Seguramente no son pocos (no somos..) los que miran con nostalgia tiempos no tan lejanos del mundo del automóvil, donde brillaban Peugeot 208 y 308 GTI, Renault Megane RS, Ford Focus RS, Volkswagen Golf GTI, y otros. Aunque este último sigue en pie, casi todos han pasado a mejor vida. Y es algo inevitable y que terminará de cumplirse más temprano que tarde, en estos nuevos tiempos automovilísticos, ecológicos, edulcorados, globalizados. Cada mes el Volkswagen ID.3 avanza en el ranking de ventas, acercándose al eterno Golf. ¿Cuánto falta para que lo pase? No mucho. Y esto es un botón de muestra del cambio radical en la industria automotriz.
Porque también es cierto que no solo ha cambiado su industria, sino que también han cambiado los consumidores. Aquellos fanáticos (entre los que me incluyo) arriba descritos, sin dudas prefieren un Golf GTI a un ID.3 GTX, pero… ¿los nuevos consumidores también? Me animo a decir que no. El mundo ha cambiado y el mercado (consumidor) también. Y por algo el avance eléctrico, más allá de la ecología. Ahora, que la movilidad haya cambiado en cuanto a fuente de energía, no significa que necesariamente se acaben de repente versiones prestacionales, ya que, al menos por un tiempo más (más adelante no sé) seguirán habiendo compradores ávidos de estas mejoras en las mecánicas y los comportamientos.
En ese contexto tiene sentido un sucesor eléctrico de los GTI dentro del mundo Peugeot. Y la marca ya vende un producto bajo este concepto, el 508 PSE, con 360 CV híbridos. A la espera de ver qué ocurre con el sucesor del 308 GTI, se sabe que Peugeot está trabajando en un 208 PSE, el que a diferencia del 508, no será híbrido sino eléctrico, convirtiéndose en «el GTI del e208», para catalogarlo de algún modo. Claramente no podrá tener los mismos 136 CV de su hermano eléctrico e208, ya que sería una ofensa para los seguidores de los prestacionales de la marca francesa. Se especula con unos 170 CV aunque personalmente creo podría llegar a208 CV, la misma potencia del extinto 208 GTI que probamos. Hay que tener en cuenta que el 208 naftero más potente llega a los 130 CV. Nosotros probamos la versión con el conocido 1.6 de 115 CV.
¿Cuál sería la limitación para presentar un 208 eléctrico más potente? Bueno, a nivel motor, diría que ninguna. El tema pasa por las baterías. La actual plataforma del e208, «no la tendrá fácil» para montar baterías de mayor capacidad, con lo cual, si la potencia sube, de igual modo, la autonomía baja. Y los 340 km que alcanza a recorrer el actual e208, razonables, quedarían lejos para una versión potenciada. De todos modos, es solo una cuestión de tecnología y de tiempo. No tengo dudas que llegará el Peugeot 208 PSE, más temprano que tarde, sobre todo cuando Alpine, la rama deportiva de Renault está trabajando en un R5 prestacional, eléctrico claro, con 215 CV.