En realidad, mayor (o tal vez más popular) es el debate respecto a sin ahora son más confiables, más duraderos, menos frágiles que antes o al revés. Ese debate es más complicado porque antes eran «chapa y fierros», digamos, y ahora hay mucha electrónica, sistemas, etc., y en todo caso sí, sin dudas, resultan por lo tanto más complicados para reparar de manera provisoria, «con alambre» como antes, y seguir viaje. Pero volvamos al tema de la seguridad. Y acá sí que no hay dudas, a pesar que ambos bandos existen y no son pocos los que, mirando la gruesa chapa y pesados chasis de los anteriores, afirman que ahora «son de plástico». Sí, absorben energía del impacto y son mucho, pero mucho más seguros que antes.

Y hay varias cuestiones a analizar, a tener en cuenta. Por una simple cuestión física, la energía del choque debe absorberse y no trasladarse al habitáculo, o hacerlo de la manera menos intrusiva. Y nuevos materiales y aspectos constructivos permiten que, aunque en apariencia, el sector frontal termine destrozado, justamente recibe la energía y no la deja pasar. Pero no es solo un tema de leyes físicas. También aparece el equipamiento en seguridad, activa y pasiva. Airbags, frenados automáticos, alertas varias, controles electrónicos. Y todo esto, que no existía en generaciones más viejas, evitan accidentes y/o minimizan su poder destructivo.

Pero tampoco termina ahí la diferencia, o las causas del avance en las pruebas de choque (en sus resultados). Hoy las mecánicas han evolucionado. Las direcciones y suspensiones son más eficaces y precisas, los frenos consiguen detener un vehículo en menor distancia y de manera más segura, los motores y cajas son más eficientes. En fin, todo suma para que en la prueba que mostramos en esta nota, «enfrentando» un actual Volkswagen Golf 8 y su abuelo de segunda generación, los resultados sean incuestionables. ¿Pero cual dura más?, ¿cual envejece mejor? Bueno, ese es otro debate.

En este caso, la prueba realizada por Dekra, algo así como la Asociación Alemana de Inspección de Vehículos, compara los resultados de choque entre un automóvil actual (Golf 8) y uno «viejo», concretamente un Golf 2 de mediados del los 80´s (no entre sí), como para que la comparación tenga mayor validez aún. Y las imágenes son inobjetables. Las consecuencias para los ocupantes de ambos vehículos, ante el mismo choque son absolutamente disímiles ante un choque frontal a 65 km/h. No hay duda, los autos actuales son mucho más seguros que sus antepasados. Si también lo son en cuanto a confiabilidad mecánica… debate abierto.