Toyota RAV4. Uno de los fundadores del segmento SUV light, si bien «con aspecto 4×4», pero pensados para un uso más urbano, con algunas ventajas por sus formas y mecánicas. RAV4 apareció en 1996, con variantes de 3 y 5 puertas, y un diseño, convengamos, raro. Más allá de esto, que es subjetivo, en sus inicios sus intenciones eran «bastante humildes», comparadas con el que estamos presentando, modelo 2019. Fue renovado en 2001, 2006 y 2013.
En el Salón de Nueva York, Toyota está presentado su RAV4 2019, un modelo claramente destinado a Estados Unidos como mercado principal, en el que siempre se ubica en puestos de vanguardia, en lo que hace a volúmenes de venta, y siendo el Toyota más vendido; en realidad solo superado por el best seller Camry. Bastante distinta es la situación en el mercado europeo, por filosofía y costumbres, en el que RAV, no aparece entre los 25 SUV más vendidos; sí lo hace su atractivo y original hermano menor CH-R (8vo). Y ya que hablamos de las estadísticas de ventas de SUVs en Europa, el podio lo conforman Nissan Qashqai, Volkswagen Tiguan y Peugeot 3008 (que estamos probando en su versión HDI GT Line).
El nuevo Toyota RAV4 2019 implica un cambio absoluto, radical, profundo, respecto al actual, convengamos, algo insulso. Toma algunos genes del ADN del CH-R (sin arriesgar tanto). El frontal, aun siendo bastante distinto, es el sector que más respeta la historia de RAV4, con varias reminiscencias del actual. Destaca la parrilla «trabajada», tan de moda en la industria automotriz. Atrás los cambios son drásticos, con un gran personalidad (algo de lo que el actual adolece), con «un aire» a los Jeep Compass y Grand Cherokee. Luneta bastante más inclinada, trazos rectos, ópticas enposición más baja, y un diseño general algo recargado.
El lateral también cambió fuertemente. Techo plano, capot plano, habitáculo más retrasado, guardabarros cuadrados; en fin, Toyota «barajó y dió de nuevo». Adentro (creo, lo más criticable del actual en cuanto a lo aburrido de su diseño), se muestra muy moderno, con un salto positivo en cuanto a la calidad percibida.
Gran pantalla táctil central, consola central con mayor protagonismo, salidas de aire rectangulares (más sobrias y elegantes) y diseño general impecable, aunque siempre recalcamos, «es una subjetiva cuestión de gustos».
RAV4 toma la nueva plataforma global de Toyota TNGA (la misma de CH-R) y comparte prácticamente dimensiones con el actual. Contaría con dos motorizaciones nafteras (Toyota le va diciendo adiós a los diesel), una híbrida (suma un motor eléctrico) de 2.5 litros y otra 2.0, con caja CVT o manual y tracción integral. Hasta acá la poca información que ha trascendido del nuevo modelo, que llegará en 2019 a los concesionarios europeos (antes a Estados Unidos) y, creemos, desembarcará en Argentina hacia mediados del año próximo.