Hace 3 años Citroën aplicaba un restyling de mitad de vida al C5 Aircross, tal vez el mejor modelo de la marca en la actualidad, o en todo caso el de andar más confortable. Había sido presentado un par de años antes y lo probé en aquella variante inicial, con gratas conclusiones. Hace unos años comenzábamos a hablar de la segunda generación y a imaginar cómo se vería. Finalmente, en la primavera pasada, la marca presentó el concept que adelantaba las formas del modelo de producción. Y la verdad es que casi no ha cambiado, salvo algunas cuestiones previsibles menores.
Ahora llega el modelo final, con algunas diferencias importantes; diría 3 al menos. Por un lado, cambia de plataforma, adoptando la STLA Medium de sus primos franceses 3008/5008. Además, estrena variante eléctrica (como aquellos), y finalmente, no solo se muestra diferente, sino que diría que inaugura una nueva firma visual en la marca, si bien toma algunos elementos del C3 Aircross europeo. Tres diferencias parecieran «poco» pero realmente, en todo sentido, el nuevo C5 Aircross es «otro auto». Como tantas otras marcas (diría todas), Citroën está buscando un nuevo rumbo estético, y como primera impresión, parece acertado.
Partiendo de la base de la STLA Medium, comparte mecánicas con sus primos franceses y alemán (Opel Grandland). Estrena versión eléctrica e-c5 Aircross, con un solo motor eléctrico y dos variantes, de 210 CV (520 km de Autonomía) y 230 CV (680 km). Aparecen también los híbridos. El Hybrid 145, suave, con el motor Puretech 1.2 de 136 CV y otro eléctrico de equivalentes 12 CV, con caja de doble embrague y 6 relaciones. Por otro lado, el PHEV 195, enchufable, parte del Puretech 1.6 y le incorpora un motor eléctrico, totalizando 195 CV, con caja de 7 relaciones (doble embrague) y hasta 85 km de autonomía puramente eléctrica.
Las suspensiones siguen siendo hidráulicas progresivas, asegurando un excelente confort de marcha. Su longitud ha crecido 15 cm, para llegar a los 4.65 m. Llantas de hasta 20″, despeje de 20 cm y un equipamiento que no descolla pero que está a la altura de su posicionamiento. C5 Aircross no apunta al mundo premium (o al menos mucho menos que Peugeot 3008), sino que busca destacarse en diseño, practicidad y confort a bordo y de marcha. Por el aumento en las dimensiones, hay mayor espacio interior y volumen de carga. Citroën asegura haber mejorado el material de tablero y paneles de puertas con espuma.
En cuanto al diseño, ya me referí al hablar del concept anterior, y dados los casi imperceptibles cambios en esta versión de producción, aplica lo ya expresado. De todo modos, redondeando, aplaudo la búsqueda de un diseño original, distinto a todo lo conocido, por parte de Citroën. Esto siempre trae riesgos, con seguidores y detractores, pero me parece elogiable y con un buen resultado final; tal vez con algunas exageraciones en detalles, algo subjetivo. Mejoras en el interior, saliendo un poco de esa austeridad de los últimos interiores de la marca francesa. Me parece un excelente producto, al menos en los papeles. Llegará a Argentina, seguramente ya comenzado 2026, lanzándose comercialmente en Europa en 2 o 3 meses.
