Toyota Prius fue uno de los precursores en tecnología híbrida. Con una primera generación en 1997, una segunda en 2004, una tercera en 2009, que sí tuvimos en Argentina y que tuve ocasión de probar, y una cuarta, la actual, bastante controvertida estéticamente, en 2015. Creo que la que tuvimos en Argentina anterior (3a) fue la más atractiva. La actual resulta muy recargada visualmente, con líneas de tensión que exageran y formas geométrica en exceso, subjetividad mediante. Lo cierto es que, con el auge de los híbridos (en caída actualmente por el «furor» por los eléctricos, Prius fue «perdiendo fuerzas», pasando de ser un modelo icónico, precursor, casi único, a uno más de la oferta actual de la industria automotriz.
Pues bien, parece que esto va a cambiar de manera drástica. Al menos, a juzgar por las primeras imágenes y datos de la 5a generación del Prius, recién presentada, el nuevo modelo «dará que hablar, sin dudas». Comenzando por su motorización, híbrida, claro, pero con interesantes 223 CV, más del doble que el actual Prius de 98 CV, si bien hay otra versión más potente. Cambio importante, hasta conceptual diría. Nuevo motor 2 litros con otro eléctrico y una batería de 13.6 kWh, con el que consigue unos 100 km, si bien la autonomía eléctrica no ha sido brindada como dato oficial. Sí se sabe que será aproximadamente el doble que la actual. Otro detalle interesante, el techo con células fotovoltaicas, que le aportarán energía adicional. Bien.
Veamos su presentación visual. El nuevo Toyota Prius pierde 5 cm en la longitud total, pero gana 6 cm en altura (aunque no parece) y 2 cm en el ancho. Y a pesar de haberse estrechando levemente, la distancia entre ejes aumenta 5 cm, logrando mostrarse mejor plantado y más deportivo. hablando de su diseño, convengamos que resulta muy avanzado, futurista, casi un «monovolumen deportivo». Claro, uno podría pensar, ¿que tiene de monovolumen este auto? Bueno, comparado con una Renault Scenic, por ejemplo, nada. Pero no deja de ser un modelo con un solo volumen global, perdiéndose la diferenciación entre habitáculo, motor y baúl. En ese sentido, podríamos acordar que es un monovolumen.
Claro, con un aspecto de cuña, muy deportivo, muy aerodinámico, fluído. Un solo trazo desde el frente hasta el extremo posterior, y con un techo que no tiene sector plano, todo curvo, y con algo más de altura a la altura de las plazas traseras. Original. Poco vidrio, cintura alta y un diseño que parece salido de un túnel de viento de un moderno caza norteamericano. El sector frontal se encuadra en la nueva tendencia visual de Toyota con sus -muchos- nuevos concepts eléctricos, como el bZ3 por ejemplo. Opticas «en C», estilo inaugurado por Renault hace unos años.y parrilla casi inexistente. Original, limpio. Me gusta. Atrás, solución lumínica en forma de fina franja horizontal, a la moda. Oscurecido, también muy limpio, despojado y con la palabra «Prius» con gran protagonismo.
Lateral bien aerodinámico, con un solo detalle que no me gusta, subjetividad mediante: las manijas traseras escondidas, buscando parecer coupé. Línea de cintura curva, opuesta a la del techo, pasaruedas «llenos» y parabrisas y luneta muuuuy inclinados. En el interior, también cambios absolutos, drásticos, radicales. Sin igualar al i.cockpit de Peugeot, adopta un puesto de conducción más bajo respecto al tablero, de pequeño tamaño, como está de moda y no me gusta. Pantalla central muy bien integrada y mandos físicos de climatización, bien. Original volante y alta calidad percibida. El nuevo Toyota Prius debería llegar a Argentina, donde la marca vende, además de ¨Prius, otros modelos híbridos, aunque recién a mediados de 2023, no antes.