Renault Megane. En distintas oportunidades, el auto más vendido de España y uno de los más vendidos de Europa. No es poco, vaya pergamino. Claro, el europeo es un mercado (comparado con el nuestro, solo en lo cualitativo), menos propenso a los sedanes (tricuerpo, que casi no hay, sobre todo en generalistas de tamaño medio y chico), pero mucho más a rurales y hatchbacks, aunque, ultimamente, también a monovolúmenes, o, mejor expresado, más propenso a la nueva generación de crossovers (un poco «combinación» de todo lo anterior), como Captur (que desembarcaría en Mercosur como Kaptur) por ejemplo.

Megane, sucesor del exitoso R19, fue presentado en 1996 (llegando muy poco después a nuestro país, con fabricación local, y con un restyling leve en 1999), renovado en 2002, 2008 (el que aún se vende en nuestro país) y la generación actual, lanzada en 2016. La misma, ya cuenta con versión Tourer (break, o rural), sobre cuya base se diseño el nuevo sedán y está en camino la nueva versión RS, que llegaría a los 300 CV. Renault cuenta con una gama europea muy actual. Basta mirar a Clio (el más «viejito»), Captur, Kadjar, Espace, Megane, Twingo o Talismán, para encontrar productos modernos y con más énfasis en la calidad interior.

Recordemos que tanto la primera como la segunda generación de Megane tuvieron versión 4 puertas (sedán); creo, ésta última, una de las más atractivas de aquel momento. Sin embargo, en la siguiente (3ª), Renault se inclinó por presentar Fluence, que claramente, no era un Megane III con cola, sin dar por sentado que esto sea bueno o malo «per sé». Lo cierto es que Fluence, más allá de ser un buen producto, no tuvo el éxito esperado en varios mercados, y pasó con muy bajo perfil por distintas regiones (claro, en la europea solo se conoció en algunos mercados «emergentes», no en los de la Europa occidental).

Convencida que, aunque en Europa los sedanes no tienen -casi- vida propia, Renault no podía ceder terreno en este segmento, decidió crear nuevamente un Megane Sedán, y lo estará presentando seguramente en el próximo Salón de Paris, en octubre. Claro, no deja de aparecer cierta paradoja por lo antes expresado; tal vez sería más razonable presentarlo en sociedad en el Salón de Frankfurt (en Alemania, Renault cuenta con buena imagen y ventas), pero recién sería en marzo de 2017. Mucho tiempo. Así que lo veremos seguramente en el salón parisino.

Si antes de mirar las imágenes disponibles del nuevo Megane Sedán, hacemos lo propio con su hermano mayor, el Talismán (que reemplaza a Laguna y Latitude), rápidamente comprobaremos que Renault tuvo la intención de mostrar al nuevo Megane Sedán como un mini Talismán (algo similar a lo que hizo Volkswagen con Vento y Passat). Desde ya en el aspecto estético, con una fuerte vinculación entre ambos, y también en cuanto a la mayor calidad percibida en aquel y que se traslada al nuevo modelo.

Si bien los (2) anteriores Megane Sedán tuvieron vida propia en cuanto a diseño, con resoluciones del sector trasero «trabajadas», y no simple adapataciones de último momento y bajo costo, con Megane IV sedán ha ido «un poco más allá», con un diseño más arriesgado y más específico. Hasta la mitad del auto es -obviamente- un Megane, con lo cual no hay mucho para agregar respecto al hatch. Hacia atrás muestra algunas cuestiones interesantes. Por un lado, y sobre todo se nota en el perfil, muestra un pilar «C» (trasero) ancho, poco frecuente en productos franceses, que nos lleva, con algo de imaginación, al VW Vento. Atractivas llantas de aleación, como es habitual en Renault y línea de cintura que se eleva levemente hacia atrás (aunque no tanto como en Toyota Corolla).

Atrás, también toma elementos de Talismán, con grupos ópticos que ocupan casi todo el ancho del auto, de muy atractivo diseño, solo «cortadas» por el logo Renault, de gran tamaño. Y podemos apreciar grandes parabrisas y luneta, dejando «poco techo», y de color negro, simulando una enome superficie vidriada. ¿No parece un Renault? Tal vez, pero convengamos que las marcas van cambiando sus diseños. ¿O acaso el CLA parece un Mercedes-Benz o el 308 europeo parece un Peugeot, de acuerdo a los cánones históricos?

Adelante, sin cambios respecto al «5 puertas», vemos la -a esta altura- clásica «nueva parrilla Renault», presente en Espace, Talismán, y varios modelos más, original. Enorme rombo y ópticas «coma» que no terminan de convencernos (en cuanto a diseño). No tanto vistas de frente (realmente originales) sino cuando lo apreciamos de perfil, recordándonos -salvando las grandes distancias existentes- al Agile de Chevrolet, ocupando «mucho espacio». Comentario subjetivo, como todo lo referido al diseño.

Adentro, tambien toma rasgos de los últimos productos franceses. Enorme pantalla táctil central, pocos comandos, lucecitas y botones; diseño minimalista. Tablero digital, con un gran cuadrante central, configurable, y sobria iluminación interior LED, en distintos colores. Claramente, una -bastante más- alta calidad percibida; se nota la mejora en materiales y terminaciones, aun guiándonos por las imágenes disponibles. El volante es lo que más respeta la tradición Renault: el resto, renovación total, acertada.

En cuanto a la parte mecánica, y como ocurre con sus parientes, nada de grandes motores y menos, muy potentes. Bievenida al downsizing y la racionalidad. En diesel, el histórico 1.5 dCI, con variantes de 90 CV y 115 CV, y el 1.6 dCI con 130 CV. En cuanto a nafteros, el TCe 1.2L con 130 CV. Como vemos, números racionales (¿demasiado?).

Seguramente, luego llegará el GT, con el 1.6L de 205 CV y no nos animamos a descartar del todo un RS sedán, aunque, es poco probable ya que no llegará a Europa.

El nuevo Megane Sedán solo se venderá en Italia e Irlanda, en cuanto a la «Europa occidental», además de su región este, asi y ¿América?

¿Lo tendremos en Argentina?
No es sencillo aventurar una respuesta con alta probabilidad de concretarse. Por un lado, Renault cedió mucho terreno en el segmento, dejando a Megane III abandonado a su suerte, paliando en parte la situación con Fluence, de razonables ventas locales. Pero claramente, si desea recuperar protagonismo, deberá recurrir un nuevo modelo regional, y en Megane IV tiene con qué hacerlo eficientemente.

Tanto Focus como C4, Civic, Corolla, 408, Linea y «companía», son producidos en brasil o Argentina, y Megane III, extrazona, tenía su suerte sellada antes de ser lanzado. También se especuló con el desarrollo de un «Fluence corto», pero no sería, creo, apropiado ni razonable. Aunque no hay información oficial, le ponemos algunas fichas a un Megane nuevamente regional, probablemente argentino, hacia 2018. Ojalá.