SRT es, a la pata norteamericana de FCA, equivalente a RS para Audi, AMG para Mercedes-Benz o R para Volkswagen, salvando las distancias en cada caso, claro. Y así existen Jeep Grand Cherokee SRT, Dodge Challenger SRT y varios más. No solo eso, hay diferentes «grados » de performances SRT. Dodge está presentando las versiones más prestacionales de Challenger, Charger y Durango.
Dodge Challenger SRT Super Stock
De nombre algo rebuscado, este Challenger extremo no añade potencia respecto al SRT Hellcat Redeye que presentamos hace un par de años, manteniendo 807 HP provenientes del HEMI V8 6.2 litros, con caja automática de 8 relaciones. Esta variante Super Stock cuenta con carrocería widebody (compartida con otras versiones), neumáticos 315/40R18, frenos Brembo redimensionados, suspensiones revisadas, y consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en intimidantes 3.2 segundos. Incorpora Launch Control (emulando una largada en carrera) y Line Lock, sistema para precalentar los neumáticos, al estilo competición, para lo que, en cierto sentido, fue creada esta versión.
Estéticamente, además de la carrocería ensanchada (a la altura de sus ejes), presenta llantas específicas en color carbono y un alerón para aportar algo más de la necesaria carga aerodinámica para sus prestaciones. En el interior, butacas de competición y algunos detalles menores. Recordemos que Challenger se vende en el mercado norteamericano en versiones que van desde la SXT con el V6 Pentastar de 3.6 litros y 305 HP (USD 28,000) hasta la SRT Hellcat Redeye, antes mencionada, con 717 HP (USD 70,000), pasando por varias intermedias.
Dodge Charger SRT Hellcat Redeye
Se supone que Charger es más civilizado que Challenger (y lo es) pero «no le va en zaga» como dicen los españoles. Por lo pronto su gama de precios es similar y sus niveles de potencia también. Arranca con la SXT, también con el Pentastar (con 292 HP en este caso) a USD 30,000, para terminar en el SRT Hellcat con 707 HP a USD 72,000, además de este Redeye que estamos presentando, también en formato widebody. Con el motor de 6.2 litros, V8 y 797 HP, consigue acelerar de 0 a 100 km/h en -apenas- unas décimas por encima de los 3 segundos.
Me gusta «graficar» con algún ejemplo comparativo, y se me ocurre mencionar al Porsche 911 Turbo S, que consigue llegar a esa marca en 2.7 segundos. Poco para agregar. Su velocidad máxima es de 334 km/h. Estéticamente muestra enormes llantas en negro, sobre neumáticos 305/35R20, con perfil 35, más relacionado a la competición que a un auto de calle. Carrocería ensanchada y capot y techo en negro. El resto casi igual a las versiones más ¿accesibles? y esto particularmente me encanta. Corresponde a los modelos denominados «lobo con piel de cordero».
Dodge Durango SRT Hellcat
Durango podría ser definida como la versión SUV de la extinta Dakota, pick up que regresaría el próximo año. Dodge adelantó que se trataría de una versión única, sin sucesor a la vista. Adopta el mismo V8 de 6.2 litros, HEMI, de los 2 anteriores, llegando a los 710 HP, más que interesantes para una versión SUV familiar. Consigue una velocidad máxima de 288 km/h y sus llantas son de 20″. Durango ya tenía una variante SRT pero con ¿humildes? 482 caballos. Por lo tanto, y a diferencia de Challenger y Charger, se trata de una versión extrema respecto a lo que ofrece en el resto de la gama. También ensanchada. Esta variante prestacional coincide con el rediseño 2021 de Durango. Sus prestaciones son envidiables, con 3.5 segundos para alcanzar los 100 km/h.
Challenger SRT Super Stock, Charger SRT Hellcat Redeye y Durango SRT Hellcat. Máximos exponentes del mundo deportivo dentro de la marca Dodge. En cierto sentido, y a la distancia, haciendo honor a su abuelo Viper, inolvidable coupé que peleó de igual a igual a las variantes más extremas de Ford y Chevrolet. Ninguna de estas versiones llegará a nuestro país, lamentablemente.