Mercedes-Benz ML apareció en 1997 y rápidamente se convirtió en un suceso, principalmente en Estados Unidos, mercado al que, claramente, la marca alemana apuntó sus cañones con el nuevo modelo. Y no solo lo vimos en Jurassic Park, sino que tuvo gran protagonismo en diferentes mercados. Se renovó en 2005 y en 2011, y en 2015 cambió su nomenclatura (como todos los SUV Mercedes), pasando a llamarse GLE (GL indicando que es SUV y E por la clase que representa, o sea su tamaño).
En el inminente Salón de París, Mercedes-Benz presentará oficialmente el nuevo GLE 2019, aunque ya ha dejado trascender imágenes y algunos datos de la nueva generación de su SUV. Encontramos un diseño más deportivo, más «fresco», más sencillo (sobre todo en el interior), para enfrentar a sus competidores; Audi Q5 (4.67 m) y BMW X5 (4.89 m), entre los alemanes más cercanos, pero también otros como Porsche Macan (4.70 m), Jaguar F-Pace (4.75 m) y varios más.
Una de las características principales del nuevo Mercedes-Benz GLE 2019 es la adopción de una batería de 48 V, convirtiéndose en Mild hybrid, elemento necesario para su nueva suspensión activa E-ACTIVE BODY CONTROL, que regula la suspensión de cada rueda de manera independientemente, casi «on-line». Una de las versiones iniciales será el GLE 450, con 367 CV y el aporte eléctrico del EQ Boost, que le entregará 22 CV adicionales. En el futuro habrá una versión eléctrica plug-in (enchufable).
Su tracción integral 4Matic puede distribuir el 100% a cada eje (en las configuraciones de 6 cilindros) y porcentajes intermedios, brindando una maniobrabilidad excelente. Y aunque no está pensada para el más duro off road (ya no quedan casi integrantes de este selecto club, salvo Jeep Wrangler y algunos poquitos más), puede hacerle frente a situaciones complicadas fuera de la civilización. Caja 9G-Tronic, llantas de 18″ a 21″, redondeando una interesante dotación mecánica.
El nuevo GLE 2019 muestra un diseño -muy- renovado, con un frontal mucho más «limpio» que nos recuerda a la pick-up Clase X que el año que viene saldrá desde Córdoba. Capot (trompa) más bajo, parrilla con nuevo formato, grandes tomas de aire inferiores, más deportivo.
Atrás, también más limpio, menos recargado, y con ópticas que, si bien heredan lo visto en su hermano Clase A, toman algunos conceptos del mundo Audi, del mismo modo que el nuevo BMW X4 adopta ópticas traseras Mercedes-Benz. Claramente más deportivo, menos recargado, más musculoso, aprobado.
En el perfil encontramos algunos cambios interesantes. Pasaruedas más cuadrados, menor voladizo trasero, luneta con mayor inclinación, capot más bajo, trazos más limpios. De todos modos respeta el estilo general del actual. En el interior los cambios son totales, radicales, conceptuales. Toma el -ya instalado en la marca- tablero digital completo, conformado por dos pantallas de 12.3″, que vimos en Clase S y luego en el renovado Clase A. No nos gustó en aquellos, pero se lo ve mucho mejor integrado en este caso. Preferimos los «clásicos», pero están con fecha de defunción ya establecida, lamentablemente.
Como en el exterior, diseño menos recargado, más minimalista, a la vez futurista, con un diseño del tablero (visto cada vez más en la actualidad) que casi elimina la consola central o al menos ya no se da como un elemento independiente que llega hasta abajo. Salidas de aire en posición más baja, pero con el habitual refinamiento, calidad y lujo a lo que nos tiene acostumbrados la marca. Es el interior que más nos ha gustado de los últimos Mercedes-Benz.
Seguramente luego será el turno del GLE Coupé, cuya actual versión GLE 400 probamos hace un tiempo. El nuevo Mercedes-Benz GLE SUV 2019 llegará el próximo año a los concesionarios europeos y sobre todo norteamericanos (la web de ese país ya lo muestra) y también desembarcará en nuestro país, seguramente en el segundo semestre.
