Hace unos 20 días dábamos cuenta del nuevo proyecto de Toyota ¿para mercados emergentes?, una pick up con base Hilux, pero mucho más despojada, práctica, utilitaria, sin concesiones, con el título «¿el Rastrojero japonés?». Inicialmente conocida con el nombre del proyecto, IMV0, nombre conocido por nosotros ya que las entonces nuevas generaciones de Hilux y SW4 nacieron en Zárate con ese nombre (Innovative Multi-purpose Vehicle). Toyota acaba de presentar esta nueva Hilux Champ, tal su nombre, en Tailandia, donde será producida inicialmente. El país asiático se ha convertido en un importante polo automotor, sobre todo para proyectos para mercados emergentes, o al menos fuera de los europeo y norteamericano, si bien cada vez más terminan llegando finalmente a dichos mercados «principales».
La nueva Hilux Champ, en términos cuantitativos, no difiere tanto de Hilux. Al menos en 3 aspectos. Sus medidas: 4,97 m (entre ejes corto) y 5,3 m (entre ejes largo). Nuestra Hilux 4 puertas llega a 5.32 m. También en precio; en Tailandia Hilux Champ arranca en equivalentes USD 13,000, contra USD 16,000 de su hermana «mayor». Claro, la más cara de Champ solo llega a USD 16,000 mientras las Hilux más equipadas superan los USD 35.000 en aquel país. También hay coincidencias en cuanto a motorizaciones. Con 2 nafteros, 2.0 de 139 CV y 2.7 de 166 CV y el diesel 2.4 de 150 CV, estos dos últimos presentes en Hilux y SW4. Caja manual de 5 relaciones para el 2 litros y automática de 6 (no CVT) para los otros dos.
Muchas coincidencias, ¿no? Bueno, además de la plataforma, compartida para ambas. Pero hasta acá llegan las similitudes. Conceptual y estéticamente, diferencias radicales, profundas, absolutas. Creo que el término «Rastrojero moderno» (un elogio, no una crítica) le cae bastante bien a la Hilux Champ, porque salvando las distancias (más de 50 años de diferencia, entre otras), el objetivo es similar al de nuestro vehículo fabricado por IME. Un vehículo despojado de todo lujo, práctico, polivalente, sin ostentaciones, con un interior «maltratable», con un diseño simple y más sencillo y barato de producir, con repuestos más baratos y pensado casi exclusivamente para el trabajo, a diferencia de Hilux.
Además de lo anterior, y en esto también semejanzas con el Rastrojero, Hilux Champ es muy personalizable, tanto de fábrica como en talleres particulares, con una alta cantidad de elementos para adaptarla a cada uso. No hay versiones 4×4, algo quizás lógico para un vehículo de trabajo pensado para el uso laboral urbano y a un precio contenido. Lo interesante de Hilux Champ para nuestro mercado es que, siendo desarrollada a partir de Hilux, aunque no parezca, podría ser producida también en Zárate para abastecer el mercado regional, algo no confirmado pero que tiene interesantes posibilidades. Ojalá.