Siguiendo los pasos de su hermano Mokka (ex pariente cercano de nuestra Chevrolet Tracker) que se renovó a mediados de este año, Crossland recibe un restyling ligero a 3 años de su presentación. Si bien aquel modelo inicial ya compartía plataforma con Citroën C3 Aircross y Peugeot 2008 entre otros (por un acuerdo tecnológico entre PSA y Opel), ahora, perteneciendo al mismo grupo, la sinergia se profundiza. El Crossland 2021 muestra un ligero lavado de cara y algún gadget tecnológico adicional, además de haber perdido la «X» de su nombre.
Vamos a los (pocos y leves) cambios. En lo estético, lo principal pasa por un frente «más Mokka», adoptando la nueva imagen de la marca alemana. Aunque me recuerda a algunos KIA, resulta original y sobrio; más agresivo que el anterior. Atrás nuevo sector oscurecido entre ópticas, y en el perfil destacan las nuevas llantas de 16″ y 17″. No hay cambios en el interior. Cuenta con cojín trasero deslizable, permitiendo modular el espacio entre las plazas traseras y el espacio de carga. Según Opel, las suspensiones han sido revisadas, mostrando un comportamiento más firme. Como novedad, adopta el Intelligrip (similar al Grip Control de Peugeot) con 5 modos posibles de tipos de suelo). Su longitud se mantiene en los 4.21 m.
En cuanto a mecánicas, presenta las 1.2 Puretech de PSA, con potencias de 83 CV, y (con turbo) 110 CV y 130 CV, en cuanto a nafteros. En diesel, el 1.5 de 120 CV. Cajas manual de 5 relaciones o automática de 6. Interesante aunque leve puesta al día para el crossover pequeño de Opel. ¿Volverá la marca alemana algún día a nuestro país? Aunque nunca estuvo muy cerca de ocurrir, sí se especuló con su llegada hace unos años. Hoy, con el contexto económico y del sector, resulta inviable, aunque por otro lado, estando -casi- listo el nuevo grupo PSA/FCA, y siendo que cuenta con plataforma de Peugeot 208 (que se fabrica en Argentina), no resulta algo imposible, Al menos para el mediano plazo. Ojalá.