Renault viendo siendo noticia, no solo por su ambicioso plan Renaulution, presentado en su momento por su líder, el ex SEAT Luca De Meo. Personalmente creo que está muy bien encaminado, más allá de tener que lidiar con los nuevos paradigmas del mundo automotor (como el resto de las compañías), y además con la salida de Rusia, mercado que le era bastante favorable, no solo a la marca principal, sino también a Lada. Hace poco presentábamos el nuevo Austral, y también, un año antes, especulábamos con una nueva generación Scenic, BEV (eléctrica), toda vez que el final de la actual estaba anunciado.
Pues bien, ahora la marca francesa está mostrando un nuevo concept, justamente denominado Scenic Vision, eléctrico y mirando al futuro. Con 4.49 m de longitud, ostenta un 70% fabricado con materiales reciclados, disminuyendo su huella de carbono en un 75%, según la propia Renault. Elogiable, por cierto. ¿Cómo lo logra? Bueno, por un lado, la nueva Scenic Vision se mueve a electricidad e hidrógeno. A ver. El motor es eléctrico pero, en lugar de cargarse a través de la red, lo hace mediante pila de combustible, la que genera su electricidad a partir del hidrógeno como combustible. Esto permite una batería de bastante menor capacidad (y por lo tanto tamaño, e impacto al medio ambiente) ya que va generando su electricidad a medida que va transitando.
Con esto se mejoran dos parámetros negativos de los vehículos eléctricos. Por un lado las baterías, tanto en su proceso de fabricación (con una huella de carbono incluso mayor que en el de motores a combustión) como en su disposición final (altamente contaminantes). Al ser pequeñas, ambos procesos se atenúan. Por otro lado, si bien los eléctricos no tienen emisiones al transitar, si la energía eléctrica con la que se recargan sus baterías, no proviene de fuentes limpias (eólica, solar, etc.), la contaminación finalmente se da en alguna parte del proceso. En este caso, la fuente de electricidad es el hidrógeno, limpio. Renault asegura que el nuevo Scenic Vision tiene una autonomía de 800 km, con una potencia de 160 kW, algo así como equivalentes 215 CV, nada mal.
Estéticamente, se muestra moderna, con un aire al Megane E-Tech (Megane V). Trazos «angulosos», estilo crossover, con la debilidad de parecerse a muchos de los nuevos modelos de las distintas marcas, situación inevitable. Personalmente veo algún guiño a SEAT, nada raro siendo que De Meo viene de la española. Interior muy futurista. Scenic Vision cuenta con reconocimiento facial (conductor), a través del cual puede ajustar los distintos parámetros de funcionamiento y confort en función del conductor, si necesidad de tocar comando alguno. Por otro lado los pilares estructurales (A, B y C) son más finos para mejorar la visibilidad, además de cámaras exteriores que proyectan imágenes en displays interiores. Aunque no llegará a producción, muestra hacia donde va Renault, tanto en diseño como en tecnología.