 y S60 por ejemplo) y muy atractivas llantas de 20″. En el interior, un diseño bastante «futurista» con gran pantalla central, bastante bien integrada y un aspecto general bastante minimalista, con pocos mandos manuales. Volante muy similar a los de algunos de sus parientes suecos y una interesante calidad percibida. Las marcas apuestan por el mundo eléctrico. ¿Se acaban los motores de combustión? Aun no y tampoco los diesel, por más que se los de por muertos.