
Sí, es cierto que todas o casi todas las automotrices enfrentan complicados desafíos como pocas veces en el pasado; tal vez nunca antes se enfrentaron a un escenario complicado como el actual. Una competencia feroz, la avalancha china, los eléctricos y sus idas y vueltas, aumento en los precios, una demanda que cambia cada vez con mayor rapidez, en fin, mucho. Y en el caso de Stellantis puntualmente, además de lo anterior, el desafío de un gran número de marcas (14), algunas muy complicadas de reencausar (Lancia, DS, Alfa Romeo, etc.), otras que se solapan entre sí y el hecho que para ser realmente rentables, sabe Filosa que muy probablemente, deba aplicar bisturí, lo que en este caso implica pedir el Certificado de Defunción (definitivo) para alguna/s de ellas.
No soy quien para juzgar a Tavares, aunque en su momento critiqué su obsesión con algunas cuestiones; hoy se reconoce que priorizó en demasía la rentabilidad a corto plazo y que descuidó (en varios sentidos) al mercado norteamericano y sus protagonistas (automotrices, sindicatos, mercado, concesionarios). Esto hizo que de manera inédita, Jeep, Dodge, Chrysler y RAM, como conjunto, cayera y/o no creciera durante dos años. El tercer trimestre de este 2025 que está terminando, fue el primero en mostrar números positivos, tras 24 meses. Inédito tratándose de marcas con gran historial en los Estados Unidos.
Y sí, no es nada improbable que algunas marcas desaparezcan. Sería un «sacrilegio», sí, un capítulo triste en la historia del automóvil. Pero ¿cuántas han desaparecido ya? Oldsmobile, Saturn, Saab, Pontiac; por citar algunas relativamente recientes. Así que tampoco sería tan drástico si alguna abandonara Stellantis (y este mundo) para siempre. Y siempre están «en la mira» las mismas: Lancia, Dodge, Chrysler, DS y diría que hasta Alfa Romeo. Ya Tavares había advertido sobre resultados negativos (ver nota). Obviamente lo ideal es «hacerlas funcionar» pero en algun momento los accionistas dejan de «poner plata» si no ven resultados. La melancolía existe, pero «los números mandan».
Los ejes de la gestión de Filosa son: sin descuidar la rentabilidad, apostar al volumen y a la rentabilidad a mediano plazo, no solo mirando el corto plazo, menos recursos y atención a la movilidad eléctrica, al hidrógeno y a la conducción autónoma, tomar una decisión sobre qué marcas no seguirán y mejorar la relación con el mercado norteamericano. Conoce a Fiat desde adentro y mucho, y tiene muy claro que debe encarar un profundo plan de racionalización de recursos si quiere ser exitoso. Por ahora, nuestra región, una de las mejores para el grupo, o al menos para Fiat, Jeep y RAM.









