No solo BMW está avanzando en tecnologías de motorizaciones «ecológicas», híbridas y eléctricas (sin descartar las de Hídrógeno, por ahora «de nicho»), lanzando variantes más amigables con el medio ambiente. También sus coterráneas. En el caso de Audi y Mercedes-Benz, quizás más volcadas a motorizaciones totalmente eléctricas. Como sea, es una tendencia que no tiene marcha atrás. Decimos «ecológicas», porque si bien, en marcha las variantes eléctricas son «zero emission», hay dos cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de hacer una evaluación general y detallada de la conveniencia de estas tecnologías.
Por un lado, sus baterías, tanto en lo que hace a su fabricación como a su posterior depósito, una vez que terminan su vida útil, y por el otro, cuál es la fuente de generación de la electricidad que carga las baterías de un eléctrico, ya que no siempre, y no necesariamente proviene de fuentes alternativas. Es cierto, esto último no tiene que ver con las automotrices, pero hay que tenerlo en cuenta. Por supuesto que no estamos diciendo que las tecnologías híbridas y eléctricas no sirvan; simplemente que no siempre son «emisión cero» analizando todo el proceso global.
BMW ya tiene algunos antecedentes en el mundo híbrido. El anterior y actual 330e, por ejemplo, o el X1 xDrive 25e (primo hermano de X2), el X3 xDrive 30e, el Sport Tourer 225 xe o el sedán 745E, además el iX3, modelo totalmente eléctrico con base X3. Antes que todos ellos, los i3 e i8, eléctrico e híbrido. No se trata, por lo tanto, de tecnologías tan nuevas para BMW. El nuevo X2 xDrive 25e cuenta con un motor de 1.5 litro, 3 cilindros y 125 CV, similar al X1 18i que probamos hace un tiempo (pero con 140 CV en aquel caso), que lleva movilidad a las ruedas delanteras, como en cualquier X1. Además, un motor eléctrico de equivalentes 95 CV, totalizando 220 CV. En este caso se suman (no siempre es así) ya que el eléctrico va a las ruedas traseras y por lo tanto es independiente del primero.
De todos modos, hay, como en la mayoría de los híbridos, un modo eléctrico, uno híbrido y otro sport, con el aporte de ambos. Su autonomía en modo eléctrico, de acuerdo al más realista parámetro WLTP ronda los 60 km, autonomía considerada suficiente para la mayoría de los trayectos urbanos. Caja automática de 6 relaciones e interesantes 6.8 segundos para llegara a los 100 km/h. El X2 xDrive 25e es recargable, a través de la red hogareña o estaciones de carga rápida. No es fácil adivinar si estas variantes híbridas llegarán a nuestro país; mucho menos en el contexto -complicado- actual, aunque, en algún momento comenzarán a desembarcar. Hay algunas opciones híbridas y eléctricas en Argentina, incluso en su competidora Mercedes-Benz, con el EQC y el GLC 350e, ambos eléctricos.